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Voto de Emi:
9
2007
Matthew Weiner (Creador), Phil Abraham ...
7,9
34.311
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2007-2015). 7 temporadas. 92 episodios. Aclamada serie dramática que narra los comienzos de una de las más prestigiosas agencias de publicidad de los años sesenta, y centrada en uno de los más misteriosos ejecutivos de la firma, Donald Draper, un hombre con un gran talento. "Mad Men" es la mirada a los hombres que dieron forma a las esperanzas y sueños diarios de los americanos de la época. En 1960 la publicidad era ... [+]
16 de enero de 2017
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
I. Las series son el mal de nuestro tiempo. Son el paco de las capas medias (diversificadas, heterogéneas, bla). Como soy parte de esta época y no soy ajeno al pecado, lo único que me queda es consumirlas con responsabilidad. A excepción de Game of Thrones (si digo GoT ya es lenguaje de granjita de recuperación), sólo consumo aquellas que hayan concluido y a su vez obtenido un consenso duro acerca de su buena calidad. Soy selectivo. Me doy con las que me dicen que pegaron bien.
II. Ayer concluí "Mad Men". Sí, ya sé. Terminó en el 2014, mucho tiempo. Es un tópico envejecido.
Sólo se puede evitar el ridículo cuando se habla en simultáneo a la emisión original de la serie, en tiempo real. Y lo que es peor, sólo en estos momentos se puede hablar bien de una serie. Con el paso de los minutos y las semanas posteriores a la finalización de una serie "nadie la votó". Todos los que la comentaban eufóricos con sus amigos, en la oficina o dónde sea, empiezan primero a ningunearla un poco para finalmente denostarla, hablar de sobrevaloración, etc. Recuerden sino el caso arquetípico de "Lost": pasó de ser una genialidad revolucionaria para terminar siendo objeto de burla y desprecio. Jack Shepard debutó con un pibe. Ya nadie recuerda a Jack Shepard. Ya no se puede hablar de "Mad Men" y menos postear algo.
III. Somos ahora la Patria Spoilera. Spoilear es peor que reprimir con la montada a las Madres de Plaza de Mayo (bah, ni eso es ya considerado tan malo). En materia de series, ya no sólo no somos libres de analizar ni comentar nada que no esté sucediendo ahora mismo, sino que además tampoco podemos comentar el contenido de nada porque puede que estemos "spoileando". Hay que avisar antes. Así que aviso. Diálogo, consenso, República.
II. Ayer concluí "Mad Men". Sí, ya sé. Terminó en el 2014, mucho tiempo. Es un tópico envejecido.
Sólo se puede evitar el ridículo cuando se habla en simultáneo a la emisión original de la serie, en tiempo real. Y lo que es peor, sólo en estos momentos se puede hablar bien de una serie. Con el paso de los minutos y las semanas posteriores a la finalización de una serie "nadie la votó". Todos los que la comentaban eufóricos con sus amigos, en la oficina o dónde sea, empiezan primero a ningunearla un poco para finalmente denostarla, hablar de sobrevaloración, etc. Recuerden sino el caso arquetípico de "Lost": pasó de ser una genialidad revolucionaria para terminar siendo objeto de burla y desprecio. Jack Shepard debutó con un pibe. Ya nadie recuerda a Jack Shepard. Ya no se puede hablar de "Mad Men" y menos postear algo.
III. Somos ahora la Patria Spoilera. Spoilear es peor que reprimir con la montada a las Madres de Plaza de Mayo (bah, ni eso es ya considerado tan malo). En materia de series, ya no sólo no somos libres de analizar ni comentar nada que no esté sucediendo ahora mismo, sino que además tampoco podemos comentar el contenido de nada porque puede que estemos "spoileando". Hay que avisar antes. Así que aviso. Diálogo, consenso, República.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
IV. No importa el desarrollo de una serie. Todo se resume a su último capítulo. El último de "Mad Men" es malo. La serie es buena. No importa, todo lo que se dirá es "Estuvo bien, pero el final...". Es la dictadura del fetiche por los finales. Debe decirse también que es un fetiche que nadie votó pero que tiene legitimidad. Es obvio que los finales son importantes. Se pueden insertar aquí muchas metáforas sexuales.
V. Último. Donald Draper es una ficción real. Es el capitalismo. Una maqueta del sistema. Va matando todo lo que toca pero todos quieren tocarlo, así que a chuparla. Minga que se va a suicidar. Debería pero el sistema no se suicida. La presentación de la serie no es el hombre cayendo desde la ventana de un edificio, es el hombre sentado en el sillón, fumando su cigarrillo, creo que tomando un whisky también (no tengo ganas de corroborarlo). Las modas pasan, las tecnologías avanzan y Draper siempre luce igual, se adapta pero luce igual. Hasta Sterling que también es engranaje (todos son engranaje) se deja el bigote.
VI. El socialismo real fracasó. Pero "Mad Men" nos muestra que es falso aquello de que solo en el comunismo el hombre debe trabajar a destajo y sacrificar incluso sus domingos, como el Che, para ser el hombre nuevo. En "Mad Men" trabajan a toda hora, a todo momento, sábados, domingos, a la madrugada, en Navidad, cuando sea. De hecho todo se traslada a la oficina: comer, dormir, garchar, emborracharse, ser padres. La diferencia es que en vez de alienarse en nombre del paraíso socialista, los personajes de "Mad Men" se alienan en nombre del billete y del éxito (en realidad son lo mismo). El hombre nuevo es el que se hace millonario. Tenía razón Adam Smith. Es el egoísmo del verdulero el que hace triunfar a la economía, no el Estado (que igual debería desaparecer según Marx, aunque sabemos que eso es una macana enorme).
VII. Último en serio. Es una serie feminista. El futuro son Peggy y Joanie. Pero para eso hay que abortar, abandonar a los hijos, prostituirse. Aún así parece que la cosa saldría mejor con ellas que con ellos. Megan puede andar bien. Betty está condenada a desaparecer.
Draper vuelve del retiro espiritual, no se arrepiente de nada y hace el comercial de Coca Cola. Pero esto último es obvio. No digo nada.
V. Último. Donald Draper es una ficción real. Es el capitalismo. Una maqueta del sistema. Va matando todo lo que toca pero todos quieren tocarlo, así que a chuparla. Minga que se va a suicidar. Debería pero el sistema no se suicida. La presentación de la serie no es el hombre cayendo desde la ventana de un edificio, es el hombre sentado en el sillón, fumando su cigarrillo, creo que tomando un whisky también (no tengo ganas de corroborarlo). Las modas pasan, las tecnologías avanzan y Draper siempre luce igual, se adapta pero luce igual. Hasta Sterling que también es engranaje (todos son engranaje) se deja el bigote.
VI. El socialismo real fracasó. Pero "Mad Men" nos muestra que es falso aquello de que solo en el comunismo el hombre debe trabajar a destajo y sacrificar incluso sus domingos, como el Che, para ser el hombre nuevo. En "Mad Men" trabajan a toda hora, a todo momento, sábados, domingos, a la madrugada, en Navidad, cuando sea. De hecho todo se traslada a la oficina: comer, dormir, garchar, emborracharse, ser padres. La diferencia es que en vez de alienarse en nombre del paraíso socialista, los personajes de "Mad Men" se alienan en nombre del billete y del éxito (en realidad son lo mismo). El hombre nuevo es el que se hace millonario. Tenía razón Adam Smith. Es el egoísmo del verdulero el que hace triunfar a la economía, no el Estado (que igual debería desaparecer según Marx, aunque sabemos que eso es una macana enorme).
VII. Último en serio. Es una serie feminista. El futuro son Peggy y Joanie. Pero para eso hay que abortar, abandonar a los hijos, prostituirse. Aún así parece que la cosa saldría mejor con ellas que con ellos. Megan puede andar bien. Betty está condenada a desaparecer.
Draper vuelve del retiro espiritual, no se arrepiente de nada y hace el comercial de Coca Cola. Pero esto último es obvio. No digo nada.