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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Drama. Comedia Italia, siglo XVII. Giuseppe Diesa, un joven campesino que padece trastornos mentales, ingresa en el monasterio de Martina (Apulia). Su conducta suscita, al principio, la desconfianza de compañeros y superiores hasta que ciertos fenómenos milagrosos convencen a todos de que es un santo. Filme basado en la vida de Fray José de Copertino. (FILMAFFINITY)
23 de diciembre de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por la mente de, Giuseppe Maria Desa (1603-1663), jamás pasó la idea de que él fuera un santo. Una cierta insuficiencia mental que parecía tener, tampoco le permitía experimentar el ego o compararse con los demás, así que, Giuseppe, se limitaba a decir y hacer lo que sentía correcto, sin siquiera ponerse a pensar si lo era o no lo era. Pero, había en él una innata y muy sentida valoración de la naturaleza; se sentía bien sirviendo igual de mofa a los transeúntes o ayudando a quien lo necesitaba… y aunque bien sabía que no era muy dotado para los aprendizajes escolares, sí sabía lo que quería saber y era fiel a lo que sabía.

Giuseppe amaba a su padre porque era un hombre bueno, pero, quizás amaba más a su madre porque tomaba muy bien la rienda del hogar. Lo que ocurrirá con él desde cuando entra en la Orden de los Frailes Menores Conventuales, es lo que va a contarnos el director, Edward Dmytryk, en esta película que puede verse como un dogma de fe y creerla, sin reparos, con milagros incluidos… o como una aventura espiritual donde se puede advertir la suerte de sensacionales progresos que pueden tener algunas personas consideradas “especiales”.

Me gusta más la segunda vertiente, pues, da cuenta de un ser humano que consigue ser grande porque emana afecto, inocencia y humildad a borbotones, y porque consigue tener una fe de esas que, en realidad, consigue mover “montañas”; y el carisma que, el actor Maximilian Schell, consigue imponer a su personaje, se te mete en el alma… y uno pronto está amando a Giuseppe como si fuera alguien a quien conoce desde siempre.

<<EL HOMBRE QUE NO QUERÍA SER SANTO>>, es una película muy singular en la obra cinematográfica de, Edward Dmytryk. Los grandes estudios se la rechazaron, pero él tenía tanta fe en ella que decidió hacerla contra todos los obstáculos y logró que fuera realizada por Royal Films International y, luego, distribuida por Columbia Pictures Corporation.

Como se informa al comienzo de la película, la historia escrita por, John Fante y Joseph Petracca, es verídica en los detalles esenciales, y nunca sabremos cuanto de ficción hay en lo contado, pero lo cierto es que, el personaje de este santo -canonizado el 16 de julio de 1767- resulta tremendamente emotivo y no es difícil que nos haga aflorar una cuantas lágrimas.

Dmytryk, ha ambientado la trama en un monasterio franciscano y la historia arranca, en 1623, cuando, Giuseppe Desa, tiene tan solo 20 años. El ambiente general es muy agradable y los actores que secundan a Schell (quien consideró, ésta, su película favorita): Lea Padovani (Francesca, la madre); Ricardo Montalbán (el monje Raspi), Akim Tamiroff (el obispo Durso) y Carlo Croccolo (Gobbo), entre otros, aseguran una historia bastante amena que consigue llegarnos al corazón.

Un diálogo para recordar:
El monje Raspi: -Su hermana sabe cómo conseguir lo que quiere. ¡Si fuera hombre sería obispo!
El monje Giovanni: -¡Sería el papa!

Título para Latinoamérica: <<EL SANTO RENUENTE>>
Luis Guillermo Cardona
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