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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Drama Un hombre (Robert Redford) que se ha escapado de la cárcel vuelve a su pueblo, pero sus vecinos, gentes absolutamente degradadas, emprenden contra él una auténtica cacería como si se tratara de una diversión más. Sólo el sheriff (Marlon Brando), un hombre integro y cabal, tratará de evitar su linchamiento. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2015
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, está consignado lo que fuera llamado The American Dream (El Sueño Americano): “Todos los hombres son creados iguales, con derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad”. Y también se dice que “cada hombre tiene la oportunidad de hacer elecciones personales, sin restricciones previas que limiten a la gente por su clase social, su casta, religión, raza o grupo étnico al que pertenezca”.

Desde aquel gran momento de La independencia (1775), comenzaron los tiempos en que se probaba la fuerza espiritual de aquellos hombres que se acogían a una América Unida… Pero, desde entonces ¿ha sido realidad aquel sueño? ¿Norteamérica ha sido tan unida, tan respetuosa de la diferencia y tan libre como lo ha pregonado al mundo? ¿La gente que no tiene la piel blanca, pobre o advenediza, que vive con otras costumbres y creencias que no hacen daño, y con ideas distintas a las que manejan los detentores del poder, ha sido respetada en su derecho a la oposición y a la diferencia?

Con “LA JAURÍA HUMANA”, el director Arthur Penn, se ha propuesto ilustrar de manera valiente y fidedigna, como día a día y año tras año, el American dream ha sido pisoteado por la burguesía, ensuciado por la clase dirigente y manchado por los arrogantes. Lo que se verá aquí, es esa verdad que, por muchos años, se mantuvo guardada bajo el tapete y que aún hoy se sigue escamoteando lo mejor que les es posible. Por fortuna y a diferencia de los políticos que ‘defienden a la patria’ pero la sostienen con gruesas mentiras, los Artistas Aman a la patria pero, contra todo, defienden y proclaman la verdad.

De este calibre y Artistas con mayúsculas, son Horton Foote (1916-2009) autor al que conocíamos por su guión de “Matar a un ruiseñor” y por su obra “Baby the rain must fall”, realizaciones ambas de Robert Mulligan, entre otras tareas. Y con él, Lillian Hellman (1905-1984), la gran dramaturga cuya relación sentimental y profesional con Dashiell Hammett se hizo célebre, al tiempo que dejaba obras perennes como “The children’s hour”, “These three” o “Little foxes”.

De la obra “The chase”, que Foote publicara en 1952, la admirable señora Hellman ha realizado un guión contundente que ha servido al director, Arthur Penn, para realizar un filme sin tapujos, sin hipocresía, sin alardes y dispuesto a dejar definitivamente plasmada una deplorable verdad histórica que ya no podía seguirse tapando, porque cada día hasta nuestro presente, sigue golpeando a la más digna sociedad de nuestra América entera.

Con un reparto de primera línea que incluye a Marlon Brando como el comisario Calder, impotente –como tantos otros servidores del orden- ante la prepotencia de los gamonales, pero empeñado en preservar su dignidad contra todas las consecuencias. Jane Fonda es Anna Reeves la mujer que se debate entre su amor por el hijo del gamonal y el respeto y aprecio que sigue teniendo por el que aún es su esposo. Robert Redford es Bob Reeves, la víctima de los juicios apresurados y de la prepotencia de los soberbios. E. G. Marshall es Val Rogers, el “todopoderoso” al que nada le sirve para asegurar tan siquiera la felicidad de su hijo. Y entre otros, la veterana Miriam Hopkins, es la madre que, tendrá razones, para no creer en aquello que, absurdamente, en nuestra sociedad se llama justicia.

Ante la incompetencia que, por siglos, ha demostrado la sociedad norteamericana para realizar aquel gran sueño de la Unidad, alguien lo ha resumido ahora en la satisfacción de tres necesidades: Riqueza, Bienestar y Confort… ¡como sea y contra quien sea! Y así no debe ser.
Luis Guillermo Cardona
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