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España España · Barcelona
Voto de AMQE:
6
Drama. Comedia Explora la historia real sobre cómo Dick Cheney (Christian Bale), un callado burócrata de Washington, acabó convirtiéndose en el hombre más poderoso del mundo como vicepresidente de los Estados Unidos durante el mandato de George W. Bush (Sam Rockwell), con consecuencias en su país y el resto del mundo que aún se dejan sentir hoy en día. (FILMAFFINITY)
27 de enero de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una de esas películas difíciles de catalogar. En principio es un biopic, pero también puede ser una comedia, un drama, una película sobre política, y, aunque no contenga ninguno de los elementos que caracterizan al género, una película de terror. No, no hay ningún tipo acechando a jovencitas en un callejón oscuro, pero sí, un asesino en serie eliminando desde el sillón de su despacho a miles de personas sin que le tiemble el pulso. Con el añadido que esto no ha salido de la imaginación de ningún guionista, si no que es real como la vida misma. Causa pavor, está claro, el retrato, no solo de Dick Cheney, sino de la historia política reciente estadounidense, que nos brinda Adam McKay. Horroriza comprobar en manos de quien ha estado el orden mundial. En manos de quien hemos estado todos, en definitiva. Y se nos hiela la sonrisa al comprobar cómo gente tan mediocre como el que fuera vicepresidente de los Estados Unidos, llegó a acumular tanto poder de decisión.

“El vicio del poder”, película que se postula como un imán a la hora de atraer premios diversos en todas las categorías, se muestra como una sátira despiadada hacia una persona y su entorno, hacia una manera de entender la política y las relaciones internacionales, siempre al servicio de los intereses personales de quienes sustentan el poder. McKay juega con el espectador y parece sentirse como pez en el agua mostrándonos el patio trasero de la Casa Blanca, alumbrando la cara oculta de la alta política mientras nos eriza el vello con revelaciones que dinamitan cualquier sentido de la ética y la justicia.

Y no sería justo dejar de destacar el gran trabajo de caracterización de los diferentes personajes que aparecen a lo largo del film, a la altura de la labor interpretativa que nos regala todo el elenco. Christian Bale esta soberbio, pero sus compañeros no le desmerecen en absoluto.

Lo mejor: la contundencia de lo que se nos muestra.

Lo peor: algunos tramos resultan indigestos.
AMQE
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