Recién entrado el siglo I después de Cristo, el comandante Marco Flavio Aquila (Channing Tatum) quiere recuperar el honor perdido de su padre, desaparecido durante una de las campañas en Britania; territorio desconocido y hostil para muchas de las tropas enviadas allí. Con una experiencia militar intachable pero herido en combate, adopta al esclavo Esca (Jamie Bell) para que le acompañe en su misión de ir a la búsqueda del Águila perdida y que representaba el asentamiento de la legión comandada por su desaparecido padre. Pero la peligrosa aventura representa ir más allá de los muros limítrofes de los territorios conquistados por Roma, en unos páramos no dominados dónde reinan tribus peligrosas y salvajes.´

“La Legión del Águila” podría considerarse como una de las posteriores cintas que se rodaron incluso una década después del éxito de “Gladiator” de Ridley Scott y que parecóia augurar una nueva era en el cine de aventuras devolviéndole la gracia y emblema de los añejos “péplums” que invadieron los cines medio siglo atrás. Pero tratándose de ésta película de Kevin MacDonald (El Último Rey de Escocia), no es así. Sin entregarse a los derrochadores recursos del cine épico (en ése caso efectos digitales, que sí los hay pero no con la contundencia de otros films de similar talla), MacDonald segmenta el film en varias partes; el personaje de Marco Flavio Aquila presentándose con sus nuevas tropas, su enfrentamiento con los druidas y una convalescencia que le hará descubriendo loa verdad sobre el destino de su padre y hasta qué punto el honor puede cuajar en él, siempre acompañado de su esclavo Esca.

Se trata de un entretenimiento más. Rodada con una excelente fotografía y localizaciones. Donald Sutherland aparece como secundario interpretando a otro Aquila, como tío adoptivo del protagonista.