Película que ya desde un principio con sus aires clásicos, se ve de lejos que son de estas con un marcado ritmo lento. Tan lento, y monótona que llega al completo aburrimiento. Una sensación de "deja Vu", de tantas películas similares de este tipo de vampiros bastante mundanos y atípicos, que no suele ser lo que busca la mayoría de los que optamos por ver una película de vampiros. Dos vampiresas sosas, que quizás el protagonismo que ofrece es enamorarnos con la cara bonita de Saoirse Ronan, y exponernos la soledad del existencialismo y demás tonterías ilusorias. Lo cierto es que el cine europeo, también en gran medida el americano, siguen una corriente de hacer cine distinto al que busca el espectador en las salas.