No me resulta nada creíble para una venganza de tal magnitud y, sobretodo, tan elaborada. Oldboy es una película de venganza doble y el hecho de que funcione como película da bastante crédito a director, montador y guionista porque gestionar dos venganzas en 120 minutos es algo complicado.

Pero el motor de dichas venganzas las acaba diluyendo y durante el final, que es cuando se revela dicho motor, tenía la sensación de que la película se estaba riendo un poco de mí. Tenía la sensación de que lo que le faltaba al guión lo rellenaban con un final macabro y, una vez más, efectista. No tengo nada en contra de los finales macabros, pero no me gusta que me den gato por liebre y me intenten camuflar un agujero de guión con un final efectista.

Creo que el motor que mueve toda la película es artificioso y no pega, para nada, con el estilo de la película.