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Voto de Koyaanisqatsi:
8
Drama Sahel (Behrouz Vossoughi), un poeta kurdo-iraní es liberado tras pasar treinta años en prisión y trata de reunirse con su esposa (Monica Bellucci), que lo cree muerto. (FILMAFFINITY)
11 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espero que filmaffinity siga como está y continúe recibiendo el uso que muchos le damos, y no me refiero a escribir "críticas cinematográficas objetivas o subjetivas", sino para seguir realizando y aportando opiniones personales constructivas (y alguna que otra destructiva, siempre apoyándose en un sólido argumento), porque teniendo en cuenta la de cosas que uno lee muy de vez en cuando por aquí, es para decir eso de "si no lo leo, no lo creo". Y esta vez no lo digo por la nota tan baja que tiene en esta web, sino por la repugnante y pútrida reseña de Carlos Mierdero, una vez más dejando constancia de que a este ser solo le gusta la mierda, y todo lo que sea arte (especialmente aquel que no entiende) se ve en la obligación de decir que es una bazofia, mal dirigida, mal escrita, mal hecha... qué coño, una puta mierda. Si en política tenemos que tragarnos todos los días los excrementos que sueltan esas odiosas y demoníacas "personas tan maravillosas", como los pinta cierta marca de refrescos, que son los políticos, al menos en el mundo del cine podríamos (y te lo digo a ti, filmaffinity) ahorrarnos pestes innecesarias de gentuza como la que he mencionado. Sé que esto no se va a tener en cuenta, pero para cualquiera que se encuentre leyendo este texto, que lo sepa.

El film comienza con unas palabras dirigidas a todos los cineastas iraníes que se estén viendo sometidos por la censura del régimen iraní. Han pasado tres años desde que Bahman Ghobadi estrenara "Nadie sabe nada de gatos persas", la película que le costó el exilio. En esta ocasión, ha tenido que rodar su nueva película en Turquía, contando una historia que ya todos conocemos, de hecho, es muy posible que le sirviera de inspiración la archiconocida novela "El conde de Montecristo" de Alexandre Dumas padre y Auguste Maquet, pero adaptada en el contexto de la Revolución Iraní de 1979 y sus posteriores consecuencias, y sustituyendo al personaje de Edmond Dantès por Sahel Farzan, un poeta kurdo-iraní que tras pasar 30 años en las infernales prisiones de Irán condenado a lo que parecía ser un interminable limbo de sufrimiento, alejada de Mina, el amor de su vida, su alma gemela.

El personaje de Sahel no habla en toda la película, apenas pronuncia unas pocas palabras al principio, para todo lo demás, no necesita abrir la boca para expresarse y comunicarse con el espectador o con los demás personajes... su cara es un espejo, el espejo del alma, de un alma torturada y angustiada marcada con la señal del sufrimiento eterno, un dolor que persistirá por siempre jamás, porque Sahel ve cómo la Muerte se va acercando, oye cada vez más alto su llamada, porque Sahel ha perdido 30 años de vida, y el amor de su vida le ha olvidado creyendo que murió en prisión mientras ella intentaba continuar con su vida, una vida vacía y miserable, carente de sentido.

Ghobadi no narra como lo haría un novelista, sino que escribe bellos y oscuros versos que van componiendo una colmena de poemas audiovisuales en lo profundo de un mundo deprimente donde no hay cabida para la esperanza, solo existe desolación.
Koyaanisqatsi
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