No entiendo que interés puede tener hacer un remake de una película (Thunderball) con el mismo actor a no ser que se quisiera tocar lo que no suena a los productores habituales de James Bond y a Roger Moore como digno sustituto.
Un Connery que es como una caricatura de sí mismo y con más maquillaje que la Pompadour y que con 53 años que tenía cuando se hizo tenía mas arrugas que yo con bastantes más, (luego se dejó barba para disimular pero de siempre ha tenido la cara caída) no puede disimular que ya no está para esos trotes, supongo que actuó más el doble que él.
No está la música inquietante típica de estas películas sino una burda y mala imitación.
Los decorados llegan a ser patéticos y de malísima calidad sobre todo las esculturas de piedra que se ven de cartón- piedra recordando las películas de los 40 y 50.
Max von Sydow en el papel de malo está más malo que lo que intenta representar, no se salva ni el gato.
Un Edward Fox en horas bajas como jefe se los S.S. y un esperpéntico Rowan Atkinson que en nada le hace el favor de poder demostrar el excelente y polifacético actor que es pues a pesar de ser mundialmente conocido como Mr. Bean -genio entre los actores cómicos- también es capaz de representar al inspector Maigret con absoluta maestría y dignidad.
En definitiva, a parte de innecesaria y demasiado larga hace que sea una de las peores -por no decir la peor- de las películas de Mr. Bond.