Está claro que los pingüinos se han puesto de moda en el cine. Es la segunda película que se estrena en pocos meses con estos bichos de protagonistas. Entrar en comparaciones tampoco tiene mucho sentido porque son películas bastante diferentes.
Locos por el surf pretende ser un divertimento disparatado, transgresor y trepidante. Es una pena que en todo esto la película se quede a medias. Y se queda a medias ya que en el fondo la historia es el típico argumento previsible que se ha visto mil veces antes.
Para intentar ser diferentes han contado la película con la estructura de un documental sobre la vida del protagonista. Esto creo que no ha sido un acierto, ya que rompe con el ritmo de la película justo cuando esta a punto de alcanzar sus mejores momentos. Además, y teniendo en cuenta que va destinada a los niños principalmente, esto les confunde y no consiguen entender el montaje salpicado de entrevistas a los personajes y la alteración del orden cronológico de la historia.
Aunque las escenas de acción estén bastante bien yo me quedo con la parte mas "espiritual" de la película. Cuando se habla del surf, del las viejas historias del pasado, cuando el protagonista trata de hacer entender su pasión por este deporte, todo ello acompañado por la adecuada partitura de Mychael Danna.
Destacar también la excelente selección de canciones que dan ritmo a las aventuras del pingüino protagonista.