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España España · Madrid
Voto de Sip:
10
Drama Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haneke, ese hombre de aspecto enjuto, alto, delgado y canoso, siempre se ha caracterizado por diseccionar la violencia latente de nuestra sociedad. Por eso, cuando se anunció este proyecto, muchos arqueamos la ceja pensando qué podía salir de esa mente, a veces malsana, a veces perversa, pero siempre inteligente.
Amor cuenta la historia de un matrimonio octogenario bien avenido, ambos profesores de música, y cómo la enfermedad golpea sus vidas de la forma en que siempre aparece, violenta e inesperadamente. A partir de este momento, Haneke construye una suerte de remake indirecto de El Ángel Exterminador, sólo que aquí sí sabemos el motivo por el que los protagonistas no pueden salir de ese piso burgués.
Con una clara presencia autobiográfica, todo aquel que haya tenido un ser querido enfermo apreciará escenas muy cercanas; cómo la enfermedad duele no solo en el propio enfermo, sino en todos aquellos que están alrededor, pues tienen que asistir impotentes a la desaparición paulatina del cónyuge. Pero el amor que "Amor" muestra no es el apasionado propio de los amantes, sino que puede hacerse extensible al amor que el hijo siente por su progenitor, o al que un hermano siente hacia otro; es ese amor que cuando vemos el sufrimiento de alguien cercano, nos desgarra, abre nuestro pecho y estruja el corazón. Eso hace Haneke, nos estruja, nos deja hechos polvo, pero sin embargo no hace sino mostrarnos un pedazo de realidad. Y lo peor de todo, quieres volver a verla, porque "Amor" supera cualquier caracterización cinematográfica para convertirse en un pedazo de nuestra memoria imperecedera.
Esta obra maestra se sustenta sobre todo en los dos grandes actores, quienes no actúan, sino que "son" un matrimonio amante. Trintignant ha amado verdaderamente a Riva. Se palpa y se siente. Riva sufre, y nosotros con ella, pues no es solo la doliente esposa, sino también la hermana, la amiga o la madre que se va sin que podamos hacer nada, asistiendo impotente, consecuencia de la indeseada enfermedad.
Sip
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