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Voto de Catrilink:
6
6,5
9.739
Drama. Thriller
Después de haber perdido su licencia, el abogado Sosa (Ricardo Darín) ingresa en una sociedad ilegal que se encarga de provocar accidentes automovilísticos para estafar a las aseguradoras. El destino hace que un día Sosa conozca a Luján (Martina Gusmán), una médica de un hospital de Buenos Aires. (FILMAFFINITY)
23 de junio de 2010
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me gustó, pese al genial Darín, por su tono oscuro y pesimista (innecesario para lograr un film efectivo, y, una vez más, tono cinematográfico recurrentemente argentino hasta el hartazgo). No me gustó que pongan a una médica adicta a las drogas en el argumento (no digo que no ocurra, pero por qué justo en esta historia, si el drama pasa por la reprobable actividad de los caranchos. ¿O tal vez se apela al errado lugar común de que un médico sólo soporta el ritmo de trabajo si se droga?). ¡Eso ya está muy visto en las novelas y en las películas! (Argentinas, por supuesto). No me gustó la pésima calidad moral de los personajes, la historia bien pudo ir por carriles diferentes si al menos se mostrara un mínimo conflicto moral o un mínimo pudor (recordemos que estamos hablando de un abogado y una médica). No me gustó el ritmo fallido del film, donde faltan cosas y sobran otras, logrando que se pierda el suspenso que se podría haber logrado, agrisando y diluyendo innecesariamente la historia negra que se pretende contar. Y sobre todo no me gustó el increíble final que comento en el spoiler........
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
.......donde se mueren absolutamente todos los personajes. Si un final totalmente devastador supone un buen film, al menos que se lo realice bien. Los elementos omitidos que lleven al espectador al mejor clímax final, y la escena del tiroteo (burdamente realizada), hacen que el desenlace sólo mueva a risa o a incredulidad. En fin, otra película fallida argentina, realizada con generoso presupuesto, excelentes actores, buena dirección, pero pésimo desarrollo argumental, arruinando una idea buenísima y novedosa, y dejando pasar la oportunidad de realizar una gran obra, la cual termina en irregular, por momentos aburrida, incoherente, risible, increíble y hasta de mal gusto. En manos de Aristarain, Campanella, Sorín, o al menos algún buen director argentino que tenga algo de sentido común y que se aleje de los lugares comunes, ótro hubiera sido el resultado. ¡Qué pena!