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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Serie de TV. Drama Serie de TV (2012). 9 episodios. Serie de HBO que se centra en el mundo de las carreras de caballos, los hipódromos y las apuestas. (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2013
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
68/11(11/04/13) Interesante serie que prometía más de lo que ha dado, confluían varios elementos que auguraban una potente producción. Creada por David Milch (‘Deadwood’) para la HBO, cuenta en su producción y dirección del piloto con el gran Michael Mann que también estuvo detrás de la popular serie ‘Miami Vice’, los dos han cambiado de escenario pero no las corruptelas, a esto se le añade un elenco actoral impresionante, Dustin Hoffman, Nick Nolte, Dennis farina, Michael Gambon o Joan Allen, pero el resultado no ha sido plenamente satisfactorio, le ha faltado ritmo y denota irregularidad en los saltos de relato a relato. Es una serie de degustación lenta, tarda en entrar, no es un producto trepidante de acción, por momentos densa y compleja, cuando los personajes y las tramas se asientan te sientes involucrado. Lo malo es que cuando la serie comenzaba a despuntar la cancelaron, al noveno episodio, y se nota, por lo aturullado de su final como queriendo finiquitar las historias, siendo esto un defecto que deriva en atropello de su desarrollo.
El centro de la serie es el hipódromo californiano de Sta. Anita, alrededor de él se articula un relato coral, allí varios personajes se desenvuelven de diferentes formas entrecruzando sus destinos. Comienza con la salida de prisión de Ace Bernstein (buen Dustin Hoffman, también produce) tras 3 años por posesión de cocaína, lo recoge la única persona en la que confía, su socio Gus Demitriou (buen Dennis Farina), una vez fuera urde un plan para vengarse de aquellos que le traicionaron y por los fue a la cárcel, el principal es Michael (gran Michael Gambon), comprará un gran pura sangre que hará correr en el hipódromo, contratará el mejor entrenador, Turo Escalante (buen John Ortiz), esto es la primera pieza de su vendetta. En el hipódromo está la veterinaria … (buena Jill Hennessy) que tiene una relación con el entrenador. Otra historia gira en torno de un grupo de amigos asociados (railbirds, argot para definir a estos apostadores), Marcus (Kevin Dunn), el líder con problemas de salud que lo tienen en una silla de ruedas con una botella de oxigeno, Lonnie (Ian Hart), Renzo (Ritchie Coster), tipo no muy inteligente, Jerry (Jason Gedrick), un ludópata enfermizo del póker, juntan su dinero y apuestan en el hipódromo tras un gran pelotazo comprar un caballo de carreras y contratan también a Escalante. Otro segmento está dedicado a Walter Smith (gran Nick Nolte), un muy veterano entrenador de caballos que tiene su propio equino, en el que tiene depositadas grandes esperanzas. También en la serie hay espacio para los jockeys, Rosie (Kerry Gordon), aspirante a correr de modo oficial en una gran carrera, Leon Micheaux (Tom Payne), pareja de Rosie, es un tipo arrogante, Ronnie Jenkins (buen Gary Stevens), veterano jinete que se las sabe todas, asimismo conoceremos a un representante de jockeys, Joey Rathburn (gran Richard Kind), un tartamudo patético.

La puesta en escena es magnífica ya desde su atractivos títulos de crédito de Justine Gerenstein (‘Hellboy’, ‘Ray’ o ‘La Marca del Zorro’) adornados por el rítmico tema de Massive Atack ‘Splitting The Atom’, un muy cuidado diseño de producción de Tom Grimes (‘La Guerra De Los Mundos’, ‘American Gangster’ o ‘El Luchador’), un trepidante montaje de Michelle Tesoro (‘Fringe’, ‘En Terapia’ o ‘House Of Cards’) en las escenas de carreras, una muy cuidada fotografía de John Grillo (‘Collateral’, ‘Enemigos Públicos’ o ‘Argo’) y Lukas Strebel, así como una música de Gary Lionelli (‘El Labortatorio De Dexter’) y Jeff Beal (‘Appaloosa’, ‘Pollock’ o ‘House Of Cards’) que se adapta muy bien a la cadencia de la serie.

Todos estos elementos adhesorios rayan a un nivel de pantalla grande, la lástima es que este cruce de historias resulta bastante desigual, repercutiendo en un ritmo que discurre a trompicones, irregularmente, mientras el espectador ansia saber más de Ace Bernstein, nos secuestran la atención con la poco creíble subtrama de los railbirds, me resulta forzada pues si les tocan más de 2 millones de dólares lo más lógico es que repartan y a vivir la gran vida, y no que se compren un caballo con la esperanza de generar más dinero, para seguir sobreviviendo en motel asqueroso, con el gurú del grupo siendo un enfermo que requeriría una muy más saludable vida, me chirría todo esto, no sabemos nada de su pasado, porque están estos retales de tipos unidos, gente que no tiene nada que ver unos con otros, el guaperas ludópata, con el cándido, con el de la silla de ruedas, piezas de un puzle que no encajan, no me los creo, están mal construidos. La historia de Nick Nolte se llena con su presencia y su carisma pero el fondo de lo que le pasa es demasiado liviano, no tiene fuerza. La del entrenador misántropo me ha resultado un estereotipo si hondura. El tiempo que se le dedica al mundo de los jockeys daría para mucho más, tiene su atractivo, el jinete veterano que resiste, el que está en auge y tras una lesión espera recuperar su sitio, y la jinete de buen corazón que aspira a hacerse un sitio, a esto se le añade un representante de ellos, un entrañable tipo solitario que desprende una ternura patética. Los creadores al querer abrir el abanico del mosaico que pulula alrededor del hipódromo hierran el tiro, el magnetismo baja cuando no está la trama protagonizada por Hoffman, las otras me han resultado frías y triviales, son michelines en un buen marco, pero michelines. A esto se le añade gran desaprovechamiento de actores, Joan Allen no se sabe que pinta con su rol blandengue, un Ted Levine inane, un Bruce Davison que pone el cazo, Mercedes Ruehl imponente pero escasa en participación, y más. (Continua en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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