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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Comedia Dos policías corruptos de Nuevo México intentan chantajear a cada criminal que se cruza en su camino. Todo tomará un giro de lo más funesto cuando intenten intimidar a alguien que resulta ser más peligroso que ellos. (FILMAFFINITY)
13 de junio de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
119/08(11/06(/17) Fallido film esta primera incursión en el cine estadounidense del prometedor realizador y guionista londinense John Michael McDonagh, y es que con sus dos primeras direcciones (en Irlanda y con un brillante Brendan Gleeson de protagonista), “The Guard” y “Calvary”, ha despertado grandes esperanzas con un tipo de cine fresco en sus diálogos, con un humor negro incisivo, con sátiras irreverentes en las que no deja títere con cabeza. Con lo que en su salto a USA había creado (por lo menos en mí) grandes expectativas, pero en esta comedia negra que parodia las buddy-movies (pelis de colegas) se pasa de vueltas, desbarra, se nota desequilibrado, quizás por estar fuera del medio irlandés, y aquí su humor políticamente incorrecto queda demasiado irregular, chirriante, acentuado por un hilo argumental que no soporta el mínimo análisis, un galimatías incomprensible, con personajes estrafalarios, esto no sería tan malo si las set-pieces tuvieran fuerza, pero en su conjunto quedan deslavazadas y sin apenas gracia, el descaro de sus pretéritos trabajos queda solapado por el exabrupto y mucha sal gorda, mucho humor gamberro, y poco ingenio, intenta ser una sátira de las habituales parejas de polis, pero esto está ya muy explotado y el director-guionista no aporta pizca de originalidad, esto repercute en una suerte de apatía general, de sensación de ir hacia ninguna parte, para llegar a ningún lado. Encima la pareja de protagonistas (Michael Peña y Alexander Skarsgard) la química es escasa (siendo benévolo), siendo sus diálogos metidos con calzador en sus réplicas y contrarréplicas. Cinta con efluvios a Tarantino, lo malo es que parecen descartes del realizador de Knoxville.

Terry Monroe (Alexander Skarsgard) y Bob Bolaño (Michael Peña), dos policías corruptos, regresan a la fuerza de policía de Albuquerque después de haber sido suspendidos por agredir a un compañero de trabajo racista. Bolaño y Monroe regularmente roban y extorsionan a los delincuentes, aceptan sobornos, y toman drogas. Mientras vigilan a unos ladrones se topan con un posible atraco, que lleva a cabo Jimmy Harris, un criminal local. Entran en contacto con uno de los antiguos socios de Harris, Reggie (Malcolm Barrett), y le obligan a revelar información al amenazarle con arrestarlo. Reggie y su amigo, el irlandés Pádraic (David Wilmott), identifican Clifford Reynard (Jonathan David Dixon), conductor del atraco. Tendrá importancia en el relato Jackie Hollis (Tessa Thompson), stripper novia de Harris; el andrógino Russell Birdwell (Caleb Landry Jones), que regenta un club nocturno; el aristócrata ingles metido en negocios turbios Lord james mangan (Theo James).

Intenta ser una comedia ácida con destellos de homenaje retro al cine policiaco de los 70 y 80 (los toques de música funk, vehículos, toallitas horizontales,…), apoyándose en una pareja disfuncional de policías corruptos, desarrollando el argumento difuso en base a diálogos forzados y una acción que tropieza sobre sí misma. La violencia brutal y sangrienta (atropellos a gente indefensa, atravesar con un vehículo un club de strip-tease, perforan el ojo de un tipo, hay una decapitación…) tiene gran importancia en el metraje haciendo mil y un chistes sobre ella, que sumada a un montaje ágil están nítidamente influenciada por el cine de Scorsese, Tarantino y Guy Ritchie, pero se ha dejado fuera la sustancia McDodanagh, el vacío existencial que lo cubre todo es enorme, intentan cubrir sus carencias con unas subtramas insulsas y pobres, no provocando sensación alguna en el espectador, que se queda frío, distante, pues la intensidad y tensión son nulas, a esta inanidad ayuda una evolución de la historia plana, lineal, sin sorpresas, bañando el minutaje con tópicos y clichés con pretenciosa gracia. Quedando un producto trivial sin fuste ni alma. La anarquía en que se mueve la película habla el viaje sin sentido alguno a Islandia, se ve que les sobraba dinero del presupuesto y decidieron darse un homenaje en el bello país ártico, un pegote. Además se mete un tema tan serio como la pornografía infantil tratado de un modo tan ligero que resulta un insulto a la inteligencia.

Se intenta dar relieve de altura con referencias a la cultura americana, a tópicos sobre el racismo policial, a la mitología griega, a chistes filosóficos, a seppukus famosos (Mishima), y sobre todo haciendo chanzas de todo tipo de etnias y grupos sociales, desde mimos, policías, barbudos, mujeres, homosexuales, japoneses, vagabundos, negros, musulmanes, cuáqueros, islandeses, la aristocracia, disléxicos, mexicanos, Stephen Hawking, y muchos más, en un tsunami sin fin, y con pobre gracia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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