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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Drama El descubrimiento en una cuneta del cuerpo de un hombre brutalmente asesinado hará que las vidas de varias personas se entrecrucen en Los Ángeles. Un policía veterano y racista, su compañero novato e idealista, la esposa del fiscal del distrito, un tendero iraní, un acaudalado matrimonio negro... Entre estos personajes surgirán tensiones raciales, religiosas y sociales que ilustran la caótica vida de los habitantes de Los Ángeles. Debut ... [+]
3 de octubre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
165/22(29/09/19) La oscarizada ópera prima como realizador (también produce) del canadiense Paul Haggis es un drama de poderoso calado emocional, guión escrito por el director junto a Bobby Moresco (“Million Dollar Baby”), componen un collage de historias sobre el tapiz de la jungla urbana de Los Ángeles, historias entrelazadas, al estilo de “Magnolia”, “Vidas Cruzadas” o “Grand Canyon”, siendo tema subyacente las latentes tensiones raciales, choques que indica su título (Crash traducido es colisión), paranoia, con blancos, negros, latinos, asiáticos, persas, se cruzan todo tipo de estratos sociales, desde policías, ladrones, cerrajeros, tenderos, fiscales, productores de tv, ello en un hervidero de prejuicios, intolerancia, denominada por Haggis como "pieza de pasión", Crash se inspiró en un incidente de la vida real en el que su Porsche fue robado en 1991 en una tienda de videos en Wilshire Boulevard. Es un mosaico de viñetas que se cruzan, donde priman los grises, donde la complejidad es la nota predomínate, donde las máscaras que nos autoimponemos, en situaciones extremas caen, ponderado esto cuando el oficial Ryan espeta al idealista agente Hanson, "Crees que sabes quién eres… No tienes idea", siendo este otro de los temas del film, un mundo de pecadores con oportunidades para la redención. Todo esto narrado con fluidez por Haggis, componiendo caracteres de modo ágil, donde subyace la idea sugerida al inicio por uno de los protagonistas de quien lo que falta entre las personas es comunicación, contacto humano.

Se abre de modo sugestivo con un monólogo de un policía, Graham (Don Cheaddle): “El sentido del tacto... En cualquier ciudad, vas caminando, sabes?, te rozas con la gente que pasa a tu lado, y la gente se toca contigo. En Los Ángeles nadie te toca. Estamos siempre detrás del metal y el cristal. Y tanto echamos de menos ese tacto que chocamos los unos con los otros. Solamente entonces podemos sentir algo”, el leit-motive del film, tras lo que nos damos cuenta que le habla a su acompañante en un coche, Ria (Jennifer Espósito), es de noche y son dos detectives de policía que han llegado a una cuneta donde hay un muerto (que Graham mira fuera de plano como si lo reconociera y afectara), la mujer es una latina que se baja y comienza una discusión con una mujer asiática que le ha dado por detrás con su auto, las dos se atacan por su condición racial (entre otras cosas, una la llama a la otra espalda mojada y la latina se ríe de modo de no pronunciar la r). La historia entonces retrocede día y medio.

Un micro universo donde el racismo es manejado de modo artero, sirve para atacar en estereotipos, como para vivir de él medrando políticamente para favorecer a minorías a favor de tus espurias aspiraciones. El director se adentra en lo políticamente incorrecto en el modo que con humor negro da en algunos casos la razón a estereotipos, para luego darles la vuelta y viceversa, haciéndonos ver en este crisol de situaciones que el racismo no es exclusivo de una raza, todas son culpables de “comprar” y expandir tópicos xenófobos. Un blanco ataca a un persa llamándolo árabe terrorista; el persa arremete contra un latinoamericano tildándolo de pandillero, esto también lo hace una mujer que lo veja cuando solo hace su trabajo; Esta mujer tiene una asistenta también latina a la que humilla sugiriendo que es un incompetente; Unos negros critican que unos blancos los vean como potenciales criminales y luego responden dando la razón a este cliché; Un policía negro llama a su amante latina mexicana, y esta se molesta por ser de origen de otros países hispanoamericanos (Puerto Rico y El Salvador); Esta mujer latina tiene discusión con una mujer asiática y se ríe de su acento que no pronuncia la r; La asiática arremete contra la latina por serlo; La mujer de esta asiática es un traficante de inmigrantes asiáticos; Un policía blanco resentido ultraja a una mujer negra ante su esposo negro, este policía cuida de su enfermo padre (que fue un empresario que ayudaba a negros), y al buscar ayuda ataca a una asistenta social negra diciendo que está en ese puesto por discriminación positiva, pero este mismo policía no duda en ayudar a salvar la vida de una mujer negra exponiendo su vida en ello; Un productor de tv es conminado a reforzar los estereotipos del lenguaje de la calle de los negros en un programa, este se molesta, pero luego no duda en rebelarse contra la policía con un lenguaje soez prototipo de los negros; Un policía joven idealista se siente molesto por la actitud racista de su compañero, pero luego en una situación extrema salen a relucir sus fantasmas interiores; Todo ello rpercute en mostrar la complejidad y ambigüedad del ser humano, sus contradicciones, su falibilidad.

Un argumento plagado de buenos diálogos, sin filtros, con réplicas y contrarréplicas que suenan a naturales, ello en un micro universo de personas alienadas por un entorno agrio, donde los resentimientos y contratiempos son el caldo de cultivo para chivos expiatorios raciales, un mundo donde las opiniones son boomerangs que se pueden volver en tu contra, donde los miedos al diferente son reflejos de nuestras propias inseguridades. Haggis compone su cinta en un ingenioso encadenado de clímax, uno tras otro, donde casi cada bloque resulta enardecedor en su potencia dramática, con robos, abusos sexuales, rescates, chantajes, milagros, provocaciones suicidas, asesinatos, y sobre todo crisis identitarias, donde los abrazos son la redención final de varios personajes.

Relato mezcla de historias de vez en cuando se cruzan, definiendo en su devenir de día y medio crean estado de ánimo desesperanzado en su conjunto, hay una crisis permanente en el modo prejuicios y clichés de razas son polvorín social a punto de estallar o estallando. Una noche hay un par de negros (Chris "Ludacris" Bridges y Larenz Tate) con pinta de universitarios discuten sobre modo avieso son mirados por los blancos por su raza, ... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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