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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Comedia H.I. (Nicolas Cage) y Edwina (Holly Hunter), una pareja que no puede tener hijos, pero que está dispuesta a formar una familia cueste lo que cueste, decide secuestrar a un bebé de una familia que acaba de tener quintillizos. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
263/31(29/12/16) Sugestivo segundo largometraje de los Coen (Joel & Ethan, producen, guionizan y dirigen), que tras una cinta de cine negro en su debut decidieron cambiar el tono a una farsa con trazas de aventuras, comedia, acción, y toques de drama romántico, donde es notoria la influencia del cartoon en el exceso (persecuciones, fugas, peleas, tiroteos, explosiones...), en lo vitriólico, en lo hiperrealista, en la caricatura de los personajes, en el modo de rodar, en unos gags delirantes que recuerdan en sus descacharrantes e imaginativas persecuciones a las del coyote sobre el correcaminos, sumándose unos diálogos ingeniosos y mordaces, y todo ello con un ritmo trepidante, ayudado por una puesta en escena enérgica y una música alusiva electrizante. Tras el marco de la comedia bufa se esconde señas de identidad de los hermanos, entreviéndose su visión pesimista del mundo, con una incisiva crítica a la familia como institución nuclear, a la clase media estadounidense, al matrimonio, y sobre todo al Sueño Americano de la idealizada vida feliz en familia.

El escenario es la Arizona profunda. Narra la historia de H. I. "Hi" McDonnough (Nicholas Cage), ladrón de poca monta, reincidente, especializado en robos a supermercados, se pasa la vida entrando y saliendo de prisión. Conoce y se enamora de Edwina "Ed" (Hunter), policía fotógrafa del penal de Tempe (Arizona), termina casándose, ´él se reforma y comienza a trabajar en un taller, son felices hasta que se enteran de que no podrán engendrar hijos, esto les lleva a una solución drástica. En la historia tendrá importancia un magnate local del mueble, Nathan Arizona (Trey Wilson); Dos presos fugados amigos de Hi, Gale y Evelle Snoats ( John Goodman y William Forsythe); el supervisor de Hi, Glen (Sam McMurray); Y el cazarecompensas Leonard Smalls (Randall "Tex" Cobb).

Un muy divertido y a la vez ácido relato con un desarrollo dinámico, con un argumento sencillo, que los directores saben poblar de personajes singulares, exagerados, hiperbólicos, muy del comic pasado de vueltas, y en este universo cuasi-toon se van mezclando todo tipo de situaciones jocosas en las que se va deconstruyendo la base de la sociedad, como es el matrimonio y de cómo como el fin debe ser tener hijos para ser una familia completa. Para ello los Coen ponen en el centro a una disfuncional pareja, formada por un ex-delincuente y una policía, esto les sirve para hacer una diatriba sobre lo complicado de la reinserción social de los marginados, sobre la redención, sobre lo complicado de cambiar para las personas con un pasado turbulento, sobre los prejuicios sociales, exhibiendo un microcosmos de sociedad egoísta, mezquina, codiciosa, patética, pero los realizadores saben impregnar de dulzura y cariño a los protagonistas, mimándolos y haciéndonos comprender sus motivaciones.

La cinta te atrapa ya desde su hiperágil presentación de protagonistas, en un alarde de síntesis endemoniada en pocos minutos nos relatan un romance contrapuesto, para luego sumergirnos en una historia hilarante en sus momentos de humor en miscelánea con las surrealistas escenas de acción, provocando humor remanente de todo tipo, desde el dialéctico, el de equívocos, el de slapstick, el absurdo, haciendo que el espectador no tenga respiro y con ello quede cercenado el aburrimiento. Y todo ello sazonado de deliciosas dosis de entrañable onirismo, esto un clásico de los Coen (“Sangre fácil”, “Muerte entre la flores” o “El gran Lebowski” dan muestras de ello), en este caso sirve para dar momentos que conmueven por el modo sensible en que los narra “Hi”, dándole una patina de ensoñación quimérica deliciosa.

La puesta en escena resulta poderosa, con un excelente diseño de producción de Jane Musky (“Sangre fácil” o “Ghost”), recreando un mundo en la frontera de lo post-apocalíptico en el desierto de Arizona (Phoenix, Florence, Tempe, Carefree...), con sus infinitas carreteras donde el horizonte se pierde, surcadas de áridos paisajes con cactus a doquier, Barry Sonnenfeld (“Muerte entre las flores” o “Misery”), con una cámara nerviosa en mano, jugando con la perspectiva del espectador, con tomas a ras de suelo, con picados y contrapicados, con inquietantes subjetivos, con espléndidos travellings, encuadres opresivos, con atronadores primeros planos que sonsacan la enorme expresividad de los actores (destacar el de los hermanos fugados cuando se dan cuenta han olvidado al peque y se ponen a gritar al unísono), bañando de un radiante soleado colorido la pantalla, una labor maravillosa que dota de una vitalidad singular la cinta. Tiene enorme importancia en la creación de la atmósfera la música de Carter Burwell (“Muerte entre las flores” o “Rob Roy”), dotando de intensidad el metraje con sus neurálgicas melodías country cuasi-hillbilly alusivas al territorio en que nos movemos, con piezas de banjo (toca Ben Freed), arpa judía y guitarra (Mieczyslaw Litwinski), yodeling y John R. Crowder), silbidos y coros folk de reminiscencias tirolesas (también llamados yodeling, a cargo de John R. Crowder), que enardecen por el tremebundo ritmo que imprimen, asimismo se oye un fragmento del "Himno de la alegría", de la 9ª de Beethoven, Holly Hunter canta la balada, “Down In The Willow Garden” ( "Abajo en el jardín del sauce como"), a modo de nana inquietante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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