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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama. Thriller Durante un permiso carcelario, Sailor va a ver a su novia Lula y ambos deciden huir a California. La madre de la chica, que se opone a esta relación, se pone en contacto con un mafioso para que elimine a Sailor. En realidad, quiere deshacerse de él porque el joven presenció cómo ella y su amante asesinaban a su marido. La huida de Sailor y Lula va acompañada de turbios acontecimientos y sórdidos recuerdos. (FILMAFFINITY)
26 de mayo de 2020
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142/26(23/05/20) Fallido film del director de culto David Lynch, thriller romántico escrito por él mismo basándose libremente en la novela homónima de 1989 de Barry Gifford (Lynch lo escribió en 6 días y complementado con improvisaciones y aportaciones de los actores, ejemplo la chaqueta de piel de cocodrilo idea de Nicolas Cage), alterando sobre todo la naturaleza de su final, girando en torno a Sailor Ripley (Cage) y Lula Pace Fortune (Dern), joven pareja de Cape Fear (Carolina del Norte), que huye de su madre dominante y los mafiosos que contrata para matar a Sailor, en lo que Lynch evoca a una road-movie mezclado con trazas de cuento de hadas en sus referencias constantes a “El Mago de OZ”, donde cabe también la iconografía Elvis Presley. Lynch parece más enfocado en ‘embizarrar’ a sus personajes que en exponer una historia sólida, parece embebido de sí mismo montado en la ola del éxito de su anterior film “Terciopelo Azul” (1986), y en pleno boom de la serie “Twin Peaks”, el director nos monta en una montaña rusa con una historia de fondo hueca, no hay nada en su poso que me haga emocionar, todo me es metido con calzador, mera excusa (McGuffin) para insertar su surrealista mundo interior, en la manida narración de una pareja de amantes que huyen hacia la nada, “Los amantes de la noche” de Nicholas Ray, “El demonio de las armas” de Joseph H. Lewis, o “Bonnie & Clyde” de Arthur Penn, aquí sin aportar nada nuevo. Lynch solo está preocupado en colocar set-piecs extrañas, barrocas, bizarras, repelentes, y por supuesto turbadoras, pero todo parece forzado en una historia que no aguanta un revisionado. Las situaciones grotescas /gore se dan por acumulación, pero en un marco donde reina el caos, la aparente necesidad de impactar en sus viñetas, más que en ofrecernos una historia atractiva, como si daba en “Terciopelo Azul”, donde los elementos ‘kafkianos’ se entremezclaban de modo cautivador a la mucha sustancia reflexiva de su historia. Lynch está enamorado de su iconografía rebosante de violencia atávica en plena América profunda, impactos gores, insectos sobre restos humanos, desmembramientos, escenas de sexo pasional/ardiente, tramos onírico/absurdos, personajes disfuncionales/caricaturescos, música que adorna climáticamente muchas escenas, y por supuesto humor negro, pero adolece de un relato que encaucen estas obsesiones lynchianas, para derivar un film estimable por partes, pero sin cohesión en su suma.

Lynch marca las cartas a jugar desde su inicio ultra-violento, primero escuchamos la música de Glenn Miller con su “In the mood”, tras lo que nos vemos en unas enormes escaleras a la salida de una fiesta, Sailor Ripley (Nicolas Cage) es abordado por un tipo que le provoca con que ha abusado de su ‘suegra’ (Marietta Fortune por Diane Ladd, que observa escondida). Termina sacando un cuchillo contra Sailor, tras lo que este lo desarma y en un ataque de furia descontrolada, en un crescendo atávico le va reventando la cabeza a golpes contra el suelo, salpicándole la sangre y el interior del cerebro, vemos su cráneo abierto en el suelo. Sailor se levanta, enciende un cigarrillo y apunta de modo teatral a Marietta arriba de las escaleras. Este arranque deja constancia de que Lynch a buscar colocar en estado de shock al espectador, más que en componer un marco en que se asiente con coherencia este microuniverso; Escenas como la del accidente nocturno que encuentran Lula y Sailor, que marca de modo siniestro/fatídico la entrada en la deprimente Big Tuna ("Big Tuna no es exactamente Ciudad Esmeralda", dice Lula); El acoso del pérfido Bobby Peru (Willem Dafoe) a Lula, una serpiente de lujuria retorcida; El rapto y posterior humillación a Johnnie Farragut (Harry Dean Stanton) por parte de Perdita Durango (Isabella Rossellini), en medio de una especie de akelarre nocturno; La mutilación de una mano que un tipo busca desesperado y que luego vemos a un perro llevándosela (copia/homenaje a la kurosawaina “Yojimbo”); o por supuesto lo más neurálgico y que probablemente es lo que más se le quedó al público es como un personaje (no quiero spoilear) se revienta la cabeza con una escopeta, saltando esta cual pelota por los aires. Siendo esta escena l que causó más problemas con la censura.

Pero se sienten escenas aisladas en medio de un desarrollo que divaga entre lo atropellado y lo forzado. La pareja de enamorados Lula y Sailor huyen hacia no se sabe dónde. La madre de ella, Marietta, pide a uno de sus amantes, Johnnie Farragut, que los busque y mater a Sailor. Y a continuación sin saberse porque vuelve a ‘fichar’ a otro de sus amantes para lo mismo, Marcello Santos (JE Freeman), que le pide permiso para acabar con Farragut, ella se lo da. Este Santos a su vz subcontrata acabar con Farragut al Sr. Reindeer (W. Morgan Sheppard), que vive en un prostíbulo y un trío de asesinos ‘satánicos’ (Calvin Lockhart, David Patrick Kelly y Grace Zabriskie. Salidos de “Twin Peaks”). Pero sin embargo esta subtrama nunca se cruza con la de Lula y Sailor, sucede aparte de estos, en medio de situaciones dantescas sin sentido; Nos cuelan situaciones que no van a ningún lado, solo por el placer de colarnos situaciones turbadoras, como la violación y posterior accidente del sádico, o el flash-back con primo de Lula, "Jingle" Dell (extravagante es decir poco Crispin Glover), ser demente que desea que todos los días sean Navidad (¿?), adicto enfermizo a hacerse cientos de sándwiches (¿?), tiene entre sus aficiones poner cucarachas en su ropa interior, siendo el zenit que se sodomiza con estos insectos. Aporta a la trama nada, pero Lynch lo pone cual árbol de Navidad donde todo se puede colgar.

Para el director es más importante la atmósfera que lo que cuenta, cual spot alargado, intenta hacernos sentir un mundo salvaje, hostil, y sórdido. Potenciando el calor mediante constantes insertos de imágenes ardientes. Apoyado en la atmosférica cinematografía de Frederick Elmes (“Terciopelo Azul”),... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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