129/12(15/07/16) Abracadabrante ópera prima del cineasta ruso Ilya Naishuller (germen su realización de un videoclip en subjetivo de su banda, Biting Elbows, del tema 'Bad Motherfucker' de 2013) , obra no apta a todos los paladares, que seguro se convertirá de culto con el boca a boca, es como subirse en una montaña rusa (nunca mejor dicho) ello en modelo realidad virtual, sin moverte de tu sillón te sentirás inmerso en una aventura trepidante, frenética, vibrante, ejercicio de estilo, experiencia única, habrá quien la deteste, se maree con ella, le parezca insufrible, yo no soy de esos, durante un rato he estado metido en un avatar sintiéndome dentro del cuerpo de un superhombre, sumergido en una odisea de acción sublime de coreografía de formidables f/x, divertimento que no se toma en serio así mismo, solo un pasatiempo, pero de altura... y vertiginoso. Filmada íntegramente en Moscú con cámaras GoPro (en un casco, en una mochila...), haciéndonos el director nos un héroe de acción. Una inmersiva experiencia audiovisual, adrenalítica, salvaje, violenta, gore, haciéndonos saltar, volar, escalar, disparar, matar, atravesar ventanas, furgonetas, edificios, con explosiones, muertos, casquería, tiroteos, y mucha, mucha sangre, convirtiéndose en un tour de forcé por la capital rusa de proporciones endiabladas. Su realización fue tan complicada que el making off sería también recomendable.

Ha habido otros films en subjetivo en la historia del cine, se considera “La dama del lago” (1947) la primera rodada en este formato en su totalidad, a este se homenajea en este film cuando en una pared vemos el cartel de dicho film de los 40, más recientes son las experiencias de “El arca rusa” (2002), “Enter the Void” (2009) y Maniac (2012), otros han asentado gran parte de su atractivo en esto, como “La senda tenebrosa” (1947), la primera mitad del film es en primera persona, “Días extraños” (1995) arranca y tiene en este medio parte de su interés, o un tramo de la cinta de terror “VHS 2” (2013). Pero esta “Hardcore Henry” es la primera que despliega un despliegue de acción continuo, un volcán en erupción infinita.

Guión del propio director, va directo a la acción desde el arranque, sin divagaciones que estorben, el clásico bien contra el mal de toda la vida, con algunas reflexiones tenues sobre los recuerdos, y lo frágil y manipulable de la memoria, no entra a analizar las motivaciones espúreas del malo malísimo, simplemente lo es, no hay exploración de personajes, ni de sus interrelaciones, no hay tiempo para relleno superfluo desvíe lo importante, mordaz mezcla de acción desmesurada con humor negro desengrasante que resta intensidad, pero suma atractivo evasivo, su sangriento tono se marca a fuego desde sus créditos iníciales. El argumento es nimia excusa propone como motor de la acción el McGuffin de la búsqueda por Moscú de la esposa, mientras sortea a mil y un sicarios del villano, y entre medias debe ir reponiendo baterías, pretexto para alambicada aventura de acción en POV, con caídas, golpes, desmembramientos, balaceras, parkour, lanzallamas, helicópteros, tanques, ello vivido con un afán de divertimento entre lo comicquero y el videojuego shoot’em up, la cámara se convierte en nuestros ojos, escafandra para incrustarnos dentro de la pantalla en medio de un sinfín de situaciones espectaculares, moviéndonos por dirigibles, puentes, motos, el metro, centros comerciales, caballos, atravesando furgonetas, ventanas,... Gamberrada formato film deleitara a los que gusten de obras singulares que te envuelven en un submundo particular de modo que te hacen sentir un niño. Sin apenas respiro para este desarrollo cual avalancha imparable, tiene escasos remansos para relacionarse el protagonista Henry con un impresionante multipersonaje, y en estos minitramos sobresale un humor bizarro punzante.

Puesta en escena sobresaliente para envolverte en este loop sobre loop, recrea una Moscú mugrienta, sucia, feista, siendo lo importante la cámara GoPro, las muchas montadas de varias formas en los “Henry”, especialmente una en una máscara creada por Sergey Valyaev, denominada la "Máscara de Aventura", con sistema de estabilización de electrónica o imanes, creado esto por el director de fotografía, Vsevolod Kaptur, para infundir al espectador sensación de estar en primera persona en la acción y lo hace con éxito, aderezado por un fulgurante colorido, añadiéndose un neurálgico montaje de Steve Mirkovich (“La Pasión de Cristo”), que imprime vigor en transiciones fluidas que suman ritmo, anulando lo innecesario. Fundamental es score creado por Darya Charusha, centelleante, sumándose temas pop que atomizan las escenas de acción, en algunos casos de modo paradójico y juguetón el tema con lo que vemos, como el 'Let Me Down Easy' de The Stranglers durante los (créditos iníciales), “My girl” de los Temptations en la escena del burdel, 'Won´t You Come Over' de Devendra Banhart, 'I´ve Got You Under My Skin' de Cole Porter ( en el toru de forcé bailarín de Jimmy), 'Strychnine' de The Sonics, o el 'Don´t Stop Me Now' de Queen en la carnicería del clímax final. Para emitirnos un jugoso video-clip de 90 minutos que consigue la facultad de no cansarte.

Henry encarnado originalmente por el experto en deportes extremos (especialmente parkour) Sergey Valyaev, la sujeción de la cámara utilizada en la producción le causó dolor de cuello severo, pasó el testigo a Andrei Dementiev (también interpreta a Slick Dmitry), este también sufrió dolor de cuello, además de perder un diente después de ser golpeado accidentalmente por un doble de acción. En algunas escenas, Henry interpretado por el propio Naishuller, Henry fue encarnado por 12 personas diferentes, la mayoría de momentos de acción intensiva dado a dos dobles de acción, cuando Henry salta a un helicóptero en vuelo es un especialista en salto base.