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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Thriller. Drama Cuatro jóvenes estudiantes con ganas de mucha juerga acaban en la cárcel, tras ser sorprendidas en una casa llena de drogas durante sus locas vacaciones escolares de primavera (spring break). Pronto salen bajo fianza gracias a un joven traficante de armas y de drogas (James Franco) que ve en las chicas a unas potenciales delincuentes que podrían serle útiles. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
197/02(03/12/13) El realizador Harmony Korine nos obsequia con una obra irreverente que arremete contra una juventud desorientada, sin esperanzas, decadente, indiferente al futuro, falta de ideales, sin más referentes que las tóxicas modas televisivas/MTV, es una devastadora mirilla por donde asoma la patita una sociedad enferma, alerta sobra el advenimiento de una generación perdida. Lo hace con un estilo visual videoclipero-lisérgico que entiendo yo pretende parodiar. Es un trabajo no apto a todos los paladares, cinta sin argumento lineal, un conjunto de ideas con nos llegan como un cañón.

Arranca en una universidad, cuatro amigas, Brit (Ashley Benson), Candy (Vanessa Hudgens), Cotty-Jonesing (Rachel, esposa del realizador) y Faith (Selena Gómez), ansían pasar unas alocadas vacaciones de primavera en Florida (el Spring Breaker), el problema es que no tienen plata suficiente, así que deciden atracar una cafetería, les sale bien y viajan a su Edén particular, un microcosmos formado por jóvenes con ganas de mucha marcha, donde se mezclan, playa, bikinis, alcohol, drogas y orgías, hasta que un día las detienen y aparece su particular Príncipe Azul, ‘Alíen’ (gran James Franco), que las saca del trullo.

Korine expone su film como un sueño febril hiperrealista, incluso te preguntas si es real o no lo que vemos, obra sin prácticamente sin historia, con bucles constantes, voz en off que evoca nostalgia, un despliegue visual cromático hipnótico, un fresco desolador de una juventud sin más horizonte que el sexo, las drogas y el dinero fácil. El director reviste su film de un halo melancólico sugestivo, estas jóvenes viven estos ‘Spring Breakers’ como si fueran los últimos días. Lo más impactante es que Korine nos exhibe este Universo juvenil con una estética videoclipera redundante, un montaje que crea una sensación cuasi-alucinógena, nuestro estado mental se ralentiza, se engulle de múltiples repeticiones de discursos e imágenes, el tiempo es elástico, va de adelante a atrás constantemente. Es un zás en toda la boca al Sueño Americano, una torticera búsqueda de la felicidad, se refleja una pérdida de identidad, paradójicamente una de ellas dice <Hacemos el viaje para encontrar nuestra identidad>, las protagonistas son clichés sin alma, carecen de individualidad a favor de ser uno más, nos dice, no sin razón que los jóvenes sueñan con una Fiesta Playera interminable. La cinta navega por la fina línea entre la crítica y la oda, y sale victorioso, como he leído acertadamente no es un film vacío (a muchos les parecerá), es un film sobre el vacío, radiografía a una juventud vacía, envuelta en un deprimente sentimiento nihilista, gente snob, sin personalidad.

La película me atrapa desde su sugerente inicio, vemos lo que es el ‘Spring Break’ (periodo de vacaciones al comienzo de la primavera del que gozan las universidades americanas), imágenes psicodélicas de de una fiesta en la playa donde decenas de adolescentes se descontrolan, bellos cuerpos con bikinis, bailan, ponen poses obscenas, beben, a una rubia en top less le bañan los pechos alegremente en cerveza, hay más en top less con pipas de ‘maría’, siguen las sonrisas los movimientos explícitos, un grupo de muchachas chupan helados lascivamente, la cámara sigue todo en un slow cuasi-onírico, y de fondo música disco de Skrillex 'Scary Monsters And Nice Sprites’, cambiamos, pasamos a las protagonistas, fuman tranquilamente droga en un letargico cuarto, pasamos a una clase y mientras un profesor habla de la reconstrucción americana una de ellas aburrida dibuja un corazón y dentro escribe ‘amo un pene’ se lo enseña a la amiga de al lado y esta le responde subiendo el tono, un gran falo, dentro ‘springbreak bitch’ e imita una felación, y para desconcertarnos saltamos a una reunión cristiana donde un tipo da un ferviente sermón y se ponen a cantar un himno religiosos, estos elementos nos magnetizan por su vigor visual. Son muchachas que solo piensan en disfrutar, su vacío existencial es notorio, una de ellas parece tener picores espirituales, queda nítido en estos minutos el tono surrealista que no abandonará el film. Korine expone un demoledor experimento sociológico, con sus peculiares formas te atrae cual flautista de Hamellin, una dura crítica a esta cultura pop que ahueca la mente y que solo pare emitir disfruta como si no hubiera mañana, para ello nada mejor que bacanales hedonistas, una amoralidad constante, ausencia de principios, es el anti-retrato de la madurez.

Hay un tramo en la cinta que es de gran brillantez, es todo lo referente al robo a la cafetería, el modo en que lo planean las tres (Faith no participa), entre porros que se pasan el humo una a otra en besos, le van a quitar la camioneta a un profesor, se toman unas rayas de coca, se animan una a otra sobre que hacerlo será como un videojuego, <Hay que conseguir el puto dinero y largarse a la playa!> (menudo filosofía de vida), se bañan como purificándose en una fuente, se dirigen en silencio a la cafetería por la puerta delantera, saldrán por atrás, se bajan dos, Candy y Brit con sus pasamontañas, minishorts, pistolas de agua y un martillo, y la cámara se queda con la conductora, Cotty, en un espléndido travelling de un minuto vemos el atraco desde el auto, este circula lentamente mientras vemos como las chicas atemorizan a los clientes, pasamos por varias ventanas, en especie de niveles de videojuego, hasta que salen adrenalizadas, se montan en el carro, y gritan extasiadas, para terminar incendiando el coche, excelente. Lo celebran fumando droga, revolcándose en la plata y con frases como <Solo de ver el dinero se me moja el coño> o <Si hasta parece que me han crecido las tetas>, en la siguiente escena ya están en el autobús desfasadas hacia el ‘Spring Break’. En un ingenioso recurso el director nos muestra el robo desde dentro, cuando las tres se lo cuentan a Faith mientras lo escenifican. (Continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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