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Voto de TOM REGAN:
6
4,7
5.180
Aventuras. Drama
Judah Ben-Hur (Jack Huston) es un príncipe falsamente acusado de traición por su hermano adoptivo Messala (Toby Kebbell), un oficial del ejército romano. Desposeído de su título y separado de su familia y de la mujer que ama (Nazanin Boniadi), Judah es condenado a la esclavitud en las galeras. Después de varios años, Judah regresa a su tierra natal en busca de venganza, pero encontrará su propia redención. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2017
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261/29(26/12/16) La crítica especializada esperaba con el cuchillo en los dientes esta nueva versión de la famosa novela de 1880 del juez estadounidense Lew Wallace, la mayoría con el argumento de que no había necesidad de hacer un remake de la obra homónima y multi-oscarizada (11) de William Wyler de 1959, como si esta no fuera a su vez un remake de la versión muda de 1925 de Fred Niblo (hay otra versión en cortometraje anterior apócrifa de 1907), no es lo importante, esto no tendría porque ser visto como remake, sino como un enfoque de la novela, lo clave es aportar algo nuevo. Hay que verla sin prejuicios (difícil), darle oportunidad, y entonces, con todo lo dicho debo decir “Fallida!!!”. El realizador ruso Timur Bekmambetov ha convertido una historia exuberante de mística, excelsa reflexión sobre la amistad, odio, venganza, redención, fe religiosa, y la ha transformado en pastiche blandengue, débil de contenido, sin alma, desprovista de fuerza emocional, intenta sintetizar recortando a la mitad el metraje y se ha pegado un tiro en el pie, pues el comportamiento de los personajes queda arbitrario, sin sentido y precipitado no se desarrollan orgánicamente las relaciones entre los protagonistas, restando solidez a los caracteres, se sienten artificiosos, con cambios de guión que son un lastre penoso, todo parece estar encaminado a los dos clímax de acción, la batalla naval y la carrera de cuadrigas, donde los avances técnicos sobre las versiones pretéritas brillaran, pero esto siendo bueno, no es suficiente para tapar sus agujeros. Guionizada por Keith R. Clarke (“Camino a La Libertad”) y John Ridley (“12 Años De Esclavitud”, “Red Tails”), se convierte en algo plúmbeo, anulado de la espiritual religiosa que las otras detentaban, lo mejor que se puede decir es que entretiene, no aburre, tiene fenomenal ambientación, con decorados reales, exteriores cuidados con mimo, pero adolece de garra para cautivar, no ayuda un Ben-Hur en la figura de Jack Huston, cercenado de la majestuosidad de un imperial Charlton Heston.
La historia se siente resumen de la que debiera ser, solo parece importar la acción en claro detrimento del desarrollo de los personajes, queriendo imprimir ritmo han sesgado multitud de metraje (ejemplo toda la subtrama referente a cuando Ben-Hur rescata al senador Quinto Arrio de la batalla naval), y con ello personajes y subtramas que enriquecían a los protagonistas y daban dimensión dramática a los mismos, ahondaba en sus personalidades y motivaciones, aquí es algo trufado, discurre a empujones, atropellándose en una cuesta abajo en la que no hay tiempo para dar vida a estos personajes acartonados, sin evolución lógica de los mismos, y como el realizador parece consciente de sus desatinos intenta cubrir estas lagunas (u océanos) con la narración en off de Ilderim (Freeman), sintiéndose esto un parche grimante, adolece de cohesión narrativa. Se quieren aportar resortes modernos, como el hablarnos de la “resistencia” judía en los zelotes frente al invasor y ocupante romano, queriendo quizás hacer alguna alegoría a la Israel actual, esto queda plano y metido con calzador. El colmo de los desatinos es su final políticamente correcto, por lo apresurado, tras la notable competición de cuadrigas parece se hubieran dado cuenta se les hiciera tarde y tuvieran que tomar el avión, hay un desenlace chirriante, un pegote que descoloca por lo pasteloso y edulcorado, dan arcadas su conclusión (spoiler), luego para rematar la faena vienen sus créditos finales con una canción pop “The only way out”, de Andra Day, que te saca (si ya no lo estuvieras) del tiempo del film.
Un film al que le falta frescura, chispa, emoción, le sobra frialdad, unos protagonistas que ofrezcan carisma, todos tan planos como una mesa (a excepción de Morgan Freeman), no hay secundarios que den soporte, me refiero a la madre de Ben-Hur, la hermana, Esther y Simónides, meros figuras clichés, de personalidad indefinida, con el acabose del final (spoiler), no hay espacio temporal para profundizar en el drama personal.
Otro error es el modo en que se encara el tema religioso del film, crucial en la novela, con la elegancia elegiaca que ingeniosamente William Wyler daba a Jesús, mostrando solo su mano y su voz, creando un halo de misterio mágico a su alrededor en cada una de sus apariciones, viéndose su rostro se anula el arcano de su imagen, pero es que además es interpretado por un actor tan soso y carente majestuosidad que puede hacer que porque anulaciones del carnet de cristiano, sus diálogos y frases del todo a cien del buenismo dan escozor, la liviandad con que es tratado su personaje denota como si les estorbara y hubiera que meterlo a empellones, su crucifixión (no puede ser spoiler) es probablemente la más anticlimática de las representadas en cine, hecha con el acelerador puesto, sin agonía, sin mística, derivando en la des-emoción.
De los actores es una lástima los protagonistas noaprovechen la oportunidad. Jack Huston está desprovisto de fuerza, de solidez, de presencia para sostener un rol encarnado por mitos como Ramon Novarro y Charlton Heston, el traje le queda muy grande y patina en un mar de insustancialidad, siempre con la misma inexpresividad, parece estreñido, solo cambia en la carrera de cuadrigas. Toby Kebbell se encuentra perdido en papel mal escrito, mal delineado y lastimeramente desarrollado, con el culmen de su final estridente. Solo se salva del estropicio un Morgan Freeman siempre competente para saber dar vigor una piedra, dotando de regio carácter a su rol, aunque es torpedeado por las rastas aparatosas que le colocan.
Puesta en escena propia de una superproducción, en esto no hay queja, con un extraordinario diseño de producción de Naomi Shohan (“American beauty”), eligiendo Matera (Italia) para recrear Jerusalén, lugar donde se han rodado cintas bíblicas como “El Evangelio según San Mateo” (1964), “Rey David” (1985), o “La pasión de Cristo” (2004),... (sigue en spoiler)
La historia se siente resumen de la que debiera ser, solo parece importar la acción en claro detrimento del desarrollo de los personajes, queriendo imprimir ritmo han sesgado multitud de metraje (ejemplo toda la subtrama referente a cuando Ben-Hur rescata al senador Quinto Arrio de la batalla naval), y con ello personajes y subtramas que enriquecían a los protagonistas y daban dimensión dramática a los mismos, ahondaba en sus personalidades y motivaciones, aquí es algo trufado, discurre a empujones, atropellándose en una cuesta abajo en la que no hay tiempo para dar vida a estos personajes acartonados, sin evolución lógica de los mismos, y como el realizador parece consciente de sus desatinos intenta cubrir estas lagunas (u océanos) con la narración en off de Ilderim (Freeman), sintiéndose esto un parche grimante, adolece de cohesión narrativa. Se quieren aportar resortes modernos, como el hablarnos de la “resistencia” judía en los zelotes frente al invasor y ocupante romano, queriendo quizás hacer alguna alegoría a la Israel actual, esto queda plano y metido con calzador. El colmo de los desatinos es su final políticamente correcto, por lo apresurado, tras la notable competición de cuadrigas parece se hubieran dado cuenta se les hiciera tarde y tuvieran que tomar el avión, hay un desenlace chirriante, un pegote que descoloca por lo pasteloso y edulcorado, dan arcadas su conclusión (spoiler), luego para rematar la faena vienen sus créditos finales con una canción pop “The only way out”, de Andra Day, que te saca (si ya no lo estuvieras) del tiempo del film.
Un film al que le falta frescura, chispa, emoción, le sobra frialdad, unos protagonistas que ofrezcan carisma, todos tan planos como una mesa (a excepción de Morgan Freeman), no hay secundarios que den soporte, me refiero a la madre de Ben-Hur, la hermana, Esther y Simónides, meros figuras clichés, de personalidad indefinida, con el acabose del final (spoiler), no hay espacio temporal para profundizar en el drama personal.
Otro error es el modo en que se encara el tema religioso del film, crucial en la novela, con la elegancia elegiaca que ingeniosamente William Wyler daba a Jesús, mostrando solo su mano y su voz, creando un halo de misterio mágico a su alrededor en cada una de sus apariciones, viéndose su rostro se anula el arcano de su imagen, pero es que además es interpretado por un actor tan soso y carente majestuosidad que puede hacer que porque anulaciones del carnet de cristiano, sus diálogos y frases del todo a cien del buenismo dan escozor, la liviandad con que es tratado su personaje denota como si les estorbara y hubiera que meterlo a empellones, su crucifixión (no puede ser spoiler) es probablemente la más anticlimática de las representadas en cine, hecha con el acelerador puesto, sin agonía, sin mística, derivando en la des-emoción.
De los actores es una lástima los protagonistas noaprovechen la oportunidad. Jack Huston está desprovisto de fuerza, de solidez, de presencia para sostener un rol encarnado por mitos como Ramon Novarro y Charlton Heston, el traje le queda muy grande y patina en un mar de insustancialidad, siempre con la misma inexpresividad, parece estreñido, solo cambia en la carrera de cuadrigas. Toby Kebbell se encuentra perdido en papel mal escrito, mal delineado y lastimeramente desarrollado, con el culmen de su final estridente. Solo se salva del estropicio un Morgan Freeman siempre competente para saber dar vigor una piedra, dotando de regio carácter a su rol, aunque es torpedeado por las rastas aparatosas que le colocan.
Puesta en escena propia de una superproducción, en esto no hay queja, con un extraordinario diseño de producción de Naomi Shohan (“American beauty”), eligiendo Matera (Italia) para recrear Jerusalén, lugar donde se han rodado cintas bíblicas como “El Evangelio según San Mateo” (1964), “Rey David” (1985), o “La pasión de Cristo” (2004),... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... para interiores y la carrera de cuadrigas la producción se trasladó a los estudios de Cinecittà , se utilizaron más de 2000 extras, asimismo se rodaron algunas escenas en Painted Canyon en Billings County (Dakota del Norte-USA). Destacando la colosal escena de 10 minutos (como en las anteriores versiones de la mítica carrera de cuadrigas), todo un alarde de acción trepidante e intensa. La fotografía de Oliver Wood (“Bourne identity”) inunda de colorido la pantalla, con patinado de tonalidades terrosas, aporta agilidad en la acción, con algunas tomas simbólicas (la cenital de Ben-Hur naufrago sobre las velas rotas de un barco a modo de crucificado). Marco Beltrami (“Terminator 3”) es el que pone el score sin dejar especial huella, lejos de crear el aura espiritual-epopéyica que el relato requiere.
Spoiler:
Momentos recordables: La batalla naval vista desde el punto de vista de Ben-Hur resulta magnífica; La que da sentido al film, la carrera de cuadrigas, fabulosa en toda su grandilocuencia; Asimismo me ha gustado la entrada de la legión romana a Jerusalén, atronadora con las fanfarrias aterradoras en su desplazamiento.
Ridículo final: Muere Jesús, y Ildarim compra la libertad de la madre y hermana de Ben-Hur, en paralelo Ben-Hur visita la enfermería de la arena y allí se encuentra con Mesala este tras un efímero ataque de rabia se reconcilia en un abrazo con Ben-Hur, en una de los momentos más destemplados que recuerdo, todo huele a marchito, queriendo meternos a cucharadas la doctrina católica del perdón y la redención, donde no hay cabida para el odio y la venganza, almibarado hasta no ser recomendable para diabéticos, pero no es suficiente, aún hay más. Ben-Hur y Mesala van por un camino al encuentro de la madre e hija del primero, por cierto a Ben nadie le había dicho que Ildarim las había liberado, se encuentran y Naomi y Tirsa con el tipo que las encarceló de por vida en un a inmunda prisión donde enfermaron de la peste, y que hacen? Reprenderle, insultarle, darle la espalda? NO!!! Le abrazan emocionadamente, epílogo propio de un capítulo de los osos amorosos, y venga, a cabalgar de nuevo los dos hermanastros, por cierto que no se sabe donde van por el desierto hacia la nada, y qué más da, a nadie le importa.
Queriendo ser original se zancadillean a sí mismos: En la de Wyler Ben-Hur se autoinculpa del intento de asesinato de Poncio Pilatos, para encubrir a su hermana Tirsa, tiene lógica, aquí es para encubrir a un zelote desagradecido, y Ben en vez de entregarlo para salvar a su familia, decide protegerlo, dejando solo la salida a Mesala de apresarlo para darle una lección, que debería hacer este, dejarlo marchar? Con lo que las ansias de venganza de Ben-Hur están difusamente justificadas.
Qué gran casualidad!!! Naufraga Ben-Hur con la flota romana, (no se sabe porque es el único superviviente, mención aparte las cadenas flotantes), y va a parar a una playa donde te recoge un empresario que va camino de tu ciudad Jerusalem, pero es que además el negocio del empresario es el de las cuadrigas, justo el que practica el enemigo de Ben-Hur.
Ildarim es criador de caballos y no sabe de enfermedades de caballos, es que pasa el tiempo cuidándose sus lujuriosas rastas.
Por haber atacado Ben-Hur a Mesala, los romanos van a crucificar a 20 judíos, (invención de esta versión) y a Ben-Hur no parece importarle lo mínimo, se lo dice Tirsa y a él no parece provocarle pesar alguno, de hecho no sabremos más de estos infelices condenados.
Nunca se hace mención a que Ben-Hur sepa manejar una cuadriga, Ildarim en cuatro clases intensivas le hace el mejor de los mejores, este Ildarim si que podría haber hecho de Jesús, por sus dotes de pedagogía extraordinarias.
En conjunto, sumado lo bueno y malo, queda un producto entretenido, pero al que la sombra de las anteriores versiones aplasta. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: http://tomregan.blogspot.com/2017/01/ben-hur.html
Spoiler:
Momentos recordables: La batalla naval vista desde el punto de vista de Ben-Hur resulta magnífica; La que da sentido al film, la carrera de cuadrigas, fabulosa en toda su grandilocuencia; Asimismo me ha gustado la entrada de la legión romana a Jerusalén, atronadora con las fanfarrias aterradoras en su desplazamiento.
Ridículo final: Muere Jesús, y Ildarim compra la libertad de la madre y hermana de Ben-Hur, en paralelo Ben-Hur visita la enfermería de la arena y allí se encuentra con Mesala este tras un efímero ataque de rabia se reconcilia en un abrazo con Ben-Hur, en una de los momentos más destemplados que recuerdo, todo huele a marchito, queriendo meternos a cucharadas la doctrina católica del perdón y la redención, donde no hay cabida para el odio y la venganza, almibarado hasta no ser recomendable para diabéticos, pero no es suficiente, aún hay más. Ben-Hur y Mesala van por un camino al encuentro de la madre e hija del primero, por cierto a Ben nadie le había dicho que Ildarim las había liberado, se encuentran y Naomi y Tirsa con el tipo que las encarceló de por vida en un a inmunda prisión donde enfermaron de la peste, y que hacen? Reprenderle, insultarle, darle la espalda? NO!!! Le abrazan emocionadamente, epílogo propio de un capítulo de los osos amorosos, y venga, a cabalgar de nuevo los dos hermanastros, por cierto que no se sabe donde van por el desierto hacia la nada, y qué más da, a nadie le importa.
Queriendo ser original se zancadillean a sí mismos: En la de Wyler Ben-Hur se autoinculpa del intento de asesinato de Poncio Pilatos, para encubrir a su hermana Tirsa, tiene lógica, aquí es para encubrir a un zelote desagradecido, y Ben en vez de entregarlo para salvar a su familia, decide protegerlo, dejando solo la salida a Mesala de apresarlo para darle una lección, que debería hacer este, dejarlo marchar? Con lo que las ansias de venganza de Ben-Hur están difusamente justificadas.
Qué gran casualidad!!! Naufraga Ben-Hur con la flota romana, (no se sabe porque es el único superviviente, mención aparte las cadenas flotantes), y va a parar a una playa donde te recoge un empresario que va camino de tu ciudad Jerusalem, pero es que además el negocio del empresario es el de las cuadrigas, justo el que practica el enemigo de Ben-Hur.
Ildarim es criador de caballos y no sabe de enfermedades de caballos, es que pasa el tiempo cuidándose sus lujuriosas rastas.
Por haber atacado Ben-Hur a Mesala, los romanos van a crucificar a 20 judíos, (invención de esta versión) y a Ben-Hur no parece importarle lo mínimo, se lo dice Tirsa y a él no parece provocarle pesar alguno, de hecho no sabremos más de estos infelices condenados.
Nunca se hace mención a que Ben-Hur sepa manejar una cuadriga, Ildarim en cuatro clases intensivas le hace el mejor de los mejores, este Ildarim si que podría haber hecho de Jesús, por sus dotes de pedagogía extraordinarias.
En conjunto, sumado lo bueno y malo, queda un producto entretenido, pero al que la sombra de las anteriores versiones aplasta. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: http://tomregan.blogspot.com/2017/01/ben-hur.html