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Voto de TOM REGAN:
5
5,7
5.771
Cine negro. Drama
Ambientada en Boston durante los años 20, en la época de la ley seca, gira en torno a un hombre que se adentra en el mundo del crimen organizado. (FILMAFFINITY)
16 de junio de 2017
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123/12(15/06/17) Era muy esperado esta cuarta realización del polifacético Ben Affleck después del listón que puso hace cuatro años con su oscarizada “Argo” (2012), pero el globo se ha ido deshinchando poco a poco, a medida que avanzaba un metraje con un precioso envoltorio en modo ambientación, y había que dar paso a una narración, entonces el relato se ha vuelto plúmbeo, sin fuerza, agotándose sobre sí mismo, y lo que es peor, ni si quiera sabiendo cómo acabar, como la visita de los suegros que no terminan de irse, provocando un epílogo letárgico. Affleck vuelve a guionizar (también produce) una novela homónima de 2012 de Dennis Lehane (“Mystic river” o “Shutter Island”), tras su ópera prima “Adiós pequeña, adiós” (2007), y vuelve a encarnar al clásico gangster de buen corazón, como en su segunda dirección “The town” (2010), posee un arranque atractivo y potente con la persecución vibrante de coches de los años 20, pero cuando la acción se traslada a Florida la película se estanca, se vuelve demasiado episódica y elíptica, la voz en off se vuelve cansina y engorrosa, queriendo rellenar huecos y en otros casos subrayando lo que ya vemos, divagando en un océano de nadería vacua, intentando tocar demasiados temas y apretando de poco a nada. La cuidada atmósfera, su primorosa estética, la espléndida fotografía, el vestuario, la dirección artística componen un continente apreciable, pero esto solo se sostiene si detrás hay un contenido sólido y en esto desbarra. Apenas hay la mencionada persecución como algo a recordar, el resto sufre de arritmia, de ir a trompicones, de tener pocos picos a destacar, de cierta sensación de ya visto, adoleciendo de intensidad, y con ello importándote poco lo que les pase. Todas estas carencias son acentúan con el error de ponerse a sí mismo Affleck de protagonista, pienso es que muy arrogante o tiene una cohorte de pelotas que le alaban sin más motivo que vivir de él, pues si no, no se explica que tuviera el acierto de poner a su hermano Casey en su primera realización, y a partir de ahí se diga que es el mejor actor para liderar sus películas, error! Las carencias expresivas de Ben se hacen más notorias frente a intérpretes que sí lo son, como Brendan Gleeson, Chris Cooper, Sienna Miller (que se lo come), el enérgico Chris Mesina o la espléndida Elle Fanning. La película fue un fracaso comercial. Curiosidad es que está producida entre otros por Leo DiCaprio.
En 1926, Joe Coughlin (Ben Affleck), veterano de la Primera Guerra Mundial de ascendencia irlandesa e hijo de un capitán de policía de Boston, Thomas Coughlin (Brendan Gleeson), se enamora de Emma Gould (Sienna Miller), la amante del mafioso Albert White (Robert Glenister), el jefe de una banda irlandesa de Boston. El rival de White, el jefe mafioso italiano Maso Pescatore (Remo Girone), se entera de su relación y chantajea a Joe para matar a White. Joe se niega pero él y Emma deciden huir a California. Para financiar el viaje, Joe comete un atraco a un banco con su socio Dion Bartolo (Chris Messina). Tendrán importancia en el relato el inspector jefe de policía de Bostón, Calvin Bondurant (Clark Gregg); Graciela Corrales (Zoe Saldana), bella hermana de un traficante de ron cubano; el Sheriff Irving Figgis (Chris Cooper) y su hija Loretta (Elle Fanning); RD Pruitt (Matthew Maher), un violento miembro del Ku Klux Klan; Digger (Max Casella), hijo de Maso.
Todo lo que sucede en el filme transcurre desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta la ascensión de Hitler en Alemania; la primera hora en Boston bajo la confrontación de dos familias mafiosas: italiana e irlandesa. La segunda hora en Tampa (Florida), sumándose varios personajes. El protagonista, de ascendencia irlandesa, representará a los italianos, y para que los intereses de la mafia estén protegidos tendrá que lidiar con otras mafias, la policía, el Ku Klux Klan (da pie para abordar trivialmente el racismo) y el fanatismo religioso (da pie para abordar puerilmente el radicalismo religioso) [dixit]. Demasiados frentes abiertos, sin hincar el diente en ninguno, todo tratado con liviandad y mucha superficialidad, abordando tangencialmente las complicadas relaciones paterno-filiales, Joe con su padre policía, , y Digger con su padre mafioso, Loretta con su padre sheriff, solo esta última tiene algo de hondura, el resto son meros esbozos.
La historia está claramente partida en dos por los escenarios, en el primero en Boston donde se da lo mejor, siendo una esperanza para el resto, pero una vez nos trasladamos a Tampa (donde acontece el grueso del metraje) el suflé cae, y con un manejo de las elipsis temporales bastante anárquico, esto acompañado por una híper reiterativa narración en off sobre explicativa del protagonista que nada aporta y si resta mucho dinamismo, anulando la intriga y tensión, pues no deja que las imágenes hablan por sí mismas y entorpece la evolución dramática con tanta remarcación sobre lo que ya estamos viendo. Pareciendo todo muy artificioso y acartonado, todo aséptico, sin riesgos, sin originalidad alguna, sin ni tan siquiera tener el coraje de expresar el amor prohibido con la femme fatale Emma a través de la pasión sexual, el deseo y la lujuria de los amantes nos es censurado, con lo que esta queda gélida, y el encoñamiento de Joe con ella queda Bastante cojo. Una de las peores cosas que se pueden decir de un film es que produce tedio, y es que lo que ocurre pasa con una cadencia tenue, con unas escenas de acción rutinarias, sin fuste, y este en varios tramos lo alcanza penosamente, haciendo alejar al espectador (o sea yo) del relato. Y es que orgánicamente deja mucho que desear, se siente como un puñado de episodios mal cosidos, que se le ven las costuras, e intenta unir las piezas con el hilo manipulador de la melódica y melosa música.
En 1926, Joe Coughlin (Ben Affleck), veterano de la Primera Guerra Mundial de ascendencia irlandesa e hijo de un capitán de policía de Boston, Thomas Coughlin (Brendan Gleeson), se enamora de Emma Gould (Sienna Miller), la amante del mafioso Albert White (Robert Glenister), el jefe de una banda irlandesa de Boston. El rival de White, el jefe mafioso italiano Maso Pescatore (Remo Girone), se entera de su relación y chantajea a Joe para matar a White. Joe se niega pero él y Emma deciden huir a California. Para financiar el viaje, Joe comete un atraco a un banco con su socio Dion Bartolo (Chris Messina). Tendrán importancia en el relato el inspector jefe de policía de Bostón, Calvin Bondurant (Clark Gregg); Graciela Corrales (Zoe Saldana), bella hermana de un traficante de ron cubano; el Sheriff Irving Figgis (Chris Cooper) y su hija Loretta (Elle Fanning); RD Pruitt (Matthew Maher), un violento miembro del Ku Klux Klan; Digger (Max Casella), hijo de Maso.
Todo lo que sucede en el filme transcurre desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta la ascensión de Hitler en Alemania; la primera hora en Boston bajo la confrontación de dos familias mafiosas: italiana e irlandesa. La segunda hora en Tampa (Florida), sumándose varios personajes. El protagonista, de ascendencia irlandesa, representará a los italianos, y para que los intereses de la mafia estén protegidos tendrá que lidiar con otras mafias, la policía, el Ku Klux Klan (da pie para abordar trivialmente el racismo) y el fanatismo religioso (da pie para abordar puerilmente el radicalismo religioso) [dixit]. Demasiados frentes abiertos, sin hincar el diente en ninguno, todo tratado con liviandad y mucha superficialidad, abordando tangencialmente las complicadas relaciones paterno-filiales, Joe con su padre policía, , y Digger con su padre mafioso, Loretta con su padre sheriff, solo esta última tiene algo de hondura, el resto son meros esbozos.
La historia está claramente partida en dos por los escenarios, en el primero en Boston donde se da lo mejor, siendo una esperanza para el resto, pero una vez nos trasladamos a Tampa (donde acontece el grueso del metraje) el suflé cae, y con un manejo de las elipsis temporales bastante anárquico, esto acompañado por una híper reiterativa narración en off sobre explicativa del protagonista que nada aporta y si resta mucho dinamismo, anulando la intriga y tensión, pues no deja que las imágenes hablan por sí mismas y entorpece la evolución dramática con tanta remarcación sobre lo que ya estamos viendo. Pareciendo todo muy artificioso y acartonado, todo aséptico, sin riesgos, sin originalidad alguna, sin ni tan siquiera tener el coraje de expresar el amor prohibido con la femme fatale Emma a través de la pasión sexual, el deseo y la lujuria de los amantes nos es censurado, con lo que esta queda gélida, y el encoñamiento de Joe con ella queda Bastante cojo. Una de las peores cosas que se pueden decir de un film es que produce tedio, y es que lo que ocurre pasa con una cadencia tenue, con unas escenas de acción rutinarias, sin fuste, y este en varios tramos lo alcanza penosamente, haciendo alejar al espectador (o sea yo) del relato. Y es que orgánicamente deja mucho que desear, se siente como un puñado de episodios mal cosidos, que se le ven las costuras, e intenta unir las piezas con el hilo manipulador de la melódica y melosa música.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Ben Affleck demuestra que puede saber dirigir, pero como actor es un zote, un cara de palo, un rostro pétreo, una faz de piedra, no parece ni padecer ni sentir, su falta de carisma es atronador, un personaje tan complejo que debe emitir toda una gama de emociones en la figura de Ben se convierte en un pozo sin alma, donde los dilemas y reflexiones morales se convierten en un rictus sin personalidad; Brendan Gleeson en un par de escenas demuestra que no hay papeles pequeños; Sienna Miller exhibe fuerte carácter en unos pocos minutos en pantalla; Chris Cooper desborda mundo interior con su angustiado rol; Chris Mesina deja empequeñecido a Ben con un personaje con garra y nervio; Elle Fanning da vida a un ser fascinante, que despierta una enorme dulzura, respira humanidad a través de su fragilidad, maravillosa; Zoe Saldaña cumple sin más con su rol de chica dulce que enamora a Joe.
La puesta en escena resplandece, sobre todo cuando detrás hay poca cohesión, con un fenomenal diseño de producción de Jess Gonchor (“Valor de ley” o “El Llanero Solitario”), rodando en exteriores de Massachusetts (North Andover, Lawrence [banco atracado], Boston), en Georgia para representar Florida (Brunswick, Savannah [factoría de cigarros]), y California (Castle Green Apartments, Pasadena, Los Ángeles, en el Warner Grand Theatre, y en los Universal Studios), recreando con esmero los años 20 y 30, con sus viviendas, barrios, autos, con el vestuario de Jacqueline West (“El curioso caso de Benjamin Button” o “El Renacido”), aunque con la tara de ser todas las vestimentas impolutas, relucientes, como recién compradas, no emiten autenticidad, aunque muy bonitas. Todo filtrado por la cinematografía de Robert Richardson (“Kill Bill” o “Shutter Island”), excelente en su cromatismo, apagada y grisácea cruda en el tramo bostoniano, y resplandeciente amarillenta soleada en Florida (en realidad Georgia), jugando con planos generales excelsos, de una belleza prodigiosa. El score es obra de Harry Greggson-Williams (“Shrek” o “Marte”), con sonidos muy delicados y cálidos.
Spoiler:
Me chirría en mucho el tramo del clímax en el hotel, sin mucho sentido y muchos fuegos artificiales: Joe se reúne con Pescatore en un lugar atestado de sicarios del segundo, y este negocia con Joe una pérdida de poder y dinero (en favor de su hijo Digger), este acepta a regañadientes, pero resulta que todo era un teatrillo, que Pescatore le tenía una sorpresa a Joe, se abre una puerta y aparece un demacrado Albert White con una metralleta para matar a Joe (ha llegado a un pacto con Pescatore). Entonces me pregunto qué porque el paripé de la negociación? Porque directamente no lo matan? Por qué Albert White debe parecer tan malo? Como salido de una borrachera; Porque tiene White que juntarse a Joe? Porque Joe le cuenta lo de la foto y Emma? Porqué Joe en cuanto ve a Albert no saca su arma le dispara? Sabe que está sentenciado. Todas las respuestas las tengo claras, y es el ejemplo de lo que es la cinta, pura impostación maniquea, para el dramatismo y la (supuesta tensión) se acentúe, cuando todo es manufacturación torticera; Y luego viene el fatigoso epílogo, extensísimo….
En conjunto me queda un film errado y huero de contenido, donde las buenas actuaciones de los secundarios no pueden tapar una historia harto desequilibrada. Fuerza y honor!!!
La puesta en escena resplandece, sobre todo cuando detrás hay poca cohesión, con un fenomenal diseño de producción de Jess Gonchor (“Valor de ley” o “El Llanero Solitario”), rodando en exteriores de Massachusetts (North Andover, Lawrence [banco atracado], Boston), en Georgia para representar Florida (Brunswick, Savannah [factoría de cigarros]), y California (Castle Green Apartments, Pasadena, Los Ángeles, en el Warner Grand Theatre, y en los Universal Studios), recreando con esmero los años 20 y 30, con sus viviendas, barrios, autos, con el vestuario de Jacqueline West (“El curioso caso de Benjamin Button” o “El Renacido”), aunque con la tara de ser todas las vestimentas impolutas, relucientes, como recién compradas, no emiten autenticidad, aunque muy bonitas. Todo filtrado por la cinematografía de Robert Richardson (“Kill Bill” o “Shutter Island”), excelente en su cromatismo, apagada y grisácea cruda en el tramo bostoniano, y resplandeciente amarillenta soleada en Florida (en realidad Georgia), jugando con planos generales excelsos, de una belleza prodigiosa. El score es obra de Harry Greggson-Williams (“Shrek” o “Marte”), con sonidos muy delicados y cálidos.
Spoiler:
Me chirría en mucho el tramo del clímax en el hotel, sin mucho sentido y muchos fuegos artificiales: Joe se reúne con Pescatore en un lugar atestado de sicarios del segundo, y este negocia con Joe una pérdida de poder y dinero (en favor de su hijo Digger), este acepta a regañadientes, pero resulta que todo era un teatrillo, que Pescatore le tenía una sorpresa a Joe, se abre una puerta y aparece un demacrado Albert White con una metralleta para matar a Joe (ha llegado a un pacto con Pescatore). Entonces me pregunto qué porque el paripé de la negociación? Porque directamente no lo matan? Por qué Albert White debe parecer tan malo? Como salido de una borrachera; Porque tiene White que juntarse a Joe? Porque Joe le cuenta lo de la foto y Emma? Porqué Joe en cuanto ve a Albert no saca su arma le dispara? Sabe que está sentenciado. Todas las respuestas las tengo claras, y es el ejemplo de lo que es la cinta, pura impostación maniquea, para el dramatismo y la (supuesta tensión) se acentúe, cuando todo es manufacturación torticera; Y luego viene el fatigoso epílogo, extensísimo….
En conjunto me queda un film errado y huero de contenido, donde las buenas actuaciones de los secundarios no pueden tapar una historia harto desequilibrada. Fuerza y honor!!!