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Voto de TOM REGAN:
6
8,0
23.185
Western
El sheriff Chance (John Wayne) encarcela por asesinato al hermano de un poderoso terrateniente que intentará liberarlo por todos los medios. Para impedirlo, Chance cuenta con la colaboración de dos ayudantes: un alcohólico (Dean Martin) y un viejo tullido (Walter Brennan), a los que se une un joven y hábil pistolero llamado Colorado (Ricky Nelson). Todos ellos se encierran en la oficina del sheriff para impedir que el preso pueda ser ... [+]
13 de febrero de 2014
37 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
11(22/01/14) El tiempo es un juez implacable, no respeta los buenos recuerdos, excelente recuerdo que tenía de este western clásico, y es que mi mente guardaba en gran estima este film de Howard Hawks, pero su revisión me la ha arrugado y acartonado, se me ha hecho larga, con tramos superfluos, con pocas escenas para el recuerdo, con personajes cliches, sin profundidad, con un argumento simplista, y con un villano naif. El volver a verla me la ha bajado del pedestal donde la tenía, compararla con los mejor Leone, Peckinpah o Eastwood la deja a la altura de un producto infantil.
El escenario de este western es el pueblo de Presidio en Texas, John Chance (buen JohnWayne) es el sheriff que arresta por asesinato a Joe Burdette (correcto Claude Aikins), que disparó a sangre fría a un hombre en un bar, debe mantenerlo en la celda de la comisaria 6 días, hasta que venga la autoridad judicial. El problema es el hermano del detenido, Nathan (correcto John Russell), un poderoso terrateniente local que tratará por todos los medios de liberarlo, contratando a forajidos para ello, Chance contará para resistir con la ayuda de ‘The Dude’ (buen Dean Martin), un borracho local desde que tuvo una tormentosa relación con una mujer, ahora intentará reformarse, también le asiste Stumpy (gran Walter Brennan), un viejo cascarrabias y lisiado, un joven, Colorado (inane Ricky Nelson), le auxiliará tras un incidente con su jefe, Pat wheeler (buen Ward Bond). Durante estos duros días Chance tendrá un affaire con una bella pasajera de la diligencia, Feathers (preciosa Angie Dickinson), una experta tahúr.
El guión es de Jules Furtman (‘Rebelión A Bordo’, ‘Tener Y No Tener’) y Leigh Bracket (‘El Sueño Eterno’, ‘El Dorado’ o ‘El Imperio Contraataca’) que adaptan un relato corto de B. H. McCampbell, el título iba a ser ‘A Bull By The Tail’, al final lo cambiaron por ‘Río Bravo’, sin motivo aparente, pues no sale río alguno en el film, si acaso será por la querencia del director a nombres de ríos en sus películas. Fue el tercero de los 5 westerns que dirigió Hawks, los primeros fueron ‘Rio Rojo y ‘Río De Sangre’ (solo este no protagonizado por John Wayne), y los dos últimos que eran una copia indisimulada de este ‘Río Bravo’, ‘El Dorado’ (solo este no tiene nombre de Río) y ‘Río Lobo’. Tras el fracaso taquillero de ‘Tierra de Faraones’ Hawks tardó 4 años en volver a ponerse tras las cámaras con este western que él y su protagonista, John Wayne, se tomaron como una especie de respuesta a ‘Solo Ante El Peligro’ de Zinnemann, ellos la vieron nefasta, que un sheriff pidiera ayuda al pueblo lo consideraron de cobardes, poco varonil y profesional, para ello este Sheriff rechaza el auxilio de los amigos, curiosamente los dos films comparten músico, Dimitri Tiomkin.
Toca temas muy Hawksianos, la amistad, la redención, la lealtad, la camaradería, la valentía, el sentido del deber o el espíritu machil. Resalta personajes tallados a machetazos, tipos duros con defectos, de hecho el mejor personaje es Dude, el único que evoluciona, debe superar sus traumas alcohólicos con alguna recaída, con fuerza de voluntad y el apoyo de sus amigos, asimismo poblado su universo de mujeres abiertas, extrovertidas, lanzadas, mandonas, aquí la mujer de Pedro el dueño del hotel y sobre todo Feathers, y todo esto abordado con sutiles dosis de humor.
La mayor parte del metraje discurre en interiores, bien sea en el salón, el bar, el hotel o la comisaria, emitiendo una sensación teatral que intenta traspasarnos claustrofobia, elemento que por su tono distendido no consigue. Hawks coge el género del oeste y lo surte de todos los tópicos, el sheriff valiente, el anciano chistoso, el borrachín, el joven prepotente, la bella de fuerte carácter, y los malos malísimos, y es que aquí todo es blanco y negro, nada de grises, personajes planos (a excepción de Dude). El film adolece de falta de ritmo, son escasas las escenas de acción, siendo un problema su alargada duración, le falta capacidad de síntesis para ganar en intensidad, hay muchos tramos en que resulta redundante y nada pasa. El tono del relato es demasiado trivial, nunca sientes el peligro de los protagonistas, además la subtrama romántica llega a dar grima, no solo aporta nada, es que chirría que una joven se enamore en un flechazo perdidamente de un tipo de cincuenta y tantos, algo forzado e innecesario, encima hay que soportar la cara de tonto de Wayne ante las constantes insinuaciones de ella, muy artificioso. La historia es nula en la composición de un villano con carisma, Claude Akins y John Russell carecen de personalidad, son meras caricaturas, dos guiñoles sin alma, no hay grandes duelos héroe-villano, gran tara. Tampoco Hawks nos regala un gran clímax final, un tiroteo que roza lo bufonesco y sanseacabó, de mi Olimpo cinéfilo ha salido a empujones, se ha apolillado. (Continua en spoiler sin)
El escenario de este western es el pueblo de Presidio en Texas, John Chance (buen JohnWayne) es el sheriff que arresta por asesinato a Joe Burdette (correcto Claude Aikins), que disparó a sangre fría a un hombre en un bar, debe mantenerlo en la celda de la comisaria 6 días, hasta que venga la autoridad judicial. El problema es el hermano del detenido, Nathan (correcto John Russell), un poderoso terrateniente local que tratará por todos los medios de liberarlo, contratando a forajidos para ello, Chance contará para resistir con la ayuda de ‘The Dude’ (buen Dean Martin), un borracho local desde que tuvo una tormentosa relación con una mujer, ahora intentará reformarse, también le asiste Stumpy (gran Walter Brennan), un viejo cascarrabias y lisiado, un joven, Colorado (inane Ricky Nelson), le auxiliará tras un incidente con su jefe, Pat wheeler (buen Ward Bond). Durante estos duros días Chance tendrá un affaire con una bella pasajera de la diligencia, Feathers (preciosa Angie Dickinson), una experta tahúr.
El guión es de Jules Furtman (‘Rebelión A Bordo’, ‘Tener Y No Tener’) y Leigh Bracket (‘El Sueño Eterno’, ‘El Dorado’ o ‘El Imperio Contraataca’) que adaptan un relato corto de B. H. McCampbell, el título iba a ser ‘A Bull By The Tail’, al final lo cambiaron por ‘Río Bravo’, sin motivo aparente, pues no sale río alguno en el film, si acaso será por la querencia del director a nombres de ríos en sus películas. Fue el tercero de los 5 westerns que dirigió Hawks, los primeros fueron ‘Rio Rojo y ‘Río De Sangre’ (solo este no protagonizado por John Wayne), y los dos últimos que eran una copia indisimulada de este ‘Río Bravo’, ‘El Dorado’ (solo este no tiene nombre de Río) y ‘Río Lobo’. Tras el fracaso taquillero de ‘Tierra de Faraones’ Hawks tardó 4 años en volver a ponerse tras las cámaras con este western que él y su protagonista, John Wayne, se tomaron como una especie de respuesta a ‘Solo Ante El Peligro’ de Zinnemann, ellos la vieron nefasta, que un sheriff pidiera ayuda al pueblo lo consideraron de cobardes, poco varonil y profesional, para ello este Sheriff rechaza el auxilio de los amigos, curiosamente los dos films comparten músico, Dimitri Tiomkin.
Toca temas muy Hawksianos, la amistad, la redención, la lealtad, la camaradería, la valentía, el sentido del deber o el espíritu machil. Resalta personajes tallados a machetazos, tipos duros con defectos, de hecho el mejor personaje es Dude, el único que evoluciona, debe superar sus traumas alcohólicos con alguna recaída, con fuerza de voluntad y el apoyo de sus amigos, asimismo poblado su universo de mujeres abiertas, extrovertidas, lanzadas, mandonas, aquí la mujer de Pedro el dueño del hotel y sobre todo Feathers, y todo esto abordado con sutiles dosis de humor.
La mayor parte del metraje discurre en interiores, bien sea en el salón, el bar, el hotel o la comisaria, emitiendo una sensación teatral que intenta traspasarnos claustrofobia, elemento que por su tono distendido no consigue. Hawks coge el género del oeste y lo surte de todos los tópicos, el sheriff valiente, el anciano chistoso, el borrachín, el joven prepotente, la bella de fuerte carácter, y los malos malísimos, y es que aquí todo es blanco y negro, nada de grises, personajes planos (a excepción de Dude). El film adolece de falta de ritmo, son escasas las escenas de acción, siendo un problema su alargada duración, le falta capacidad de síntesis para ganar en intensidad, hay muchos tramos en que resulta redundante y nada pasa. El tono del relato es demasiado trivial, nunca sientes el peligro de los protagonistas, además la subtrama romántica llega a dar grima, no solo aporta nada, es que chirría que una joven se enamore en un flechazo perdidamente de un tipo de cincuenta y tantos, algo forzado e innecesario, encima hay que soportar la cara de tonto de Wayne ante las constantes insinuaciones de ella, muy artificioso. La historia es nula en la composición de un villano con carisma, Claude Akins y John Russell carecen de personalidad, son meras caricaturas, dos guiñoles sin alma, no hay grandes duelos héroe-villano, gran tara. Tampoco Hawks nos regala un gran clímax final, un tiroteo que roza lo bufonesco y sanseacabó, de mi Olimpo cinéfilo ha salido a empujones, se ha apolillado. (Continua en spoiler sin)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La cinta posee tres momentos para el recuerdo, uno es su gran inicio, un espléndido homenaje al cine mudo, 4 minutos sin hablarse los personajes en que se nos presenta el nudo y los protagonistas con sus virtudes y defectos, hasta John Wayne, rifle en mano pronuncia <Joe, queda usted arrestado>,imponente manejo de la narrativa visual, otro momento es cuando Dude y Chance entran en bar siguiendo a un asesino herido, resuelto de modo impresionante, Hawks consigue crear unos segundos de un tremenda intensidad, con un uso de cámara cenital brillante, hay otro algo más íntimo y romántico, cuando en silencio Chance ve durmiendo a Feathers en una silla, se supone que estaba de guardia, la coge en brazos y la sube delicadamente por las escaleras rumbo a su habitación, muy tierno.
Los actores hacen de lo que saben sin estridencias, John Wayne hace de John Wayne, sin matices, duro, profesional, autosuficiente, le sobra el romance, nada a destacar, puro trámite. Dean Martin compone con pasión al borracho del pueblo que quiere redimirse, transmite emociones, dudas, obstinación, rabia, probablemente su mejor papel en cine. Water Brennan está fantástico, como siempre, es lo que en el argot hollywoodiense se llama un motor-mouth (un parlanchín), es elemento que inunda de humor cada escena con su viejo lisiado. Angie Dickinson jamás ha estado más bella en pantalla, espectacular su hermosura, encarna con soltura el prototipo de mujer Hawksiana que popularizaron Jean Arthur, Katherine Hepburn o Lauren Bacall, de esta última incluso copia diálogos suyos de ‘Tener y No Tener’, lástima su falta de química Wayne, son un parche sobre otro parche. Ricky Nelson era un popular cantante en su época, un reclamo juvenil para la taquilla, en lo que respecta a sus dotes actorales lo mejor que se puede decir es que son inexistentes, para justificar su participación meten canciones cantadas por él.
A destacar la música del ruso Dimitri Tiomkin (‘El forastero’ o ‘Gigante’), con el turbador ‘A Degüello’ con guitarra y trompeta, que nos cuenta Colorado que el General mexicano Santa Ana mandó tocar cuando sitiaban el fuerte texano ‘El Álamo’, esto era como mensaje a los encerrados que no se les iba a dar tregua, no iban a hacer prisioneros, curiosamente un año después John Wayne protagonizó y dirigió ‘El Álamo’ utilizando esta zozobrante melodía. Asimismo como el film tenía a dos cantantes famosos, nos cuelan tres temas cantados por ellos, el primero interpretado por Dean Martin ‘My Rifle, My Pony, And Me’, acompañado a la guitarra por Nelson, el segundo es ‘Get Along Home, Cindy’, cantado por Nelson y acompañado por Martin y Brennan con la armónica, estos suenan poco antes del enfrentamiento final, e intenta reflejar la unión entre los buenos, el tercero suena en los créditos finales, Dean canta una canción original para la cinta, ‘Rio Bravo’.
La fotografía de Russell Harlan (‘Río Rojo’, ‘Testigo De Cargo’ o ‘Matar A Un Ruiseñor’) sabe jugar con las muchas escenas en semioscuridad, con laspenumbras, con las calles en la noche, creando inquietud, sobresaliendo el plano cenital antes mencionado, encuadrando con inteligencia a todos.
En conjunto, me queda rebajar esta obra de un 10 como la recordaba a un 6, la recordaba más sólida, más homogénea, más cohesionada y no hecha a trompicones, con personajes arquetipos, un aire muy banal. Fuerza y honor!!!
Los actores hacen de lo que saben sin estridencias, John Wayne hace de John Wayne, sin matices, duro, profesional, autosuficiente, le sobra el romance, nada a destacar, puro trámite. Dean Martin compone con pasión al borracho del pueblo que quiere redimirse, transmite emociones, dudas, obstinación, rabia, probablemente su mejor papel en cine. Water Brennan está fantástico, como siempre, es lo que en el argot hollywoodiense se llama un motor-mouth (un parlanchín), es elemento que inunda de humor cada escena con su viejo lisiado. Angie Dickinson jamás ha estado más bella en pantalla, espectacular su hermosura, encarna con soltura el prototipo de mujer Hawksiana que popularizaron Jean Arthur, Katherine Hepburn o Lauren Bacall, de esta última incluso copia diálogos suyos de ‘Tener y No Tener’, lástima su falta de química Wayne, son un parche sobre otro parche. Ricky Nelson era un popular cantante en su época, un reclamo juvenil para la taquilla, en lo que respecta a sus dotes actorales lo mejor que se puede decir es que son inexistentes, para justificar su participación meten canciones cantadas por él.
A destacar la música del ruso Dimitri Tiomkin (‘El forastero’ o ‘Gigante’), con el turbador ‘A Degüello’ con guitarra y trompeta, que nos cuenta Colorado que el General mexicano Santa Ana mandó tocar cuando sitiaban el fuerte texano ‘El Álamo’, esto era como mensaje a los encerrados que no se les iba a dar tregua, no iban a hacer prisioneros, curiosamente un año después John Wayne protagonizó y dirigió ‘El Álamo’ utilizando esta zozobrante melodía. Asimismo como el film tenía a dos cantantes famosos, nos cuelan tres temas cantados por ellos, el primero interpretado por Dean Martin ‘My Rifle, My Pony, And Me’, acompañado a la guitarra por Nelson, el segundo es ‘Get Along Home, Cindy’, cantado por Nelson y acompañado por Martin y Brennan con la armónica, estos suenan poco antes del enfrentamiento final, e intenta reflejar la unión entre los buenos, el tercero suena en los créditos finales, Dean canta una canción original para la cinta, ‘Rio Bravo’.
La fotografía de Russell Harlan (‘Río Rojo’, ‘Testigo De Cargo’ o ‘Matar A Un Ruiseñor’) sabe jugar con las muchas escenas en semioscuridad, con laspenumbras, con las calles en la noche, creando inquietud, sobresaliendo el plano cenital antes mencionado, encuadrando con inteligencia a todos.
En conjunto, me queda rebajar esta obra de un 10 como la recordaba a un 6, la recordaba más sólida, más homogénea, más cohesionada y no hecha a trompicones, con personajes arquetipos, un aire muy banal. Fuerza y honor!!!