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Voto de TOM REGAN:
5
7,0
1.388
Drama
En una ciudad marroquí donde está la Legión extranjera, Amy Jolly (Dietrich), una cantante de cabaret que por problemas económicos se ve obligada a cantar en un café de segunda fila, tiene como novio a un rico pintor (Menjou), pero se enamora del apuesto legionario Tom Brown (Cooper). (FILMAFFINITY)
16 de agosto de 2023
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226/14(15/08/30) Film muy envejecido por el paso del tiempo, notándose que estamos ante un film que surgió en los inicios del cine sonoro. Drama romántico muy plano, donde los protagonistas se comportan de forma estereotipada, sin gradualidad alguna, todo se desarrolla por imperativo del guion. Fue la segunda colaboración (tras “El Ángel Azul”)de las siete que tuvieron el director vienés Josef von Sternberg y la berlinesa Marlene Dietrich (fueron además amantes), siendo el primer film de ambos en USA, aquí de partenaire, tras el gran Emil Jannings, le toca el turno al espigado galán Gary Cooper, y un rol secundario el elegante Adolphe Menjou, para una trama prototípica del tiempo, donde para entretener a los espectadores de la Gran Depresión, se les intentaba trasladar en las cintas a escenarios exóticos (daba igual que todo se rodara en California), casi siempre en Oriente, se suponía un lugar de libertinaje y de misterio donde las normas tradicionales se transgredían, y donde la aventura era latente. El guion de Jules Furthman (“La tragedia de la Bounty” o “Rio Bravo”), adaptando (cambiando el final) la novela de 1927 “Amy Jolly” (sobrenombre que evoca su pasado de prostituta en Paris, del que no se hace mención) de Benno Vigny, la película trata sobre una cantante de cabaret a la que da vida como no la Dietrich y un legionario embestido por Cooper que se enamoran durante la guerra del rif, y cuya relación se complica, amén de la aparición de un hombre rico que también está enamorado de ella.
En Mogador, Marruecos, a fines de la década de 1920, una unidad de la Legión Extranjera Francesa regresa de una campaña. Entre los legionarios se encuentra el soldado Tom Brown (Gary Coooper). Mientras tanto, en un barco con destino a Mogador se encuentra la desilusionada cantante de club nocturno Amy Jolly (Marlene Dietrich). El rico La Bessière (Adolphe Menjou) intenta conocerla, pero ella lo rechaza. Amy se convierte en la cabeza de cartel de un club nocturno. Después de una actuación, vende manzanas (sutil simbolismo cristiano sobre la fruta prohibida, la de la tentación) a miembros de la audiencia, incluidos La Bessière y Brown.
Es una cinta muy superficial, sin capacidad de hondura, donde los roles se comportan de forma al límite, no he empatizado con unos personajes acartonados, me daba igual lo que fuera de ellos, pretende en su final que nos emocionemos y lo más que me ha sacado es una mueca de: ‘Pero y esto’. Solo se sostiene en un trio actoral reputado, pero ninguno está en su mejor momento en esta producción, donde la narración me ha sido propia de sacada de un molde, con un romance tan prefabricado que nunca me ha sido real, y ya no digamos el papel del pagafantas ricachón, un esperpento de soplagaitas inverosímil. Por supuesto que tenemos el clásico embelesamiento del director por el rostro de la Dietrich, con la fotografía en gloriosa b/n de Lee Garmes (“Scarface” o “El expreso de Shanghái”), donde la iluminación realzaba sus talladas facciones y ocultaba su bulbosa nariz. Esta fascinación provocó problemas de envidias durante el rodaje, donde Cooper se sintió marginado por el realizador austriaco. Todo discurre en base a sobreentendidos, donde las motivaciones de los personajes me son veletas, sobre una plantilla de la que no se sale, donde la acción resulta esquemática, con ese enfrentamiento plano entre el protagonista y dos sicarios, o una escena bélica bastante mal rodada, y en medio de la tensión de un tiroteo el director corta. Todo parece un esbozo de algo por mucho por pulir. Con unos diálogos escasos (seguramente fruto del mencionado tiempo de estar en los albores del cine sonoro).
Hay sub tramas que se notan tiene más vida que la que el da el director, como es el romance adúltero entre una mujer esposa de un oficial y Frank, se deja caer para pasar de puntillas sobre ella. El triángulo romántico entre el legionario, el ricachón caballeroso con vértice en la cabaretera, me ha sido manufacturado, todo muy naif, sin chicha, previsible en como ella ama al que tiene nada, y como mucho le despierta simpatía el que tiene todo. En la vertiente exotismo me ha sido un batiburrillo de clichés, donde las mujeres orientales son libidinosas que se pirran por los soldados, estos son unos gañanes mujeriegos empedernidos, y los oficiales son un os pazguatos rígidos, nada nuevo bajo el sol.
La película ha pasado a la posterioridad por sobre todo una escena políticamente incorrecta en su tiempo, donde Marlene canta en un cabaret vestida masculina (un frac con sombrero de copa), y que al finalizar la cantante da un pícaro beso a una mujer en la boca, y que se permitió porque aún estábamos en la era pre Code de censura. También famosa su última escena (spoiler), aunque para mí esto me resulta muy artificioso y muy melodramático. Marlene hace de Marlene, mujer de vuelta, que se las sabe todas, cínica, hastiada, aunque no se sabe porque, ambigua sexualmente, pero que cuando se enamora lo hace profundamente. Gary Cooper como un seductor militar, al que le cuesta comprometerse.
En Mogador, Marruecos, a fines de la década de 1920, una unidad de la Legión Extranjera Francesa regresa de una campaña. Entre los legionarios se encuentra el soldado Tom Brown (Gary Coooper). Mientras tanto, en un barco con destino a Mogador se encuentra la desilusionada cantante de club nocturno Amy Jolly (Marlene Dietrich). El rico La Bessière (Adolphe Menjou) intenta conocerla, pero ella lo rechaza. Amy se convierte en la cabeza de cartel de un club nocturno. Después de una actuación, vende manzanas (sutil simbolismo cristiano sobre la fruta prohibida, la de la tentación) a miembros de la audiencia, incluidos La Bessière y Brown.
Es una cinta muy superficial, sin capacidad de hondura, donde los roles se comportan de forma al límite, no he empatizado con unos personajes acartonados, me daba igual lo que fuera de ellos, pretende en su final que nos emocionemos y lo más que me ha sacado es una mueca de: ‘Pero y esto’. Solo se sostiene en un trio actoral reputado, pero ninguno está en su mejor momento en esta producción, donde la narración me ha sido propia de sacada de un molde, con un romance tan prefabricado que nunca me ha sido real, y ya no digamos el papel del pagafantas ricachón, un esperpento de soplagaitas inverosímil. Por supuesto que tenemos el clásico embelesamiento del director por el rostro de la Dietrich, con la fotografía en gloriosa b/n de Lee Garmes (“Scarface” o “El expreso de Shanghái”), donde la iluminación realzaba sus talladas facciones y ocultaba su bulbosa nariz. Esta fascinación provocó problemas de envidias durante el rodaje, donde Cooper se sintió marginado por el realizador austriaco. Todo discurre en base a sobreentendidos, donde las motivaciones de los personajes me son veletas, sobre una plantilla de la que no se sale, donde la acción resulta esquemática, con ese enfrentamiento plano entre el protagonista y dos sicarios, o una escena bélica bastante mal rodada, y en medio de la tensión de un tiroteo el director corta. Todo parece un esbozo de algo por mucho por pulir. Con unos diálogos escasos (seguramente fruto del mencionado tiempo de estar en los albores del cine sonoro).
Hay sub tramas que se notan tiene más vida que la que el da el director, como es el romance adúltero entre una mujer esposa de un oficial y Frank, se deja caer para pasar de puntillas sobre ella. El triángulo romántico entre el legionario, el ricachón caballeroso con vértice en la cabaretera, me ha sido manufacturado, todo muy naif, sin chicha, previsible en como ella ama al que tiene nada, y como mucho le despierta simpatía el que tiene todo. En la vertiente exotismo me ha sido un batiburrillo de clichés, donde las mujeres orientales son libidinosas que se pirran por los soldados, estos son unos gañanes mujeriegos empedernidos, y los oficiales son un os pazguatos rígidos, nada nuevo bajo el sol.
La película ha pasado a la posterioridad por sobre todo una escena políticamente incorrecta en su tiempo, donde Marlene canta en un cabaret vestida masculina (un frac con sombrero de copa), y que al finalizar la cantante da un pícaro beso a una mujer en la boca, y que se permitió porque aún estábamos en la era pre Code de censura. También famosa su última escena (spoiler), aunque para mí esto me resulta muy artificioso y muy melodramático. Marlene hace de Marlene, mujer de vuelta, que se las sabe todas, cínica, hastiada, aunque no se sabe porque, ambigua sexualmente, pero que cuando se enamora lo hace profundamente. Gary Cooper como un seductor militar, al que le cuesta comprometerse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
De camino al paso de Amalfa, el destacamento de Tom se topa con un nido de ametralladoras. Cesar (el oficial al que Tom ha puesto los cuernos, y este lo sabe) le ordena a Tom se encargue de eso, Tom sospecha es una misión suicida. César decide acompañarlo. Después de sacar su pistola (aparentemente para matar a Tom), el enemigo dispara y mata a Cesar. De vuelta en Mogador, Amy acepta la propuesta de matrimonio de La Bessière y trata de obligarse a amarlo, pero aún suspira por Tom. En una fiesta de compromiso, escucha el regreso de lo que queda del destacamento de Tom. Ella deja la fiesta y le dicen que Tom resultó herido y lo dejaron para recuperarse en un hospital. Ella le informa a La Bessière que debe ir con Tom y, queriendo solo su felicidad, él la lleva al hospital. Resulta que Tom había estado fingiendo una lesión para evitar el combate y, cuando se descubrió, lo asignaron a una nueva unidad en la Legión. Amy va a un bar donde estaba Tom, habla brevemente con él y, cuando se va, descubre que ha tallado en la mesa el nombre de Amy, lo que demuestra que todavía la ama, lo que la sorprende. A la mañana siguiente, Amy y La Bessière ven marcharse a la nueva unidad de Tom. Ella llama la atención de Tom y los dos se despiden. Cuando Amy ve al puñado de mujeres que siguen a los legionarios que aman, deja La Bessière, se quita los zapatos de tacón alto y sigue a Tom hacia el desierto, ello en un sostenido plano, donde primero vemos a las mujeres desconocidas con fardos a cuestas y con cabras, avanzan y luego vemos entrar en plano a Marlene ayudando una de las mujeres a tirar de un animal, apuntado al amor puro de Amy por Tom; Resolución que no me cuadra con la personalidad de ella, de hecho en la obra y posterior novela, el final es radicalmente diferente.
El personaje de Amy se atenuó considerablemente con respecto a la novela. Al igual que en el libro, en la película el nombre Aimee Jolie (en francés, "amada y bonita") tiene un significado irónico, ya que Amy es retratada como una estrella caída que ha pasado su mejor momento, una mujer desesperadamente sola perdida en la desesperación que ha ido a Marruecos a morir. Sin embargo, en el libro, el personaje de Amy era una prostituta y una drogadicta, los cuales eran inaceptables incluso bajo la censura más laxa en Hollywood en 1930 y estos aspectos del personaje de Amy fueron eliminados de la película durante la escritura del guión. Asimismo, se cambió el final del libro a la película. En el libro, Amy abandona a Tom y, al final de la novela, aborda un barco a Buenos Aires. A Sternberg no le gustó el final del libro y le dio a la película un final más romántico en el que Amy elige estar con Brown yendo con él al Sahara.
La descripción de Sternberg del Marruecos "pintoresco" provocó una respuesta favorable del gobierno marroquí, que publicó anuncios en The New York Times invitando a los turistas estadounidenses a disfrutar del país "al igual que Gary Cooper [fue seducido por] paisajes inolvidables y gente cautivadora". Sin embargo, la película fue filmada íntegramente en el sur de California, y Sternberg se sintió obligado a asegurarle personalmente al Pasha de Marrakech que Marruecos no había sido filmado en sus dominios.
Dietrich fue nominada al Oscar a Mejor Actriz en un Papel Protagónico (perdió ante Marie Dressler por “Fruta amarga”), von Sternberg al Mejor Director (perdió ante Norman Taurog por “Las peripecias de Skippy”), Hans Dreier a la Mejor Dirección Artística (perdió ante Max Rée por “Cimarrón”) y Lee Garmes a la Mejor Fotografía (perdió ante la de Floyd Crosby por “Tabú); En 1992, Marruecos fue seleccionado para su conservación en el Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso por ser "cultural, histórica o estéticamente significativo".
La escena final de Marruecos se recrea en la película mexicana de 1946 "Enamorada" de Emilio Fernández.
Me queda un arrugado film, que pretende más de lo que puede. Gloria Ucrania!!!
El personaje de Amy se atenuó considerablemente con respecto a la novela. Al igual que en el libro, en la película el nombre Aimee Jolie (en francés, "amada y bonita") tiene un significado irónico, ya que Amy es retratada como una estrella caída que ha pasado su mejor momento, una mujer desesperadamente sola perdida en la desesperación que ha ido a Marruecos a morir. Sin embargo, en el libro, el personaje de Amy era una prostituta y una drogadicta, los cuales eran inaceptables incluso bajo la censura más laxa en Hollywood en 1930 y estos aspectos del personaje de Amy fueron eliminados de la película durante la escritura del guión. Asimismo, se cambió el final del libro a la película. En el libro, Amy abandona a Tom y, al final de la novela, aborda un barco a Buenos Aires. A Sternberg no le gustó el final del libro y le dio a la película un final más romántico en el que Amy elige estar con Brown yendo con él al Sahara.
La descripción de Sternberg del Marruecos "pintoresco" provocó una respuesta favorable del gobierno marroquí, que publicó anuncios en The New York Times invitando a los turistas estadounidenses a disfrutar del país "al igual que Gary Cooper [fue seducido por] paisajes inolvidables y gente cautivadora". Sin embargo, la película fue filmada íntegramente en el sur de California, y Sternberg se sintió obligado a asegurarle personalmente al Pasha de Marrakech que Marruecos no había sido filmado en sus dominios.
Dietrich fue nominada al Oscar a Mejor Actriz en un Papel Protagónico (perdió ante Marie Dressler por “Fruta amarga”), von Sternberg al Mejor Director (perdió ante Norman Taurog por “Las peripecias de Skippy”), Hans Dreier a la Mejor Dirección Artística (perdió ante Max Rée por “Cimarrón”) y Lee Garmes a la Mejor Fotografía (perdió ante la de Floyd Crosby por “Tabú); En 1992, Marruecos fue seleccionado para su conservación en el Registro Nacional de Cine de los Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso por ser "cultural, histórica o estéticamente significativo".
La escena final de Marruecos se recrea en la película mexicana de 1946 "Enamorada" de Emilio Fernández.
Me queda un arrugado film, que pretende más de lo que puede. Gloria Ucrania!!!