128/11(13/04/10) Entretenido thriller sin más, que intenta recuperar las esencias del cine negro y se queda a medio camino, el tiempo ha hecho estragos sobre ella, convirtiendo muchas situaciones en pueriles. El especialista en cine de acción Don Siegel adapta libremente la obra de Hemingway ‘The killers’, llevada anteriormente con enorme éxito por Robert Siodmak en ‘Forajidos’, cambian varios detalles de la trama, en esta los que llevan el peso de la trama son dos sicarios, Charlie Strom (un papel hecho a su medida, Lee Marvin) y Lee (correcto Clu Gulager), que tras asesinar a Johnnie North (buen John Cassavettes)contratados por alguien que no conocen, se ponen a investigar el porqué Johnnie no se ha resistido, piensan que tiene relación con un robo de un millón de dólares, a través de tres testimonios que nos trasladan a tres flash-backs en el que nos enteramos de toda la historia. El ritmo narrativo es uno de sus puntos fuertes, discurre sin pausa, va directa al grano, te lleva de un lado a otro sin descanso, discurriendo por lugares comunes del cine negro, tipos duros, atracos, asesinatos, y por supuesto una femme fatale, una mujer fatal que es el epicentro del film. La puesta en escena nos retrotrae a un trabajo añejo, donde las transparencias en las escenas de coches resultan entrañables por lo patético, los interrogatorios llevados a cabo por los dos matones resultan infantiles, demasiado sencillos y cándidos, y el plan del robo es de lo más inocente, podría haberlo ideado mi sobrina de tres años (spoiler), sin olvidarme del detalle de dos asesinos que les gusta llamar la tención y que matan a cara descubierta, el argumento resulta muy, pero muy simplista. Destacable es que los dos matones son el antecedente que Quentin Tarantino copio para ‘Reservoir dogs’ y ‘Pulp fiction’, dos tipos duros, vestidos de negro, con gafas de sol, que conversan de temas triviales, Tarantino es un plagiador. Recomendable film a los amantes de la acción. Fuerza y honor!!!