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Voto de TOM REGAN:
7
6,4
13.712
Comedia
A sus cuarenta años, Lee Simon siente que no le ha sacado suficiente partido a la vida. Escribe artículos sobre viajes y entrevistas con personajes del mundo del espectáculo, pero sueña con publicar una novela o un guión cinematográfico que incrementen su prestigio. El problema es que, tras su divorcio, se mueve en un ambiente demasiado frívolo y superficial. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
49/06(07/03/15) Muy acerada y divertida comedia del genio neoyorkino, aunque algo irregular en su desarrollo contiene suficientes aciertos como para ser una más que recomendable crítica al famoseo y a su pomposidad fatua, su superficialidad. Woody Allen pasa el testigo de su clásico personaje neurótico que no sabe lo que quiere ser de mayor a un destacado Kenneth Brannagh, una especie de MarcelloMastroiani en “La Dolce Vita”, un cronista de la alta sociedad, nuestros curiosos ojos en este vacuo ecosistema. Al igual que el film felliniano casi se puede estructurar en set pieces, radiografiando a “celebrities” en tramos, como los interpretados por Melanie Griffith, CharlizeTheron o Leonardo DiCaprio, demostrando estos un gran sentido del humor en sus autoparódicas recreaciones. Es una ácida comedia en la que se radiografían las miserias de estas élites, sus miserias, sus envidias, sus egoísmos, sus excentricidades, su fatuidad, su egocentrismo, su despreocupación total por lo que pasa alrededor. Omito sinopsis por falta de espacio.
Como en Woody es habitual dirige y guioniza, componiendo un reguero de situaciones que navegan por la tragicomedia, el melodrama romántico y el humor sutil en miscelánea con el absurdo. Compone una hábil sátira sobre el submundo de la fama, de las celebridades, de los ricachones, arremete contra la moda, los clérigos, el cine, la televisión, la música, los deportistas, literatos, publicidad, y más, son ridiculizados en su frivolidad y banalidad existencial, por sus caprichos, trastornos, su materialismo, su hipocresía y demagogia, su divismo, con venenosos torpedos de mordacidad se burla de ellos, los deshumaniza, pone contra la pared sus nulos valores morales, los muestra absurdos y desorientados, todo lo trivializan, y Allen con punzante humor los vapulea, hace un fresco desalentador de estas élites, no da halo de esperanza. Allen sigue con sus mantras habituales, pone en el centro de la historia un tipo de mediana edad que está en plena crisis de valores, no sabe lo que desea, un neurótico que se mueve entre intelectuales y presuntuosos, con relaciones amorosas que no le llenan, y casi siempre es un escritor que está ante un parón de las musas.
Lo negativo de esta cinta con bastante bueno es su desequilibrio e irregularidad, se dispersa en demasía, la subtrama de la ex de Lee, robin resulta de poca chicha, pierde ritmo cuando asistimos a sus dudas, se debería haber atenido a los cruces de Lee con el famoseo, cuando el argumento se detiene en introspeccionar a Lee se queda en meros estereotipos, y es que es otro de los puntos flacos del film, su falta de hondura, se queda en la superficie, no hay lugar tampoco para secundarios de enjundia que den solidez al relato.
Kenneth Brannagh intenta ser el clásico personaje arquetípico de Woody Allen, el inseguro tipo, lo borda, con su tartamudez natural, su facilidad oral, he leído que mucha gente le critico, a mi me ha resultado muy fresco y chispeante, divertido en sus ademanes y en las situaciones humorísticas. Judy Davis está estupenda como la inestable y acomplejada Robin, con una vis cómica formidable. Joe Mantegna cumple sin dejar huella. Charlize deslumbra con su sex-apple, un volcán de sexualidad latente. DiCaprio hace una tremenda parodia de lo que la gente pensaba de él en ese momento, descacharrante. Winona Ryder buena en su rol de chica de amor volátil. Hay más pero sin mucha presencia.
La cinta posee múltiples cameos: el baloncestista de la NBA Anthony Mason (ex jugador del equipo de Woody Allen, los Knicks de Nueva York), el multimillonario empresario Donald Trump, el actor Hank Azaria, el director Greg Mottola, la ensayista EricaJong, el pintor Isaac Mizrahi, o los modelos top Mark Van der Loo y su entonces pareja la española Esther Cañadas, en lo que es su film con mayor número de figurantes, más de 5000 y más de 200 actores.
La puesta en escena es lo elegante y excelente que en Allen es habitual, con un fascinante diseño de producción de Santo Loquasto (habitual de Woody, “Dias de radio”, “Sombras y niebla” o “Acuerdos y desacuerdos”), rodada en Nueva York, recreando los fastos de fiestas, un retiro espiritual, una clínica de estética, o un casino, y todo enaltecido por la excelente fotografía en glorioso b/n del sueco Sven Nykvist (habitual de Ingmar Bergman), jugando con la pretenciosidad, de la que se ríen en el guión, con los claroscuros, las sombras, exposición de bellos planos, con travellings, steadycam, planos generales, cámara ágil en mano, es la última de las cuatro colaboraciones del fotógrafo en Allen, asimismo aquí finalizó una extensa colaboración de Woody con la montadora con Susan E. Morse, su veintena de películas con el neoyorkino comienza con “Manhattan” (1979). En el apartado de la música el realizador suma temas jazzísticos, temas de Cole Porter, George e Ira Gershwin, canciones famosas, “Cumbayá” de Janet Marlow, y fragmentos de música clásica, 5ª Sinfonía de Beethoven, o de Richard Wagner, y más temas.
Momentos recordables: Cuando Lee lleva a la actriz Nicole a ver su antigua casa en Queens, en el dormitorio Lee intenta seducirla, y la sorprendente respuesta de ella es <Es que, verás, estoy casada, felizmente casada, y mi cuerpo sólo es para mi marido. Claro está que lo que haga de cuello para arriba...>; En una clínica cirugía estética, una enfermera dice a un paciente que ellos no hacen alargamientos de pene y el hombre exclama <Vamos, doctor, si solo serían 8 cm!>;... (continua en spoiler)
Como en Woody es habitual dirige y guioniza, componiendo un reguero de situaciones que navegan por la tragicomedia, el melodrama romántico y el humor sutil en miscelánea con el absurdo. Compone una hábil sátira sobre el submundo de la fama, de las celebridades, de los ricachones, arremete contra la moda, los clérigos, el cine, la televisión, la música, los deportistas, literatos, publicidad, y más, son ridiculizados en su frivolidad y banalidad existencial, por sus caprichos, trastornos, su materialismo, su hipocresía y demagogia, su divismo, con venenosos torpedos de mordacidad se burla de ellos, los deshumaniza, pone contra la pared sus nulos valores morales, los muestra absurdos y desorientados, todo lo trivializan, y Allen con punzante humor los vapulea, hace un fresco desalentador de estas élites, no da halo de esperanza. Allen sigue con sus mantras habituales, pone en el centro de la historia un tipo de mediana edad que está en plena crisis de valores, no sabe lo que desea, un neurótico que se mueve entre intelectuales y presuntuosos, con relaciones amorosas que no le llenan, y casi siempre es un escritor que está ante un parón de las musas.
Lo negativo de esta cinta con bastante bueno es su desequilibrio e irregularidad, se dispersa en demasía, la subtrama de la ex de Lee, robin resulta de poca chicha, pierde ritmo cuando asistimos a sus dudas, se debería haber atenido a los cruces de Lee con el famoseo, cuando el argumento se detiene en introspeccionar a Lee se queda en meros estereotipos, y es que es otro de los puntos flacos del film, su falta de hondura, se queda en la superficie, no hay lugar tampoco para secundarios de enjundia que den solidez al relato.
Kenneth Brannagh intenta ser el clásico personaje arquetípico de Woody Allen, el inseguro tipo, lo borda, con su tartamudez natural, su facilidad oral, he leído que mucha gente le critico, a mi me ha resultado muy fresco y chispeante, divertido en sus ademanes y en las situaciones humorísticas. Judy Davis está estupenda como la inestable y acomplejada Robin, con una vis cómica formidable. Joe Mantegna cumple sin dejar huella. Charlize deslumbra con su sex-apple, un volcán de sexualidad latente. DiCaprio hace una tremenda parodia de lo que la gente pensaba de él en ese momento, descacharrante. Winona Ryder buena en su rol de chica de amor volátil. Hay más pero sin mucha presencia.
La cinta posee múltiples cameos: el baloncestista de la NBA Anthony Mason (ex jugador del equipo de Woody Allen, los Knicks de Nueva York), el multimillonario empresario Donald Trump, el actor Hank Azaria, el director Greg Mottola, la ensayista EricaJong, el pintor Isaac Mizrahi, o los modelos top Mark Van der Loo y su entonces pareja la española Esther Cañadas, en lo que es su film con mayor número de figurantes, más de 5000 y más de 200 actores.
La puesta en escena es lo elegante y excelente que en Allen es habitual, con un fascinante diseño de producción de Santo Loquasto (habitual de Woody, “Dias de radio”, “Sombras y niebla” o “Acuerdos y desacuerdos”), rodada en Nueva York, recreando los fastos de fiestas, un retiro espiritual, una clínica de estética, o un casino, y todo enaltecido por la excelente fotografía en glorioso b/n del sueco Sven Nykvist (habitual de Ingmar Bergman), jugando con la pretenciosidad, de la que se ríen en el guión, con los claroscuros, las sombras, exposición de bellos planos, con travellings, steadycam, planos generales, cámara ágil en mano, es la última de las cuatro colaboraciones del fotógrafo en Allen, asimismo aquí finalizó una extensa colaboración de Woody con la montadora con Susan E. Morse, su veintena de películas con el neoyorkino comienza con “Manhattan” (1979). En el apartado de la música el realizador suma temas jazzísticos, temas de Cole Porter, George e Ira Gershwin, canciones famosas, “Cumbayá” de Janet Marlow, y fragmentos de música clásica, 5ª Sinfonía de Beethoven, o de Richard Wagner, y más temas.
Momentos recordables: Cuando Lee lleva a la actriz Nicole a ver su antigua casa en Queens, en el dormitorio Lee intenta seducirla, y la sorprendente respuesta de ella es <Es que, verás, estoy casada, felizmente casada, y mi cuerpo sólo es para mi marido. Claro está que lo que haga de cuello para arriba...>; En una clínica cirugía estética, una enfermera dice a un paciente que ellos no hacen alargamientos de pene y el hombre exclama <Vamos, doctor, si solo serían 8 cm!>;... (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... El tramo en que Lee está con la supermodelo encarnada por Charlize, mujer que a su sensualidad añade que es "polimórficamente perversa", significa que todas las partes de su cuerpo son erógenas y le excitan, lee se convierte en un títere a su lado, en momento él va a busca runa medicina para ella y cuando vuelve está con un gigante jugador de basket, Lee el pagafantas, más tarde Lee se convierte en un “looser” de Antología, Charlize y él van en el Aston Martin del 56 (guiño a James Bond) hacia el piso de él a tener un noche de sexo, mientras el conduce ella juega con la lengua en su oreja, ella le cuestiona si no tiene miedo a los microbios (está resfriada), Brannagh, al borde del orgasmo <De ti me contagiaría hasta de cáncer terminal>, y ya en un momento de culmen en el coche, Lee pierde el sentido y estrella el auto contra un escaparate, ella abandona el lugar ante el escándalo que supondría la vieran allí, ante los ruegos plañideros de él para seguir con los planes; En una fiesta un matrimonio se acerca a Charlize, la mujer le dice si le puede firmar un autógrafo <Me compré su vídeo de ejercicios!>, el marido habla entusiasmado <Yo también!>, a lo que la esposa sentencia <Sí, pero yo lo utilizo para hacer gimnasia!>; El divertidísimo modo en que Woody allen se ríe de sí mismo, Tony dice en un momento dado cuando se cruza en una fiesta con un director <Este director es un gilipollas. Cree que por hacer sus películas en blanco y negro ya son buenas>, "Celebrity" es en blanco y negro, sin comentarios; El tramo en que lee está con el malcriado joven actor Brandon Darrow, primero lo vemos a este destrozando una habitación de hotel y golpeando a su pareja (Gretchen Mol), tras esto Lee se une a la estrella en una velada de boxeo en Atlantic City, luego irán al casino donde Lee pierde dinero, debiendo prestarle Brandon para seguir con el juego, acabando la noche en una habitación de hotel en una cama redonda en una orgía de Brandon y Lee con dos meretrices, mientras están en la cama Lee solo está preocupado de convencer a Brandon de que haga su guión, Brandon harto de que le corte el rollo lo echa de la habitación, despidiéndose cortésmente, no sin antes recordarle que ya le llamaran para que le devuelva lo prestado en el casino; Asistimos a la trastienda de un programa de testimonios, en la sala de espera está unos skinheads, un rabino y un abogado charlando amablemente; El delirante anuncio de un productor, su próxima obra será un musical sobre el Ku Kux Klan con un reparto absolutamente negro; Cuando Robin visita a una prostituta, Nina (Bebe Neuwirth), para le de clases sexuales y satisfacer a su pareja, Nina pretende aprenda cómo debe hacer una buena felación, el sucedáneo de pene es un plátano, el rostro de Judy Davis no puede ser más antierótico por el padecimiento que parece tener, de hecho Robin no puede describir más desalentadoramente sus sensaciones <Es como una crucifixión>, cuando Nina le dice cómo hacerlo se atraganta con el plátano, hilarante; La editora Bonnie (buena Famke Janssen) está haciendo la mudanza a casa de Lee, para vivir los dos juntos, el problema es que la noche anterior Lee ha tenido un rollo con Nola (Winona Ryder), Lee intentando ser sincero se lo cuenta a Bonnie, esta queda estupefacta, y se va de la casa, entonces Lee se da cuenta que el único manuscrito de su novela ha desaparecido, sale corriendo tras Bonnie, llega al puerto de donde sale el ferry, ve a Bonnie atrás de la nave mirándolo, y en las manos su novela, ella la tira al mar hoja a hoja; Nola y Lee conversan, él le pregunta <Qué quieres para cenar esta noche?>, Nola responde <Spaghetti>, Lee dice <Sabes? Iba a pedir que te casaras conmigo>, Nola como si nada <No, penne. Con marinara>.
Queda una buena comedia, con puntos álgidos de gran ingenio, pero que algunas taras impiden elevarse a una mejor redondez y solidez. Fuerza y honor!!!
Queda una buena comedia, con puntos álgidos de gran ingenio, pero que algunas taras impiden elevarse a una mejor redondez y solidez. Fuerza y honor!!!