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Voto de Niccólito:
10
Bélico Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Rodada íntegramente en japonés, la película ofrece la versión nipona de la batalla de Iwo Jima, el episodio más cruento de la guerra del Pacífico, en el que murieron más de 20.000 japoneses y 7.000 estadounidenses. El objetivo de la batalla para los japoneses era conservar un islote insignificante, pero de gran valor estratégico, pues desde allí defendían la integridad de su territorio. El mismo año, ... [+]
9 de abril de 2007
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno debe de intentar, al abordar la valoración estética de una obra, que la imparcialidad sea su guía, que sus simpatías ideológicas y sus gustos personales no enturbien los méritos o defectos del film. Bien pues a quién esto escribe le resulta casi imposible hacer con el cineasta en cuestión (también le pasaría con otros, Spielberg, por ejemplo), pues es tal la sintonía que siente por su visión sabia y penetrante de la condición humana, por su sobria perfección narrativa, por lo poético y evocador de sus imágenes y por su compromiso ideológico, que le lleva a cuestionar las actuaciones de su país de manera frontal y sin ambages. A pesar de ello creo que puedo intentar la tarea de decir por qué cartas desde Iwo-Jima (o en su mucho más hermoso título original Red Sun-Black Sand) me parece una obra maestra. La película arranca con imágenes del Iwo-Jima actual acompañada del tema musical que nos define, ya desde el arranque, cual será el espíritu de la película (algo ya clásico en el maestro estadounidense) para centrarse en las labores de excavación arqueológica en los túneles en el que los soldados japoneses se veían obligados a hacinarse y a luchar, sin ningún apoyo del imperio por el que sacrificaban la vida. Mediante un suave enlace (que marca el estilo de la obra en el montaje, de un lirismo hermoso en su uso de sobreimpresiones y fundidos en negro de una suavidad y sensibilidad sólo posibles para un artista que se conoce y se comprende) penetramos ya en el drama de los soldados japoneses y su valiente, aunque suicida resistencia ante el invasor norteamericano que ya tenía ganada la guerra. Eastwood analiza con ojos de cirujano las situaciones de crueldad extrema, racismo ideológico, pero también de valentía y de piedad (recordándonos en esto a las otras grandes obra maestra del género bélico de este período Salvar al soldado Ryan, en la que su amigo y compañero en esta aventura, Steven Spielberg, también exploraba aquellas actos de bondad que surgen de situaciones de extrema violencia y sinrazón y La delgada línea roja que desde el concepto de la amistad nos daba esperanza sin renunciar a la denuncia de lo terrible de la confrontación bélica) cometidos por ambos bandos.
(Continua en la parte spoiler sin datos reveladores de la trama)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Niccólito
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