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Voto de brulote:
7
1985
7,7
716
Documental
La transmisión del mayor concierto de beneficencia de la historia. Transmitido originalmente en 1985. Editado en DVD en 2004. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2010
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
1984. Eres Bob Geldof. Es decir, nadie. Fuiste alguien cuando la película “The wall” pero eso no tuvo continuidad. Y sobre todo cuando hiciste cinco años antes “I don´t like Mondays”, una obra maestra absoluta, que, aún no puedes saberlo, se seguirá escuchando más de tres décadas después con el mismo estremecimiento de entonces. Pero volvamos a tu realidad de 1984: eres el líder de un grupo que nadie quiere oír, porque el talento se te acabó. ¿Así de simple? Sí, así de simple.
Joder, tus amigos cantantes, todos ellos, no hacen más que sacar éxitos y vender discos. ¿Cómo lo harán? Hablas todas las semanas con el cabrón de Bono y tienes que soportar su paternalismo. ¿Quién se habrá creído ese niñato? Cuando tocaba la guitarra por las calles de Dublín, tú eras ya número uno en todo el mundo. Y ni siquiera lo invitaron al concierto aquel de Amnistía Internacional en el que, todo el mundo lo dijo, tu versión de “I don´t like Mondays” fue lo mejor.
Necesitas alguna idea. Llevas tres años intentando acabar tu canción “Sunday afternoon in my room”, una precuela de “I don´t like Mondays”, y está claro que no lo conseguirás. Estás condenado de por vida a cantar tu gran éxito en conciertos de homenaje, benéficos y similares, hay que joderse.
Piensa un momento…
Je. Puede funcionar.
¿Por qué no? A todo el mundo le caes bien. Y sólo tendrás que cantar “I don´t like Mondays”.
Joder, tus amigos cantantes, todos ellos, no hacen más que sacar éxitos y vender discos. ¿Cómo lo harán? Hablas todas las semanas con el cabrón de Bono y tienes que soportar su paternalismo. ¿Quién se habrá creído ese niñato? Cuando tocaba la guitarra por las calles de Dublín, tú eras ya número uno en todo el mundo. Y ni siquiera lo invitaron al concierto aquel de Amnistía Internacional en el que, todo el mundo lo dijo, tu versión de “I don´t like Mondays” fue lo mejor.
Necesitas alguna idea. Llevas tres años intentando acabar tu canción “Sunday afternoon in my room”, una precuela de “I don´t like Mondays”, y está claro que no lo conseguirás. Estás condenado de por vida a cantar tu gran éxito en conciertos de homenaje, benéficos y similares, hay que joderse.
Piensa un momento…
Je. Puede funcionar.
¿Por qué no? A todo el mundo le caes bien. Y sólo tendrás que cantar “I don´t like Mondays”.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
2010. Eres Bob Geldof. Es decir, un crack del humanitarismo. El Puto amo de la justicia universal. La leyenda de las causas justas. Tú lo inventaste. Al Gore te debe el Nobel. Te han hecho Sir, qué bueno, a un irlandés. Te han hecho doctor honoris causa. Bono intenta cada día copiarte pero tú tienes el copyright. Hasta wikipedia dice que aquello cambió el mundo.
Pones la radio y ahí está “I don´t like Mondays”; y te entra la risa.
Bob, me descubro. No por la que montaste, listos hay a miles. Me descubro porque llevo treinta años escuchando esa canción y me sigue estremeciendo. Te jodería si leyeses esto, pero para mí siempre serás el autor de “I don´t like Mondays”.
Pones la radio y ahí está “I don´t like Mondays”; y te entra la risa.
Bob, me descubro. No por la que montaste, listos hay a miles. Me descubro porque llevo treinta años escuchando esa canción y me sigue estremeciendo. Te jodería si leyeses esto, pero para mí siempre serás el autor de “I don´t like Mondays”.