Me sorprende la nota media de esta película, pero luego pienso en "Ángeles y demonios", otra adaptación del best-seller de turno, y empiezo a entenderlo todo.

La novela de Stig Larsson ya de por sí no era nada del otro mundo. Parece ser que muchos apreciaron la demolición de esa imagen idílica que tenemos de los países nórdicos, pero eso es algo que un tal Henning Mankell, con bastante más talento y mejor prosa llevaba muchos años haciendo de la mano de su extraordinario Kurt Wallander. También parece que se celebra la aparición de un personaje femenino como Lisbeth Salander, cuyo encanto no acabo de aprehender, pero supongo que el hecho de que no sea el típico florerito al lado del maduro protagonista de turno tiene algo que ver.

La adaptación es decente y reproduce bien la primera y aburridilla mitad del libro, siendo asimismo la película mala y aburridilla en su primera mitad y entra con algo de más brío a partir de la segunda parte en la que empiezan los hervores del enigma a bullir cual humores infernales. Por desgracia, a pesar de que el misterio es más que satisfactoriamente turbio, es un misterio algo traído por los pelos, deliberadamente complicado y tirando a inverosímil que puede llegar a sorprender si no se ha leído mucha novela policíaca o visto mucha película de similar índole.

En realidad, estamos ante la clásica película de oficio, un poco hecha por obligación hacia los numerosos fans de Larsson que esperaban con avidez el estreno y sin mucho compromiso creativo o de cualquier tipo en ella. Por mi parte, sólo la recomendaría para satisfacer la curiosidad de aquellos que hayan leído la novela, porque aparte de este hecho, carece de mayor interés.