Después del momento "soy el emperador y quiero luchar en la arena del circo" (Gladiator) y de "poneos de rodillas que por mis cojones que os nombro a todos caballeros" (El reino de los cielos), Scott nos deleita ahora con un inesperado y sublime momento para la historia del cine: "soy Robin Hood y voy a proclamar la declaración universal de los derechos humanos en pleno siglo XII". Sí señor, hay que tenerlos muy bien puestos para insultarnos a los espectadores de forma tan descarada y manifiesta. Los que esperen encontrarse con la típica historia del Robin Hood robando a los ricos para dárselo a los pobres (tema desgraciadamente nunca suficientemente bien explotado en el cine) que se desengañen. Esta cinta (me niego a llamarla película) narra los orígenes del legendario héroe medieval, así como los curiosas e increíbles avatares que lo llevan a convertirse en un líder revolucionario que ni el Che Guevara. El problema es que usar "narrar" para describir este guión es malgastar dicho verbo. Aburrida y sosa, ni siquiera sirve como entretenimiento palomitero para una tarde de resaca. Se pierde en infinidad de tópicos y errores históricos, su argumento es predecible, simplón y monocorde como un canto llano. En el aspecto técnico es mediocre e irrelevante, y a nivel estético no aporta nada. Además, cuenta con Russell Crowe y su cara de palo (vaya un actor fetiche para uno de los directores mejor pagados de Hollywood), y una Cate Blanchett que nos sorprende por su mediocridad, cuando ella ha hecho papelones.
En serio, hasta los fans más acérrimos de Scott tienen que reconocer que "Robin Hood" es mala, plomiza, inconsistente. Otra oportunidad perdida que deja nuevamente a Robin Hood en el limbo, al igual que otros célebres personajes que nunca han encontrado un alter ego cinematográfico a la altura, como Dorian Gray o Drácula. De todos modos, la película de los noventa protagonizada por Kevin Kostner, siendo una producción mediocre, es infinitamente mejor: al menos es entretenida.
En resumen, la peor película de tema medieval que hemos tenido la mala fortuna de ver desde "Destino de caballero".