Película sobre exorcismos que viene a cargo de uno de los maestros del Horror, con títulos como La Noche de Halloween (1978), o La Boca del Miedo (1994), y protagonizada por Donald Pleasence (1997: Rescate en Nueva York, 1981), y Jameson Parker (Even Lambs Have Teeth, 2015).

Un sacerdote cree haber descubierto el lugar de descanso de Satán, en el sótano de una iglesia abandonada de Los Angeles. Junto a un grupo de estudiantes de física, el sacerdote prepara un proyecto científico que siga manteniendo encerrado al Príncipe de las Tinieblas. Encerrados en la iglesia por fuerzas siniestras, los estudiantes descubren que deben luchar para impedir la llegada del Mal al mundo.

En El Principe de las Tinieblas, Carpenter narra una historia de terror sobrenatural escrita por el mismo, en la que encontramos una tensión latente desde el inicio de su segundo acto, que explota hacia el final del metraje, mostrando algunas escenas grotescas y sangrientas. En las interpretaciones nos encontramos con un siempre solvente Donald Pleasance en el papel del cura, y un reparto que cumple, pero que sirve mayormente para ser perseguidos y aniquilados por la presencia antagonista.

Aunque no es, ni de lejos, la mejor película del director, estamos ante una cinta de terror muy entretenida que mantiene el interés del espectador en todo momento, y nos regala algunas escenas lo suficientemente perturbadoras como para que valga la pena su visionado.

Nota personal 7/10