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Voto de Gorka L:
7
7,6
11.801
Cine negro. Intriga. Thriller
A casa de sus familiares, en el tranquilo pueblo de Santa Rosa, llega un día el encantador tío Charlie (Joseph Cotten), un seductor criminal que viaja de Filadelfia a California y al que la justicia va pisando los talones. Su sobrina Charlie, a pesar de que no sabe nada de sus actividades, no tardará en sospechar que su tío es el misterioso asesino de viudas al que la policía anda buscando. (FILMAFFINITY)
9 de abril de 2009
31 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una buena película. En mi opinión, no estamos ante una de las películas cumbres de Hitchcock pero sí ante una cinta notable y entretenida que hace pasar un buen rato.
Lo más destacable de la película es, sin duda, el personaje intepretado por John Cotten (el tío Charlie) cuya doble personalidad, sin duda, es el elemento más atractivo del film: inicialmente, se presenta como un personaje ejemplar: buen pariente, buen vecino, etc.; no obstante, la película avanza y se va descubriendo el lado sórdido y oscuro del personaje: su negativa visión del mundo, su falta de escrúpulos, los chantajes emocionales con los que quiere dominar a su sobrina y, sobre todo, su enorme cinismo. Todo ello, lo va presentando como un ser odioso al que querríamos ver pagando por sus crímenes ante la justcia.
El papel de Teresa Wright (la sobrina soñadora e ingenua) cobra fuerza a partir del momento en que el inspector de policía le pone en alerta sobre la posibilidad de que su tío tenga un lado turbio, que ella inicialmente no puede aceptar. No obstante, no puede evitar atar algunos cabos y sacar sus conclusiones. A partir de ahí, los efectos que produce la fuerte desconfianza y miedo hacia su tío son bien reflejados en la pantalla. Es interesante ver las reacciones que provoca la duda y la desconfianza en una persona y el cambio de actitud que comporta en su relación con ella.
También resulta entrañable la interpretación de Henry Travers (el angel de que bello es vivir) y el retrato irónico de la "familia media americana".
Lo más destacable de la película es, sin duda, el personaje intepretado por John Cotten (el tío Charlie) cuya doble personalidad, sin duda, es el elemento más atractivo del film: inicialmente, se presenta como un personaje ejemplar: buen pariente, buen vecino, etc.; no obstante, la película avanza y se va descubriendo el lado sórdido y oscuro del personaje: su negativa visión del mundo, su falta de escrúpulos, los chantajes emocionales con los que quiere dominar a su sobrina y, sobre todo, su enorme cinismo. Todo ello, lo va presentando como un ser odioso al que querríamos ver pagando por sus crímenes ante la justcia.
El papel de Teresa Wright (la sobrina soñadora e ingenua) cobra fuerza a partir del momento en que el inspector de policía le pone en alerta sobre la posibilidad de que su tío tenga un lado turbio, que ella inicialmente no puede aceptar. No obstante, no puede evitar atar algunos cabos y sacar sus conclusiones. A partir de ahí, los efectos que produce la fuerte desconfianza y miedo hacia su tío son bien reflejados en la pantalla. Es interesante ver las reacciones que provoca la duda y la desconfianza en una persona y el cambio de actitud que comporta en su relación con ella.
También resulta entrañable la interpretación de Henry Travers (el angel de que bello es vivir) y el retrato irónico de la "familia media americana".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Es verdad que sorprende y no se comprenden algunas reacciones de la sobrina, sobre todo después de los sucesos de la escalera y del garage. E incluso resulta irritante su actitud porque con ella conseguirá la impunidad del criminal y del ser odioso que ha conseguido engañar a todo el mundo y salirse con la suya. Y creo que este elemento es una pieza brillante de la película: por ello, discrepo de quienes critican el final de la película. Hitchcock juega con la lucha entre el bien y el mal y hace creer al espectador que la victoria de éste puede consumarse; solo el retruécano final del suceso del tren lo impide. Pero, entonces, ya solo quedan unos pocos minutos de películas: hasta entonces, la sensación de que presenciabamos una injusticia habrá mantenido al espectador atento a toda la película.