Media votos
5,7
Votos
7.784
Críticas
27
Listas
5
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Endik Larsson:
5
![](https://filmaffinity.com/images/myratings/5.png)
5,6
30.479
Ciencia ficción. Aventuras. Acción. Thriller
La última entrega de 'Los juegos del hambre' nos muestra a una nación en guerra, en la que Katniss se enfrenta con uñas y dientes al presidente Snow (Donald Sutherland). Con la ayuda de algunos amigos, entre ellos Gale (Liam Hemsworth), Finnick (Sam Claflin) y Peeta (Josh Hutcherson), arriesgará la vida para salir del Distrito 13 y eliminar al presidente Snow. (FILMAFFINITY)
3 de abril de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
LOS JUEGOS DEL HAMBRE, una de las sagas más taquilleras en lo que llevamos de década llega a su fin.
Y lo hace como todas las entregas de la saga sin pena ni gloria, o con más pena que gloria.
Y lo hace como todas las entregas de la saga sin pena ni gloria, o con más pena que gloria.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Las aventuras de Katniss Everdeen, Peeta y demás amigos llegan al final en esta entrega última de las novelas de Suzanne Collins, en la que Katniss tiene como objetivo matar a Snow (Donald Sutherland) el presidente tiránico del Capitolio.
La falta de garra del embrollo es remarcable, así como la de un poco de sentido del humor, que le hubiera ayudado y mucho a aligerar una trama que no se puede tomar en serio a sí misma.
Tampoco el excesivo metraje de la función ayuda. Y es que este último LOS JUEGOS DEL HAMBRE se apunta a la moda de las grandes sagas del siglo XXI (EL SEÑOR DE LOS ANILLOS, HARRY POTTER) de adornarse de excesivos finales que acaban con la paciencia de quien lo único que siente es alivio cuando parece que va a terminar.
Este intento de denuncia bienintencionada, pasada por el filtro de la mirada de la generación así llamada millenial, se queda con la sensación de haber triunfado económicamente, pero lejos, muy lejos, de ser considerada como una obra que perdurará en el recuerdo cinéfilo-intelectual de quien la ve.
La falta de garra del embrollo es remarcable, así como la de un poco de sentido del humor, que le hubiera ayudado y mucho a aligerar una trama que no se puede tomar en serio a sí misma.
Tampoco el excesivo metraje de la función ayuda. Y es que este último LOS JUEGOS DEL HAMBRE se apunta a la moda de las grandes sagas del siglo XXI (EL SEÑOR DE LOS ANILLOS, HARRY POTTER) de adornarse de excesivos finales que acaban con la paciencia de quien lo único que siente es alivio cuando parece que va a terminar.
Este intento de denuncia bienintencionada, pasada por el filtro de la mirada de la generación así llamada millenial, se queda con la sensación de haber triunfado económicamente, pero lejos, muy lejos, de ser considerada como una obra que perdurará en el recuerdo cinéfilo-intelectual de quien la ve.