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Voto de Cinedelos80:
7
Comedia. Aventuras. Acción Chandler Jarrell es un detective especializado en buscar niños perdidos. Se le encomienda la misión de encontrar y proteger al "Chico de oro", un niño budista que posee poderes especiales. Según sus tutores el chico ha sido secuestrado por un maligno hechicero. Aunque Jarrell es bastante escéptico respecto a la magia y a los poderes sobrenaturales, a medida que avanza en el caso encuentra pruebas suficientes para empezar a tener serias dudas. (FILMAFFINITY) [+]
28 de enero de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chandler Jarred, un detective especializado en la búsqueda de niños desaparecidos, es requerido para encontrar a un niño muy especial, "El chico de Oro", un niño nacido cada mil años para evitar que el mal se apodere del mundo. Chandler es "El elegido", el hombre predestinado según la profecía del oráculo de Neuchung para liberar a "El chico de oro" de las garras de Sardo Numspa - un demonio enviado por Satanás para acabar con el niño e instaurar el infierno sobre la tierra -. Para ello, Jarred estará acompañado de Kee Nang, una bella mujer que le desvelará la verdadera naturaleza del problema al que se enfrentan.

Un caso perfecto de como, en los ochenta, lo fantástico desbordó sus ya de por sí difusos límites e inundó multitud de películas. Sí, una de las características de esta década no sólo es la gran cantidad de producciones del género fantástico, sino la incursión de éste, en su más amplia acepción, en todo tipo de temáticas que perfectamente podrían serle ajenas. Sin embargo, encontramos ejemplos por todas partes: aventuras juveniles como "Una pandilla alucinante" o "El secreto de Joe", películas de acción como "Los inmortales", románticas como "Sueños eléctricos" (1984) ... Por no decir trilogías como "Regreso al futuro" o "Indiana Jones"; películas , todas ellas, que se vieron en mayor o menor medida contagiadas por la temática fantástica. Así, El chico de oro, no sólo es una película de acción, humor y aventura, sino que la eterna lucha de las fuerzas del bien y el mal, copa muchos de sus fotogramas. Puede también considerarse como ejemplo de la "fiebre oriental" que se puso de moda con esa ingente cantidad de películas de artes marciales - con "Karate Kid" a la cabeza - que nos bombardeaban desde las estanterías del videoclub o la pantalla grande. Por esa mezcla de humor, acción, aventura y fantasía tamizada por la imaginería oriental no queda más remedio que relacionarla con esa maravilla de lo friqui llamada "Golpe en la pequeña china" (1986), estrenada además el mismo año y que, a pesar de que hoy día, quizás reciba mejor consideración, en el año de sus estreno fue barrida en la taquilla por la película que nos ocupa.

El chico de oro es una película sumamente entretenida y puramente divertida en la que la acción transcurre veloz de forma que apenas quede tiempo para reflexionar sobre lo descabellado de algunas de sus situaciones (o de su propuesta). En esto ayuda la ágil dirección de un veterano todoterreno como Michael Ritchie, quien ha tocado desde la serie televisiva pasando por el drama , la comedia, la acción o el eclecticismo que nos ocupa. Entre algunas de sus películas más conocidas se encuentran la comedia "Fletch , el camaleón" (1985) protagonizada por Chavy Chase o "La isla" (1980), una adaptación de la novela homónima de Peter Blenchy con Michael Cane. Otra baza a su favor - junto con la exótica belleza de Charlotte Lewis (Kee Nang, la compañera de Jarred) - es la presencia imponente del malo malísimo, Sardo Numspa - encarnado por Charles Dance, ahora superconocido por su papel de Tywin Lannister en la serie "Juego de Tronos"- todo un demonio, enviado por el mismísimo Satanás para matar al Chico de oro e instaurar su maléfico reinado sobre la tierra . Por si esto fuera poco, el amigo Eddie Murphy no nos dará tregua a base de muecas y los habituales chascarrillos que lo hicieron tan popular, siendo algunas frases francamente divertidas como la de la cuchilla y el "Kleenex" o la del aeropuerto con su "hermano Numsi", y otras sencillamente antológicas como la del cuchilo. En cuanto a los efectos especiales, apartado fundamental tratándose de una película fantástica, son aceptables, destacando las escenas de la lata de refresco y la de la lucha contra el demonio - en las que se emplea la técnica "Stop motion" -

Así que ya sabéis queridos lectores. Preparaos para pelear con una banda de moteros, conocer a gente y a seres fuera de lo común, vivir el amor de Chandler Jarred y Kee Nang, viajar al enigmático Tibet para recuperar un cuchillo de otro mundo y enfrentaros a hordas maléficas. Pero no temáis, este viaje no lo haréis solos, disfrutaréis de buenísima compañía y, por supuesto, mucha diversión. Todo de la mano de "El chico de oro".
Cinedelos80
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