Si alguien no se siente embaucado por el llanto de la niña es que es de piedra. Una de las mejores películas que he visto. Un gran estudio de la cultura maorí, desde sus más profundas raíces hasta los últimos sentimientos de sus actuales descendientes. Es una obra maestra de la fotografía, desde el primer fotograma hasta el último. De trasfondo es la típica historia de las desigualdades sociales y sexuales, pero al explicarlo a través del prisma de los ojos de una niña cobra muchísima fuerza y la historia se renueva y se llena de sentimientos. La actuación de la niña es bastante buena, para mí: de las mejores de su edad. Seguiré su carrera porque promete mucho.