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España España · valencia
Voto de el feroz:
8
Drama Historia de Bernadette Soubirous (Jennifer Jones) y el misterio de la aparición de la Virgen en Lourdes (Francia) en 1858. Cuando a Bernadette, una niña asmática, se le aparece la Señora vestida de blanco, cambia sustancialmente la vida del pueblo de Massadiel, donde surge un manantial cuyas aguas curan a los peregrinos enfermos. Estos hechos serán exhaustivamente investigados por la Iglesia, los médicos y toda suerte de expertos. (FILMAFFINITY) [+]
13 de julio de 2021
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mensaje más oficialistamente católico ha nadado en el cine en "aguas profundas" y nunca ha terminado de ahogarse en ellas. Incluso las pastelosillas apuestas del franquismo sobre temas de este calado se salvaban por méritos propios, auspiciados dichos intentos por buenas fotografías en blanco y negro y los planteles habituales de excelentes actores españoles, incluso con la complicidad de una Isabel Orsini, que fué la "virgencita" (feílla) de España, antes de que el título le fuera arrebatado por otra virgen en la antípodas: Por supuesto, hablo de la Sevilla, y sus explosivas formas.(Véase, "La señora de Fátima" o "El cielo sobre el Pantano")

En esta línea y años antes, Henrry King decide llevar a la Gran sábana blanca el tema "mariano" más famoso de la historia, con permiso de los portugueses, y sorprende con una versión en la que los hallazgos y alardes cinematográficos se superponen casi al mensaje. Porque "La canción de Bernardette" es una estupenda película, que por su época casi anticipa los rigores artísticos del "neorralismo" italiano, llevado a los parajes sórdidos, de la
campiña francesa (nótese la contradicción) consiguiendo con esa fantástica fotografía de Arthur C. Miller, extraer lo peor de la pobreza y la desigualdad social, para, no edulcorarla, sino "mimetizarla" con una extraña y luminosa belleza que por mor de una excelente escenografía se presenta con toques casi místicos ( o sin el casi). Y no por casualidad. Ahí está para auspiciarlo, una arrebatadora Jennifer jones a cuyos primeros planos habría que dedicar un capítulo aparte, y cuyo desbordante "camaleonismo", demostraría después incorporando a una lasciva Perla Chavez en una de los duelos más eróticos de la historia del séptimo arte. Nada de ello es extraño en un director que ya antes había jugado con contrastes parecidos en la maravillosa "Seventh Heaven" (salvando las diferencias argumentales)
¿Y los secundarios? De auténtico lujo. Desde ese actor "marrullero" y magnífico que fue Charles Bickford, pasando por el sobrio Lee J. Cobb, la maravillosa Gladys Cooper, o el cínico Vicent Price.

Una excelente película que aporta al espectador un hecho nada desdeñable: Hay un lugar para el cine de connotaciones religiosas (incluso aunque dichas connotaciones tengan un sabor proselitista) porque siempre hay un lugar para el cine bien hecho. Recomendable.
el feroz
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