Producción en principio prometedora con un buen reparto plagado de figuras cinematográficas de renombre, en un argumento en apariencia llamativo e interesante, pero que sus responsables no consiguen dar credibilidad y cierta seriedad.
El inicio puede resultar confuso y molesto, puesto que no consigue conectar con el espectador. La cosa coge fuerza e interés gracias a que toca las emociones y relaciones familiares del protagonista interpretado por Kevin Costner.
Es ese tipo de películas que hay que ver sin ser demasiado riguroso con la credibilidad de lo que se ofrece.
La parte emocional es la que ha conseguido que conecte con la historia y que no abandone el visionado de este producto chapucero e irregular del que tampoco hay que esperar mucho.
No cuenta con grandes persecuciones, ni grandes efectos especiales. Se aproxima demasiado a una producción de tarde de Domingo.
El protagonista se pasa una gran parte de la película con medio cerebro y yo creo que los propios responsables de la película también han hecho todo con medio cerebro, así que os la recomiendo ver con medio cerebro para llegar a entender esta crítica medio positiva. .