Existen películas mucho peores que "Barco fantasma", pero lo cierto es que cuando terminas de verla te das cuenta de que el director no ha sabido qué quería contar exactamente. Mezcla con una facilidad asombrosa dos mundos que, tradicionalmente, siempre han necesitado de la ayuda de alguien con poderes paranormales para contactar. Aquí no hace falta y eso supone un fallo muy gordo.
Empieza bien, con muchos topicazos del género, aunque se notan mucho los trucos en esa primera escena que algún crítico califica como espeluznante. Vista su falta de realismo, ya no lo es tanto. Por lo demás, Gabriel Byrne siempre cumple sin esforzarse gracias a su calidad como actor. El resto del reparto no pasará a las nominaciones para los Oscar.
Lo mejor que se puede decir de "Barco fantasma" es que entretiene por el suspense, tiene algún buen efecto especial y una tía en pelotas que quitará el hipo a más de uno. Si buscas algo más, olvídate. A medida que llega el final, la historia no es que sea increíble, sino que directamente no se sostiene.