Recuerdo que vi "Dogville" por primera vez en un Festival de Cine, con la versión original íntegra de Lars Von Trier (170 minutos). Entonces se me hizo larga, pero terminó convenciéndome por su original puesta en escena, la estructura de la narración y ese final tan sorprendente.
Vista de nuevo en su reducción a 132 minutos no pueden negarse las buenas intenciones del director, por lo que he de calificarla como buena. Sin embargo, por muy bien que lo hagan Nicole Kidman y el resto de actores vecinos de este peculiar pueblo, la película peca en ocasiones de pretenciosa, confusa y, sobre todo, demasiado filosófica.
Mi nota: 6,7