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Voto de Ricardo De Luca:
8
Comedia. Drama Lila y Marcela trabajan desde siempre como personal de limpieza en una dependencia estatal. Conocen sus recovecos como nadie y se han inventado una forma de subsistencia –y un sueño– gestionando un comedor absolutamente irregular en un rincón abandonado del edificio. Pero los tiempos cambian: llega una nueva directora –con sus discursos cínicos, plagados de lugares comunes– y con ella las promesas vacías, el cierre del comedor y una ola ... [+]
12 de enero de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Mientras los oprimidos sigan sin ser consientes de las causas de su condición fatalista, aceptan su explotación”
(Paulo Freire)

Las personas pasan casi un tercio de sus vidas trabajando. Si se asocia esta actividad a un trabajo aburrido, que se debe hacer por obligación, se puede decir que la amistad es un factor fundamental para generar un ambiente positivo, que aporte algunos momentos agradables con mejor comunicación y complicidad.
¿Cómo se transforman estas vincularidades a través del tiempo?
Lila y Marcela, son amigas y empleadas de limpieza en un edificio de obras públicas de la provincia. Comparten su amistad y su rutina alienante desde hace más de treinta años. A su vez gestionan un bufet clandestino en un lugar abandonado de la dependencia con la esperanza de tener algún día su propia cantina.
Por ello, el director decide iniciar la película con ambas amigas de espaldas, empujando juntas hacia adelante los carros de limpieza por los pasillos del edificio. Unas escenas después se las observa cocinando, esta vez, espalda con espalda como si se cuidaran una de la otra.
Sin embargo, un cambio de gobierno lleva a la asunción de una nueva directora, que promete mejoras tanto edilicias como laborales. Así mismo, la flamante directora realiza un recorrido por el edificio junto a los empleados, curiosamente no puede contener una alergia que se le produce al momento de hablar con ellos, situación que resulta sospechosa advirtiendo, que no todas son buenas noticias. (¿Esa alergia esconde un rechazo?).
En este sentido, avanza el relato materializando las suspensiones de contratos y el cierre del bar de Lila y Marcela, escenario, que pone en jaque su amistad.
Al fin de cuentas, todo cine es susceptible de una interpretación o lectura política. En “Planta Permanente” se recrea con versatilidad los entramados gremiales y burocráticos que conforman la administración pública, pero también se capta con empatía y sencillez el punto de vista de estas mujeres anónimas, que además de afrontar conflictos propios de su situación socio-económica, deben revalidar su amistad y su negocio.

Por Ricardo De Luca.
Ricardo De Luca
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