Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
8
Drama Narra de manera íntima la historia de un hombre bueno, el médico colombiano Héctor Abad Gómez, carismático líder social y hombre de familia, un destacado médico y activista por los derechos humanos en el Medellín polarizado y violento de los años 70. La trama relata la vida del doctor y padre de familia, preocupado tanto por sus hijos como por los niños de clases menos favorecidas. En su casa se respiraba la vitalidad y la creatividad ... [+]
16 de octubre de 2021
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El olvido que seremos

“El mero conocimiento no es sabiduría. La sabiduría sola tampoco basta. Son necesarios el conocimiento, la sabiduría y la bondad para enseñar a otros hombres.“ Héctor Abad Gómez

Fernando Trueba es sin duda uno de los mejores directores del cine español. Desde aquel ya lejano 1980 en el que demostró su muy singular e irónico sentido del humor al titular su primera película como “Ópera prima” hasta hoy, ha dejado constancia de su bien ganado prestigio. Y quién no recuerda su maravillosa “Belle Époque”, con la que en 1992 ganó nueve Goyas y al año siguiente el Óscar a la mejor película de habla no inglesa.
Acabo de ver su último trabajo y compruebo que el director madrileño continúa en plena forma. Se trata de “El olvido que seremos”, película colombiana que él mismo escribe basado en la novela homónima de Héctor Abad Faciolince en la que, desde su perspectiva de niño, va desgranando recuerdos de su padre, el doctor Héctor Abad Gómez, en el acogedor entorno de la casa familiar .
Por eso, durante la primera hora de metraje, tengo la sensación de asistir a una sucesión de domésticas estampas costumbristas un tanto almibaradas de la familia Abad. Pero poco a poco y a medida que la historia avanza, la película va ganando en hondura hasta convertirse en un hermoso canto a la tolerancia, comprensión, sabiduría y todos aquellos valores que hicieron del humanismo el faro que alumbró la era dorada de la Ilustración.
A través de una primera parte filmada en un nostálgico y apagado color pastel de los 70 y una segunda en ceniciento blanco y negro, Trueba pretende diferenciar las dos etapas por las hubo de transitar esta familia ejemplar. Una primera que podríamos calificar de vino y rosas y una segunda de angustiosa y sombría como consecuencia del ambiente político enrarecido, convulso y peligrosamente radicalizado de una Colombia que en los años 70 ya preconizaba la trágica deriva hacia la que se dirigía.
Como resultado, nuestro protagonista, el médico, profesor, ensayista e incansable defensor de los derechos de las clases más desfavorecidas, Héctor Abad Gómez -brillantemente interpretado por Javier Cámara-, uno de los mejores hombres que ha dado el país del oro y la esmeralda, la cumbia y la champeta,
quedó atrapado entre dos fuegos. Por un lado, la derecha lo consideraba un marxista recalcitrante mientras que para la izquierda no fue sino un camaleónico y farsante pequeño-burgués.
Pero este hombre bueno, en el mejor sentido machadiano, amante de su familia, solidario con el pueblo, valiente, de espíritu inquebrantable y coherente con sus ideas hasta las últimas consecuencias, fue una voz luminosa que se alzó en medio de un páramo yermo y a la que no pudieron silenciar ni los unos ni los otros.
Inexorablemente el tiempo persevera en el olvido que seremos y aunque la historia ya fue omnisciente testigo de los hechos, este cronista se reserva desvelar el final por respeto a todos aquellos, mis improbables lectores, que desconozcan el desenlace.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow