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España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
8
Drama Un accidente de coche en el que se ve involucrada una niña tiene consecuencias devastadoras en esta película de 9 minutos basada en el relato corto de 1948 de Stig Dagerman. (FILMAFFINITY)
9 de marzo de 2022
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Matar a un niño - To Kill a Child

Existió en el siglo pasado un periodista y escritor sueco que sorprendió al mundo por su precocidad, talento y brillante narrativa. Nació en 1923 y entre los 21 y 26 años de edad, fue capaz de escribir cuatro novelas, otras tantas obras teatrales, un buen número de relatos cortas y, como periodista, gran cantidad de artículos, crónicas y reportajes.
Su nombre era Stig Dagerman, un hombre de aspecto frágil, algo tímido y un tanto nervioso. Nació en el seno de una familia de clase trabajadora. Su padre trabajaba en un cantera y su madre era operadora de una empresa telefónica. Desde muy temprana edad, al igual que su padre, militó en los movimientos anarco-sindicalistas de su país y terminada la Segunda Guerra Mundial, Dagerman arremetió contra moros y cristianos sin alinearse jamás con la propaganda oficialmente aceptada, poniendo en cuestión la línea de pensamiento de la época. Lo mismo embestía contra Adam Smith, Churchill o el Papa que contra Marx o Stalin.
Su carácter escéptico, pesimista y depresivo quedaba nítidamente plasmado en sus sombríos textos. Con los años, esta tendencia se fue acentuando hasta límites preocupantes.
De manera que en 1954 con apenas 31 años, se encerró en el garaje de su casa en Enebyberg, puso en marcha el coche, se recostó en el asiento del conductor y la joven y prometedora estrella de las letras escandinavas esperó tranquilamente que la muerte se lo llevara.
Viene a cuento tan escalofriante preámbulo porque en 1953, un año antes de la desaparición del escritor, el director de cine Gösta Werner filmó en blanco y negro un corto titulado “Matar a un niño” en el reproduce fielmente un relato breve que Dagerman escribió con el mismo título.
Tengo la suerte de descubrirlo en Netflix y de inmediato quedo deslumbrado ante la nitidez y belleza de su fotografía después de haber sido hábilmente remasterizada. Esta pequeña joya contiene nueve minutos de oro puro. Nueve minutos o toda una eternidad condensada en el impactante relato de un genio de la escritura.
No oímos lo que dicen sus personajes, es una voz en off la que nos habla y narra la historia literalmete idéntica al cuento de Dagerman. Sabemos desde el principio lo que va a pasar y la tragedia que se avecina. Sin embargo, y he ahí su implacable genialidad, no podemos evitar la estremecedora sensación de impotencia ante la veleidosa prescripción del destino.
Así pues, una vez más, se hace aquí patente la sabia aserción de Baltasar Gracián: “Si lo bueno breve, dos veces bueno.” No se la pierdan. Es una maravilla.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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