Soporífera película ambientada en la época de la Restauración que narra la biografía de John Wilmot, encarnado por un Depp que parece el conde Drácula con un día de resaca. La historia es aburrídisma, con un libreto visto y que es tan atrevido que no se atreve a mucho más. Depp es demasiado para este papel, pero incluso dentro de tan tediosa obra se observa lo genial que es actuando, compone la decadencia del personaje a la perfección. Malkovich está ya en las últimas en esta película, hace de rey Carlos II, que parece que está pero no está. Los personajes femeninos están más vistos que el tebeo. Hombre, la peli es para todos los gustos pero a mi personalmente me ha aburrido tanto, tanto como hacía tiempo que no me aburría. La vida de este tío sería superemocionante yo no digo que no, pero si no llega a serlo............pfffff aburridísima.