Tendría que haberse llamado "La maldición del cliché", una película con sustos telegrafiados, poco originales y sin un ápice de provocar miedo más allá de poner el volumen al máximo.
Una sucesión de escenas Interminables de personas deambulando por casas para dar el típico susto final que ya ni sorprende.
Los efectos visuales son mediocres tirando a lamentables, la actriz principal no emociona ni transmite nada y las escenas sangrientas se pueden contar con los dedos de un dedo.
Lo mejor: Rescataría solo una escena que provoca cierto desasosiego.
Lo peor: Sustos de los veinte duros, "cliché" tras "cliché", efectos visuales dan el cante.