No me ha desagradado totalmente este filme a pesar de que siendo objetivo no pasa de merecer un simple aprobado. El cine actual lo veo muy quemado, muy falto de originalidad y al menos esta película trata de aportar una idea fresca (no es que sea algo totalmente original, pero se agradece una temática diferente a los habituales guiones con los que nos bombardean hoy en día en las salas de cine).

El arranque es interesante, lo hace en formato de thriller y terror psicológico. Desde el comienzo del filme hasta la mitad del mismo no puedo dar ni una sola queja, ya que prácticamente me gustó todo: es entretenida, tensa, intrigante y con una estupenda forma de atrapar al espectador con dos posibles explicaciones para lo que está sucediendo (una explicación lógica y otra sobrenatural). Y quiero hacer hincapié en el mérito que supone lograr esto con sólo dos actores (los secundarios tienen papeles meramente testimoniales) y un único escenario (un campamento científico en mitad del desierto).

De mitad de metraje hacia delante el panorama ya varía bastante: la trama comienza a tornarse cada vez más repetitiva, se nota que a la historia se le han agotado las ideas, el hecho de que solamente aparezcan dos actores en la pantalla empieza a pasar factura y, por último, el director cae en el error de jugar a la ambigüedad gratuita para sostener el relato. Y ojo que quiero matizar que es ambigüedad por ambigüedad, o sea, en una escena hay un guiño a que todo va a tener una explicación racional y a los 2 minutos justo lo contrario… y así continúa jugando al gato y al ratón hasta que termina la película. El resultado de esto es que da la sensación de que el director no sabía en ningún momento como rematar esta historia, que no quería decantarse por ninguna de las dos vertientes que explicaran los acontecimientos. Por este motivo, la trama se vuelve demasiado confusa y ambigua para mi gusto en sus últimos veinte minutos (desenlace final incluido).

No obstante, a pesar de lo anteriormente dicho, opino que es un filme bastante correcto para pasar el rato. “El infierno bajo tierra” tiene un aspecto técnico decente si tenemos en cuenta que es una producción de bajo presupuesto, posee algunas escenas de “visiones” bastante molonas como, por ejemplo, el desdoblamiento del reflejo del protagonista en el espejo, una ambientación opresiva sumamente conseguida y una protagonista femenina muy sensual (madre mía como estaba de rica en esa escena con el delantal rojo que ponía “Eat me bastard”). Personalmente, pienso que no he perdido el tiempo viendo este filme y eso, tal y como está el patio últimamente, habla bien a su favor.