Media votos
5,7
Votos
1.964
Críticas
14
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de fincher:
3
4,0
279
Drama
Kim Ki-duk ha rodado íntegramente en Europa su nueva película. Su cámara sigue la extraña e inquietante odisea de una joven coreana que llega a París en busca de una persona a la que tiene que seguir hasta Venecia y Avignon. Un misterioso personaje que se oculta tras una máscara antigas la sigue a todas partes y la acosa sin cesar... (FILMAFFINITY)
3 de octubre de 2011
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una muchacha surcoreana viaja a Europa a encontrarse con un amigo (o familiar, la relación no queda clara). Lamentablemente, esa persona ya no vive en la dirección que disponía la chica, y comienza un periplo de búsqueda de su amigo, que acaba convirtiéndose en una pequeña pesadilla y en una toma de decisión que afectará a su vida para siempre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Primero tengo que decir que han pasado 16 días en escribir esta crítica, porque si la redacto en caliente, me echan de esta web.
Suscribo lo que dicen las otras críticas, y ahora mismo me estoy riendo porque he sido capaz de contar en tres o cuatro líneas el posible guión y argumento de este drama. Aunque para drama, los que hemos pagado casi 7 cuquis en ver este turruño.
Al día siguiente de padecer este engendro, seguía vivo y con una apariencia normal. Es algo milagroso. Porque Kim Ki-duk se ha desconojando de todo el mundo, y se ha marcado unas vacaciones en Donosti por la cara. ¿Y por qué?
Porque esta historia es una mierda. No tiene ni pies ni cabeza. Yo también apoyo la utilización de trípodes o steadycams para golpear sin piedad a los Dogma y resto de acólitos que siguen fastidiando la existencia de los espectadores en aras a la verdad, a la vida. Si quiero eso, me monto en una barraca, oiga, y en 5 minutos acabo con la misma sensación.
La historia no se agarra, a la chica la viola un tío con máscara de gas que viaja tranquilamente en el metro de Paris sin que nadie llame a los loqueros, no habla prácticamente nadie, y el violador de la mascarita luego se dedica a pintar patucos y resto de prendas, o a devolverle los zapatos (feos de narices, por cierto) a la protagonista. Que, por cierto, tiene menos expresividad que la Duquesa de Alba (con perdón). Ni chilla, ni va a la policía, ni nada. La pueden violar, robar o lo que sea, que ella solamente se dedica a hacer tai chi para ganarse unas perrillas y gastárselas en más billetes de tren.
Porque, por cierto, su amigo viaja más que un ministro por Europa... Y todo eso en 73 minutos que se hacen largos (sí sí sí), aunque vemos mucho Francia, Venecia y demás postalitas que el Kim Ki-duk ha aprovechado a visitar con la excusa de hacer este engendro.
Un auténtico regalo para una sección oficial... Se nota que en Venecia echaron la copia al canal.
Suscribo lo que dicen las otras críticas, y ahora mismo me estoy riendo porque he sido capaz de contar en tres o cuatro líneas el posible guión y argumento de este drama. Aunque para drama, los que hemos pagado casi 7 cuquis en ver este turruño.
Al día siguiente de padecer este engendro, seguía vivo y con una apariencia normal. Es algo milagroso. Porque Kim Ki-duk se ha desconojando de todo el mundo, y se ha marcado unas vacaciones en Donosti por la cara. ¿Y por qué?
Porque esta historia es una mierda. No tiene ni pies ni cabeza. Yo también apoyo la utilización de trípodes o steadycams para golpear sin piedad a los Dogma y resto de acólitos que siguen fastidiando la existencia de los espectadores en aras a la verdad, a la vida. Si quiero eso, me monto en una barraca, oiga, y en 5 minutos acabo con la misma sensación.
La historia no se agarra, a la chica la viola un tío con máscara de gas que viaja tranquilamente en el metro de Paris sin que nadie llame a los loqueros, no habla prácticamente nadie, y el violador de la mascarita luego se dedica a pintar patucos y resto de prendas, o a devolverle los zapatos (feos de narices, por cierto) a la protagonista. Que, por cierto, tiene menos expresividad que la Duquesa de Alba (con perdón). Ni chilla, ni va a la policía, ni nada. La pueden violar, robar o lo que sea, que ella solamente se dedica a hacer tai chi para ganarse unas perrillas y gastárselas en más billetes de tren.
Porque, por cierto, su amigo viaja más que un ministro por Europa... Y todo eso en 73 minutos que se hacen largos (sí sí sí), aunque vemos mucho Francia, Venecia y demás postalitas que el Kim Ki-duk ha aprovechado a visitar con la excusa de hacer este engendro.
Un auténtico regalo para una sección oficial... Se nota que en Venecia echaron la copia al canal.