Siempre le he tenido mucho cariño a la película, quizás porque se grabó en mi tierra, o simplemente porque tenía un mejor recuerdo de ella. Pero he de ser objetivo y, la verdad, esta vez he acabado algo decepcionado.

La película es un flujo continuo de gags de humor absurdo. Al principio, éstos resultan entretenidos, pero poco a poco van perdiendo frescura y uno se va dando cuenta de que no es suficiente para sostenerse en pie. Se echa de menos un guión con un mínimo de coherencia, que vaya a alguna parte.

Existen demasiadas carencias en la dirección como para poder pasarlas por alto. No es solo ya que el guión en su conjunto sea pobrísimo (al margen de lo divertidos que puedan resultar los gags), si no que no se atisba talento alguno en la parte técnica. Hay lagunas enormes en el montaje, en ocasiones algunas escenas se cortan antes de tiempo, precipitándose unas contra las otras sin dejarles “respirar”, como un compendio de chistes mezclados con prisa y con irregular acierto. En algunas ocasiones, incluso en una misma escena se produce un cambio de iluminación o de perspectiva que no viene a cuento. Son fallos muy grandes como para ser pasados por alto. No me convence además, ni la iluminación, ni los escenarios… hasta la banda sonora “no pega”.

El peor capítulo, no obstante, son las actuaciones. En este aspecto se advierte de inmediato el carácter amateur de algunos actores, que si no me equivoco eran habitantes del mismo pueblo. Una cosa es permitir que participen en determinadas escenas y otra cosa distinta es darles un papel de tanto protagonismo en la película. La mayoría de las actuaciones son de vergüenza ajena.

Amanece que no es poco está considerada como una obra maestra del absurdo. Aún asumiendo que mi percepción puede ser distinta a la de otras personas, y que seguramente sus carencias son "perdonadas" por la mayoría, no soy capaz de comprender como tan pobre producto puede tener semejante nota media.