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Voto de Kyrios:
2
Acción. Drama. Thriller Andrew Norris es el nuevo profesor de música del Lincoln High School. Allí conoce a Peter Stegman y su banda, un grupo muy conflictivo que hace la vida imposible a profesores y alumnos. Pero lo que cree solo un problema con unos chicos problemáticos dará lugar a un brutal baño de sangre. (FILMAFFINITY)
23 de noviembre de 2013
9 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mark Lester es un director mediocre, con una filmografía mediocre. No es difícil comprobar que el director de la mítica Commando (1985) tiene una película de un nivel aún inferior, con Curso de 1984 (realizada el 1982) una película que goza de una aureola de culto totalmente injustificada. Algunos justifican su valoración mediante la relación de la película con el movimiento Explotaition, pero a Curso del 1984 se le ven las costuras. Dista mucho de ser una película satírica (pese a que la idiotez de muchas de sus secuencias puede inducir al espectador a pensar que estamos ante una parodia) sino que se trata más bien de una simple obra de acción (con una historia de venganza rídicula) que trata (vanamente) de justificar su delirante acción.

Y es que curso del 1984 parece una comedia. El argumento y la sinopsis de la película intuyen a pensar en ello, incluso algunas escenas de la película que sólo pueden justificarse como un delirio satírico. Desgraciadamente la película va en serio o por lo menos lo pretende durante gran parte del metraje. Curso del 1984 nos habla de un instituto en la que la droga y la violencia juvenil están a la orden del día. En estas se presenta un profesor lleno de esperanza e ilusión, interpretado por Perry King, que como se pueden imaginar, se verá totalmente frustrado por la banda que tiene al actor Timothy Van Patten como su líder incondicional.

Curso del 1984 es una película estúpida, que pretende recrearse en su estupidez a modo de excusa para poder mostrar sus delirios violentos. Lo peor de todo es que entre sus escenas de acción surrealistas (entre profesores y alumnos) y su supuesta laxitud, encontramos una justificación de la violencia que precisamente resulta injustificable. El mensaje que deja desprender la película es claro y sencillo, la violencia es el único recurso al que se ve abocado el personaje de Perry King para poder sobrevivir ante semejante jungla. Que un profesor acabé aniquilando a sus alumnos cual Chuck Norris en jungla vietnamita resulta espeluznante y más si tenemos en cuenta la trayectoria del director, que años más adelante dirigiría obras maestras como Commando (1985). De hecho, si la película ha tenido un boca a boca bastante respetuoso es porque Perry King es un actor que al fin y al cabo es totalmente desconocido, pero seguramente si el actor principal de la película hubiera sido encarnado por Sylvester Stallone, Bruce Willis o algún otro participante de Mercenarios, seguramente otro gallo cantaría.

La película se atiende a las pautas clásicas del mensaje conservador, que nos habla de un tiempo inmoral en que la escuela ya no es capaz de defender la educación, en la que los padres malcrían y sobreprotegen a sus hijos hasta la extenuación (la visita del protagonista a la casa del menor resulta patética)y etc..para defender una orgía de violencia que parece sacada de una caricatura del propio cine de Lester.

Y es que la película podría haber camuflado su estupidez y su ingenuidad mediante el discurso paródico, sino fuera porque hay algunas escenas que siembra de ambivalencia la película. El monólogo inicial de la película, así como el final, tratan de confundir al espectador diciendo que los hechos que verá a continuación se basan en hechos reales (cosa totalmente falsa obviamente). Por otra parte, entre otras lindezas el espectador es testigo de secuencias realmente absurdas, como una en la que joven que acaba de tomar una dosis de cocaína se sube a lo más alto de la bandera para después suicidarse. Esto tendría algún tipo de gracia si Lester fuera un director notable, pero como no lo es todo queda en una secuencia que cuanto menos resulta ridícula.

Como ridículas resultan muchas de las situaciones y relaciones que se establecen entre los diversos personajes. Véase entre otras lindezas: la escuela está dominada por bandas totalmente criminales pero al director de la escuela y a medio profesorado no se les ocurre hacer nada porque son menores (por cierto, nadie se cree ni un ápice las actividades criminales de los personajes), Uno de los profesores se cabrea y decide coger una pistola para ir a clase a enseñar correctamente a sus alumnos, o el apoteósico final, en que se llega al máximo culmen de violencia en una escena que es digna de pasar a la historia de la chusquez más profunda.

Idiotismo que no sólo encontramos en el argumento sino también en diálogos y personajes. A Michael J Fox lo vemos en un papel casi de cameo, porque poco importa para la historia. Y eso que en un primer momento del film parece que se van a perfilar algunas historias de estos personajes secundarios (como este personaje o la líder de la banda de música) pero se dejan totalmente a medio hacer, dejando una sensación de inacabado que termina de rematar la película.

http://neokunst.wordpress.com/2013/11/23/curso-del-1984-1982/
Kyrios
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