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Voto de Kyrios:
6
Drama Johann Sebastian Bach (1685-1750), el gran músico del barroco alemán, se traslada a Leipzig con su familia para desempeñar la función de Cantor en la Escuela de Santo Tomás. Bach, un ferviente devoto y un incansable trabajador, es además modesto y su posición social dista mucho de ser privilegiada. El reconocimiento a su música aún no se ha producido, el talento que imprimirá a sus composiciones irá creciendo con el paso de los años. La ... [+]
6 de abril de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El silencio antes de Bach es una pequeña joya del director español Pere Portabella, que sin duda alguna se hará un hueco entre los amantes del gran compositor alemán, Johann Sebastian Bach. Pero no sólo la película se acerca al mundo musical de Bach sino que se atreve a aventurarse en la influencia que este ejerció sobre diversos compositores en particular, como Mendelssohn, la humanidad o incluso el propio Dios.

La película no sigue un esquema habitual, no repasa la trayectoria del música y sólo se acerca a la figura del música más que ocasiones contadas, sino que se divide en diversos fragmentos (que aparte de Bach puede no aguarda relación entre ellos) y que alternna con facilidad diversos episodios históricos. La obra no tiene reparos en pasar de una etapa histórica a otra. ¿Qué encontraremos en la película? Se trata de una divagación (la palabra más acertada) sobre la visión personal de Portabella hacia la obra del músico alemán.

Ya la primera secuencia nos cuenta bastante de lo que el espectador tiene ante manos, una obra tan atrayente como por otra parte repelente y hasta en cierto modo pedante. La cámara se adentra en un ambiente frió y desangelado desde donde aparece una pianola andante que se desplaza por el lugar mientras la cámara vuelve a tirar atrás. La declaración de intenciones es evidente, la obra no está hecha para un público convencional sino que hay que estar atentos ante los detalles que se nos presentan, ensanchar el alma y dejarse llevar por la espiritualidad que evocaba Bach en sus obras.

Portabella afronta los diversos aspectos de la música de Bach mediante diferentes ejemplos. Por ejemplo el fragmento de los camioneros nos releva como la música de Bach no se queda anquilosada en una capa de élite, sino que todo el mundo es capaz de apreciarla, es interesante destacar un movimiento de cámara que realiza Portabella en esta secuencia, porque será un Leimotiv que se repetirá en diversas ocasiones. En cierto momento el camionero enamorado de la música clásica, revela que para disfrutar de este tipo de música hay que entrar en su mundo, en una dimensión que el artista crea y ahí Portabella realiza un corte y orienta la cámara de manera subjetiva hacia la carretera El mundo de Bach y el del camionero se fusionan en este plano subjetivo, y nos dejamos llevar por el ímpetu de la música. También se repetirá cuando el protagonista mismo, Bach aparece en la película y nos cuenta a nosotros mismos una interesante historia acerca de las nuevas maneras de hacer música en Nápoles. Es interesante porque de alguna manera Portabella quiere implicar al espectador en estos momentos, idea que contrasta con el tono que destila la mayoría de la película, que para ser sinceros lastra algunos momentos la película y que se trata del tono desangelado, casi aséptico que demuestra la película. Puede que Portabella haya querido unir el estilo que realizaba Bach en su música con la dirección de la película (recordemos que la música de Bach es tremendamente religiosa y mística, el compositor buscaba una especie de unión mediante Dios, utilizando su música. Sin este concepto de profunda espiritualidad es imposible entender la obra de Bach, un hombre que pasó casi toda su vida en la misma capilla de Leipzig).

De todas maneras al tono de la película le falta algo de emoción y garra para cumplir con todos sus propósitos, porque pese a que la música es deliciosa el espectador nunca acaba de entrar en la atmósfera que se le propone, más que en ocasiones contadas. Estéticamente además se apoya en una gama de colores fríos que acaban provocando cierta monotonía en el espectador. Además la película puede impacientar a algunos espectadores ansiosos por los tempos de la película y de la música a veces demasiados estirados.

Música que se repetirá de maneras diversas a lo largo del film, siempre del maestro claro, pero no siempre interpretada de la misma manera. Desde la pianola, una simple harmónica, hasta unos músicos que tocan una de las piezas más preciosas del compositor, el preludio número 1, para cello. También hay interesantes detalles que os cuentan la influencia del músico en el arte posterior. Desde la famosa anécdota de Mendelssohn con la partitura de Bach que su carnicero le entregó como papel para envolver la carne (que por otra parte el film ya se encarga de desmitificar) hasta la terrible anécdota de Simon Laks, un compositor polaco atrapado en el holocausto y como se explica sus relaciones con la música.

http://neokunst.wordpress.com/2013/04/06/cine-y-artistas-el-silencio-antes-de-bach/
Kyrios
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