Paradójicamente comienzo esta crítica mencionando que no soy un amante de los musicales...y esto es un musical. ¡ Pero que musical !

El cine de Burton es extremista, no tiene un término medio. O te parece una auténtica maravilla o un conjunto de tonterías llevadas a la gran pantalla. Yo me quedo siempre con lo primero, un director que se arriesga, valiente como pocos, independiente, y que por encima de los éxitos comerciales predomina el hecho de sentirse orgulloso con un trabajo propio y sin exigencias.

Johnny Depp no es una estrella al uso. Siempre eligiendo papeles en los que demostrar su talento sin importar el posible éxito de la película, Sweeny Todd ha sido su nueva elección y otra vez demuestra su gran capacidad interpretativa, incluso atreviéndose a cantar.

Johnny y Tim, Tim y Johny, tanto monta, monta tanto. ¡ Qué grande se vuelve el cine cuando se juntan estos dos !
La peli engancha desde los títulos de créditos, donde en una escena memorable de un recorrido de sangre, se nos resume en imágenes lo que será la trama y el final de las víctimas de este barbero sediento de venganza interpretado por Depp.
La recreación de esa ciudad de Londres es colosal, hasta el más mínimo detalle está expuesto en cada plano, los magníficos movimientos de imagen del comienzo nos conducen por esas calles oscuras, tenebrosas, donde asoma el peligro en cada esquina. Personajes y personajillos, borrachos, militares, ladrones, mendigos, gente prominente e incluso prostitutas, no falta de nada.
La estética de los personajes es realmente fantástica, ese tono pálido casi enfermizo en los dos protagonistas, nos transmite el sufrimiento y la oscuridad que hay en su interior, la cual esteriorizan a través de la violencia en ese cuarto de la muerte, que es la barbería.
Fantástica la química entre Depp y la Carter ( ésta con una estética muy parecida a la bruja avería ), la cual tuvo que pasar unas pruebas de audición para conseguir el papel en la peli del futuro padre de su hijo.
La fotografía es digna de mención, sobretodo por como se abusa del blanco y negro, para resaltar las pocas veces en que se colorea la pantalla. Sobretodo en las escenas de sangre.
Si a esto sumamos esos grandes secundarios como son el cómico Sacha Baron Cohen y el gran Alan Rickman, nos da como resultado una peli muy entretenida en todos sus sentidos.

Solo me queda mencionar la famosa frase de:

¡ Señora y señores...disfruten del espéctaculo !