Mi primera impresión al ver la nota del resto de concurrentes en esta web...fue de asombro. ¿Un 3.8 de media? Pero si trabajan Robert De Niro, Edward Norton y Milla Jovovich en los papeles principales, y además, temas carcelarios. Menudo chasco.

Sinceramente es un bodrio de muchísimo cuidado. Jamás había visto, y cuando digo jamás, no exagero ni un ápice, una actuación de De Niro que me dejara indiferente, que no me dijera nada, pues en Stone lo ha conseguido. Lo cierto es que no sé que pretendía el director con esta película. Una protesta hacia el sistema penitenciario referente al control poco exhaustivo de los controladores que ejercen el poder para dar la condicional a un recluso. No sé si es la capacidad del autocontrol del personaje de De Niro, teniendo en cuenta los pocos días que le quedaban para la jubilación, y tirar una carrera por la borda. O por último una trama sexual a tres bandas. Pues terminó la peli y me quedé con la duda.

Vayamos por partes, la historia es tan creíble como que harán en el futuro euros de madera. De Niro por muy buena que esté la señorita, a pocos días de su jubilación, no se va a enrollar con una yonkie que está tarada, la cual lo puede meter en un compromiso. A lo largo de la peli nos daremos cuenta de que por falta de mujeres y oportunidades no sería. Menos aún sabiendo que su marido es un pirado, que aún estando en la silla para ganarse la condicional, se dedica a insultar al funcionario. Y yo voy y me lo creo. Lo tengo que decir, Norton me encantó en American History X y en Las dos caras de la verdad, rozando el tema de esta peli, un preso y un tipo que quiere transmitir que es inocente. Pues aquí no me lo he creído nada, sobreactúa de una forma escandalosa. Y por último Milla Jovovich, su personaje a la vez de poco creíble, sobreactuado y ridículo, no sabe explotar su lado más femenino y salvaje para lo que requerría la ocasión. Por cierto, que pechos más feos tiene la moza, esto se podría disimular de forma evidente durante las escenas más subidas de tono. Vamos, que la líbido a la altura del zapato.

No recomendable ni para pasar el rato.